Cambiaste Mi Vida. Capítulo 56

11.9K 526 9
                                    

  POV LAUREN

-Estás segura de esto?- me preguntó Dinah por decima vez. –No, pero no tengo otra idea, tú?- le pregunte y ella negó moviendo su cabeza. –Ahí está.- dijo cuando bajamos el auto. Marielle estaba con Sandra y unas amigas más. –Esta con Sandra.- dije nerviosa. –Y? –No la había visto en años. –Si esta con ella será porque también te va a ayudar no?- me preguntó. –Supongo que sí, sabes, estoy nerviosa. –dije caminando a su lado. –Tanto Jauregui?- pregunto riendo. –Dale, no te burles de mí.- dije empujándola. En estos pocos días, nos habíamos vuelto bastante cercanas, le había dicho cosas sobre Camila que no le había confesado a otra persona. –Dale loca, háblales que se te pasan los minutos.- dijo empujándome. Me acerque a ellas y las salude, Sandra me abrazó. –Hace tantos años Lauren.- dijo en mis brazos. Me parecía raro que ellas a pesar de todo me trataran bien, pero no era quien para pedir alguna explicación, al final me llevarían con Camila y eso necesitaba. –Como están?- les pregunté después de presentarles a Dinah. –Bien, algo cansada.- dijo Sandra. –Yo estoy harta del colegio.- dijo Marielle. –Ya te falta poco.- la anime riendo. –Bueno, vamos a casa no?- pregunto Sandra y yo miré a Dinah asustada y ella comenzó a reírse. –Estamos con mi auto.- les dijo Dinah y ellas se despidieron de sus amigas y caminamos hacia el auto. Me subí para manejar y Sandra y Marielle me miraron desde afuera. –Qué pasa?- pregunte. –Manejas? –Tengo 25, tengo licencia.- dije riendo. –Lo siento, pero acabo de recordar las mil veces que te vi casi gateando ebria entrando a mi casa y no fue sano.- dijo Marielle y Dinah exploto de la risa. –Las traumaste.- decía mientras se reía. –Dale, suban.- dije abriendo la puerta y ellas entraron. –Conoces el camino?- me preguntó Sandra. –Sí, aun recuerdo las calles.- dije sonriendo. Todo estaba igual, las calles, los parques, las mismas tiendas, nada había cambiado, quizás solo cambie yo. –Me llamas para recogerte, estaré cerca.- me dijo Dinah cuando ya habíamos llegado. –Ok, gracias.- dije dándole las llaves y bajándome, Marielle y Sandra ya estaban afuera. –Suerte.- me dijo antes de salir e irse. –No sé porque, pero me parece raro estar escondiéndome de Ally.- dije mirando la casa. –Es raro, pero si ella está no entrarás, no quiere ni verte.- dijo Sandra abriendo la puerta y eso me puso algo triste. –Están seguras que no está? –Sí, dijo que recogería a Sofi de la escuela, la iba a llevar a no sé dónde y después de su almuerzo con sus amigas la iba a recoger.- dijo Marielle entrando. –Y sus papás? –Están trabajando.- Marielle y Sandra dejaron sus mochilas en uno de los sillones. –Ya llegamos Camz.- gritó Sandra desde la escalera. –Su almuerzo está en el microondas.- grito ella y escucharla hizo que mi corazón reaccionara. –Has visto lo buena hermana que es? Ni baja a servirnos!- dijo Sandra indignada y sonreí, escuchar su voz me hizo olvidar completamente todo. –Ella no va a bajar, sube a su habitación. Es la misma de siempre.- dijo Marielle. –En serio?- pregunté. –Sí, te avisamos cuando el tiempo se acaba.- dijo y entraron las dos riéndose a la cocina. Camine hacia las escaleras y vi cada cuadro de fotos, me detuve en uno que estaba a mitad de esta. Una foto de Ally y mía abrazadas en un parque cuando apenas tendríamos unos 8 años. Esa foto no la había visto, cuando me fui todas las fotos de las escaleras no estaban. Cuando llegue al final de la escalera, al pequeño pasaje que hay el cual da a todas las habitaciones. Cinco puertas, sabía muy bien cuál era la habitación de Camila, era la antigua de Ally, había dormido innumerables veces en esa habitación, se supone que la segunda cama era de Camz, pero la mayoría de tiempo la ocupaba yo, ella dormía con Sofi. Me paré en la puerta y cuando tome la manija mi mano temblaba, esto era completamente ridículo, pero hace una semana que no la veía y esa necesidad fue más fuerte que el miedo. Entre y ella estaba sentada en su cama leyendo un libro, sus ojos se encontraron con los míos y cerré la habitación con seguro apoyándome en la puerta. Lucía hermosa, tenía el aspecto de alguien que no había salido de su habitación, pero lucia linda con ese pequeño short y esa polera ancha, era algo parecido a su pijama.
