Al fin y al cabo un pájaro enjaulado es un pájaro sin alas. Y a mi siempre me ha gustado el cielo y volar a contra corriente.
Creo que nunca me quisiste y creo que tú también lo sabes. No te preocupes ya no duele. Sólo querías llenar el vacío de otra pérdida y cariño, es imposible llenar un corazón helado.
Así que, no me eches las culpas a mi, cuando tu no aceptabas mi calor y mis manos para limpiar tus lágrimas. Estoy segura que la vida nos pondrá de nuevo en el mismo camino, y al contrario de ti, yo no huiré, te ofreceré mi mayor sonrisa y ahí te darás cuenta que el daño que me hiciste nunca me lo merecía y ahí te darás cuenta que el vacío sigue siendo vacío por muchas noches que hayas llenado de placer tu cama.