POV CAMILA
La puerta de mi habitación se abrió violentamente y estaba a punto de gritar, odiaba que entrarán así y Marielle y Sandra lo sabían, alce la mirada furiosa y me encontré con ese par de ojos verdes que tanto extrañaba. Se giro rápidamente y cerró la puerta con seguro, trague la saliva que se me había acumulado al verla. –Se que lo que menos quieres es verme y escucharme, pero te pido que me des tres minutos, solo tres.- pidió mirándome fijamente, deje el libro al borde de la cama y no me impedí observarla, unos jeans y un saco, su cabello suelto, sus ojos no tenían ese brillo habitual, estaban apagados, aunque eran igualmente hermosos, como ella, la había extrañado. –Si no dices nada es porque me concedes los 3 minutos?- preguntó, estaba nerviosa, se le notaba. –No sé como decirlo así que solo lo diré. Sé que crees que me acosté con Lucy, no fue así, lo juro, se quedo a dormir porque se iria en la mañana y no sé, no pensé que sería mala idea, en el fondo es mi amiga, solo dormimos, no la toque, ni la bese, no lo hice en toda la noche, no podría hacerlo si los únicos labios que deseo son los tuyos.- mi corazón estaba paralizado, no sabía si creerle, pero sabía muy bien que no me mentía. –Te estoy diciendo la verdad, se que es difícil creerme, no he sido una buena persona, pero es la verdad, sabes que no miento, si lo hubiese hecho lo aceptaría, en serio.- caminó hacia mí y se arrodillo al frente mío. Estaba prácticamente a mi altura, esta cama siempre fue bastante baja. –He cometido muchos errores en mi vida, pero decirle que no a ella, no ha sido uno de ellos, no le pedí que se quedara cuando tuve la oportunidad, no lo haría ahora, lo juro, solo quiero estar contigo.- tomo mis manos y observó mi reacción, creía que la soltaría pero no lo hice, me limite a escucharla. –Lo curioso es que le hable de ti toda la noche, le conté sobre nosotras, me pidió que no lo arruinara esta vez y lo hice igual, te juro que no fue mi intención, te quiero a ti conmigo, a nadie más.- estaba a centímetros de distancia, pero la sentía tan lejana, me dolía verla así, y me dolía más sentir lo que estaba sintiendo, esto a pesar de todo, no iba a funcionar.
POV LAUREN
Lo había dicho todo de una, sabía que era una bestia con las palabras, pero no sabía cómo decirlo, me sentí nerviosa al solo verla, quería besarla. Camila me miraba fijamente, sus manos tomadas a las mías delicadamente, ella no decía absolutamente nada, eso me ponía aun más nerviosa. –Dime algo, no sé qué hacer ni que decir para que me creas, en serio te digo la verdad.- dije acercándome un centímetro más a ella. –Te creo.- dijo y volví a respirar, no había notado que había dejado de hacerlo. –Se que no mientes, pero por mucho que me gustes sé que esto no va a funcionar, fue una forma para que me diera cuenta de lo inevitable.- dijo y no podía creer que estaba escuchando eso de sus labios. –No, no digas eso. Yo sinceramente no me veo sin ti, estos días fueron una tortura, solo pensar que me odiabas me hacía sentir la peor mierda del mundo.- tome sus manos nuevamente, ella había soltado las mías. –Quiero que sepas que no me arrepiento de nada, si esto tenía que pasar para que Ally se enterará y para que me diera cuenta que si te dejo ir seria la persona más estúpida del mundo, está bien, fue todo real, no quiero estar sin ti. –Yo me iré a Nueva York, no podemos estar así. –Si podemos, si tengo que viajar cada semana para verte unas horas lo haré, en serio quiero intentarlo Camz.- dije acomodando mi cara en sus piernas, decidí no decirle todo todavía, no la notaba segura y decirle la locura que tenía en mente podría asustarla o no sé.
POV CAMILA
Su mirada era exageradamente tierna, casi al igual que sus palabras. –Se que hice las cosas mal.- soltó una de mis manos y acomodó un mechón de mi pelo que se había escapado y lo puso detrás de mi oreja. –Quiero hacer las cosas bien ahora, sigo teniendo miedo, sigo creyendo que no soy lo mejor para ti, pero intentaré serlo, te quiero conmigo, no quiero a nadie más.- dijo acercándose aún más, al punto que sentía su respiración, su embriagante aroma, era tan de ella. –Si no dices nada te besaré ahora.- dijo rozando mis labios y cerré mis ojos por inercia, ya estaba convencida, ella tenía el control, me podría haber dicho solo dos palabras y ya me había convencido, pero dijo más, dijo lo necesario, lo necesario para saber que si no llegaba a funcionar, habría valido la pena igual. Sus labios hábiles jugaban con los míos con la misma sincronización de siempre, se conocían, sobretodo se extrañaban. Entrelazo una de sus manos con la mía y la otra estaba en mi cuello haciendo una leve caricia mientras profundizaba el beso. El aire era malditamente necesario y me aleje, sus ojos estaban cerrados, estaban asustados, acaricie su mejilla. –Estoy aquí.- dije besando suavemente sus labios nuevamente. –Conmigo?- preguntó sin abrir sus ojos y inclinando un poco su mejilla hacia mi mano, me encantaba la forma que tenía para sentir una caricia. –Contigo.- dije y abrió sus ojos, el brillo de estos me cegó, eran los de siempre. Me abrazó la cintura y ocultó su cabeza en el espacio que formaba mi cuello, era la primera vez que la notaba tan indefensa. –Pensé que me la harías más difícil.- admitió rozando con sus labios mi cuello y todo mi cuerpo vibró. –Creo que suficiente es con saber que viniste hasta acá por mí.- dije acariciando su espalda, ella me soltó y se sentó a mi lado, me jalo con sus brazos y me puso en sus piernas, pase mi mano por su cuello para sostenerme, aunque sabía que no me dejaría caer. –Iría a cualquier lado por ti.- me respondió sonriendo. –Pero que hayas venido hasta acá, significa más.- dije, ella sabia porque lo decía, por el tema de sus padres. –Te amo.- dijo en un susurro y no podía creer que eso había salido de sus labios, era la primera vez que me lo decía, era la primera vez que admitía sus sentimientos, aunque con todo lo que ya había dicho y hecho ya sabía igual que me quería. –No te escuché.- dije sonriendo. –Te amo Camz.- volvió a decir y me aferre a su cuerpo, ahora yo era la niña. –Te amo también.- admití. Nos abrazamos por innumerables minutos, era tan mía y yo tan suya en este momento. –Guardaste el dibujo.- dijo después de un largo rato mientras miraba el dibujo de Taylor colgado. –Obviamente, esta hermoso.- admití mirándolo también. –La pequeña diabla nos dibujo tomadas de las manos, lee el futuro.- dijo riendo tímidamente. –Creo que alguien se dio cuenta de lo que tratábamos de ocultar. –Ya no hay necesidad de ocultarlo, ya todos lo saben.- dijo sonriendo. –Todos?- pregunté. –Digamos que hubo un pequeño accidente en mi oficina. –Pequeño accidente? –Cuando me entere que te habías ido, hable con Ally y me dijo tantas cosas que cuando colgó rompí todo lo que tenía a mi alcance, estaba a punto de golpear a Jannel también si no fuese porque ella es más fuerte que yo.- dijo bajando la mirada. Me sentía mal por ella, por mi acto infantil, ella realmente la había pasado mal. –Lo siento.- dije y me miró asombrada. –Porque? –No debí irme así, debí afrontar las cosas, debí hablarte.- dije arrepentida por mis actos. –Tendrias que haber confiado un poco más en mí, pero te entiendo. –No, por mi culpa ahora Ally te odia, eso no debía ocurrir. –Tarde o temprano iba a pasar, fue mi error no admitir lo que sentía por ti, yo debí hablar con ella, tiene sus razones para odiarme. –No las tiene. –Sí, le mentí, al principio pensé que ella estaba equivocada ya que en el fondo no te había hecho nada, pero hablando con Dinah me di cuenta que no es precisamente por eso, le mentí Camz, le oculte cosas, sentimientos, sentimientos hacia ti y eso no está bien.- dijo acariciando mi mejilla, se notaba que todo esto le afectaba, sus ojos no brillaban tanto cuando empezó a hablar. –Dijiste hablando con Dinah?- pregunté después de un rato de observarla. –Sí, ella está acá con sus abuelos y me estoy quedando en su casa, no quería estar sola.- dijo riendo. –Como así entraste?- pregunté, había escuchado que Ally había dicho que no la dejaran entrar. –Marielle y Sandra me trajeron. –Es en serio? –Sí, me las encontré en la plaza ayer y me dijeron que venga hoy ya que Ally saldría con Sofi.- dijo alzando sus hombros. –Me parece tan extraño tener que ocultarme de mi mejor amiga, esto apesta.- dijo y me abrazo por la cintura, acomodando su cabeza en mi pecho. Bese lo alto de su cabeza, Ally era casi igual de terca que yo, no cedería tan fácil. –Sabes, esta habitación sigue igual a como la recordaba.- dijo soltándome para ver la habitación. –Nada ha cambiado. –Solo los cuadros de las escaleras, eso no estaba. –Sí, esos los pusieron hace dos años. –Ah entiendo, hasta el barrio sigue igual, cuando pasé por mi casa me sentí media extraña, solo cambiaron el color.- dijo haciendo una mueca. –Pasaste por ahí? –Sí, era necesario para ir a la casa de Dinah. Queda cerca, a unas cuatro cuadras de la mía. –Hasta cuando te vas a quedar?- le pregunté mientras jugaba con su cabello. –Hasta cuando quieres que me quede? –No tienes que trabajar? –Estoy de vacaciones. –En serio? –No, pero no tengo trabajo y Clara me dijo que me tomará mi tiempo.- dijo sonriendo. –Y la universidad?- pregunté. –Ya soy arquitecta.- dijo con una gran sonrisa, había olvidado completamente que su exposición era el viernes. –Te fue bien?- pregunté. –Sí, aprobé, ya soy arquitecta.- dijo y la abracé. –Felicitaciones. –Gracias, tienes una novia arquitecta, tienes que sentirte afortunada.- dijo haciéndome cosquillas y dejándome caer en la cama. –Tú y tu gran ego.- dije riendo por las cosquillas, ella se inclino acostándose a mi lado. –Sabes, me habré acostado millones de veces en esta cama, pero esta es la más especial.- dijo y paso un brazo por mi cintura, la polera se había levantado por las cosquillas y su mano acariciaba mi piel. –VOY A ENTRAR.- gritó una voz desde afuera y la puerta se abrió automáticamente. –Oh mierda, están ocupadas!- gritó Marielle dándose la vuelta y Lauren se rió a carcajadas a un lado de la cama. –No estamos haciendo nada.- dije levantándome y sentándome al borde de la cama mientras veía como Lauren y Marielle se reían. –Dime que mi hermana no está desnuda.- dijo Sandra entrando con los ojos tapados y esta vez reí yo. –Estoy vestida.- dije tratando de controlarme. Lauren se sentó apoyándose en la pared. –Todo bien?- preguntó Sandra sacándose las manos de los ojos. –Sí.- dijo Lauren tomando una de mis manos y entrelazando nuestros dedos. –Sabes, pensé que al ver a Lauren antes no me afectaría tanto, pero si es extraño.- dijo Marielle haciendo una mueca. –Acostúmbrate.- le dijo Lauren jalándome para abrazarme. –Bueno, ahora juegas a mis reglas Jauregui, tienes que irte ahora.- le contestó ella y las dos la miramos asombrada. –Siempre quisiste decir eso.- le dijo Sandra y Marielle rió como loca. –Sí, pero pensé que se lo diría a un hombre, aunque el Jauregui suena bien.- dijo riéndose, eran dos idiotas. –Pueden irse?- pregunté amablemente. –No, en serio Lauren tiene que irse, Ally ya está por llegar.- Lauren me miró y hizo una mueca de molestia mientras se levantaba. –Ya se irá, vayan afuera.- dije levantándome, cerré la puerta cuando salieron. Vi que escribió algo en su celular y lo guardó rápidamente mirándome. –No puedo quedarme por Ally?- preguntó y me acerque a ella tomando sus manos y haciéndola mirarme. –Déjame hablar con ella. –No, tengo que hablar yo, no es tú asunto amor, es mío.- dijo mirándome. –Es nuestro, es mi hermana, déjame explicarle unas cosas, ven mañana.- pedí. –Me llamarás en la noche?- preguntó. –Lo prometo.- dije besando sus labios. –Ok, pero no quiero que discutas con ella, tiene sus razones.- me dijo. –Lo voy a intentar. –No, Camz en serio, no quiero que discutas con ella. –A mi tampoco no me habla mucho que digamos.- admití. –Bueno, pues ahí si está equivocada, tú no tienes nada que ver, fui yo la del error, no le discutas nada, ni menos me defiendas mucho.- dijo riendo. –A qué hora vienes mañana? –Te vengo a recoger y salimos a almorzar? Podemos almorzar con Dinah, para que la conozcas más.- ofreció. –Ya, te llamo en la noche.- besó mis labios por última vez y salimos de la habitación. Bajamos las escaleras y Marielle y Sandra estaban abajo mirando tele. –Gracias locas, chau.- dijo Lauren antes de abrir la puerta. –Chau Jauregui!- gritaron a coro. –Porque no me dicen Lauren? –Suena mejor Jauregui, aparte te estaremos observando.- dijeron riendo. –Chau bebe.- dijo y vi que había un auto estacionado en la puerta. –Y ese auto? –Es de Dinah, dijo que me daría hogar con la condición de que manejara yo el auto siempre. –No le gusta manejar? –Dice que no.- dijo encogiéndose de hombros sin entender el porqué. –Chau.- dijo besando mis labios. Observé cómo se subía al auto y antes de arrancar me dedicó una sonrisa, ya la extrañaba. Vi como el auto se perdió en las calles y entré. –Sabes, toda esta situación es demasiado extraña, pero si comparamos a Lauren con tus dos ex, te has superado hermana.- dijo Sandra y Marielle se rió a carcajadas. Le lance uno de los cojines y subí a mi habitación, tenía que pensar que le diría a Ally. Estar con Lauren me daba una tranquilidad inigualable, pero sabía que si ella no se arreglaba con Ally, iba a ser algo muy pesado de sobrellevar, más por ella que por mí. Ally siempre sería mi hermana, pero no siempre sería su mejor amiga.   

Cambiaste Mi Vida (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora