Gatita | Calum

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Rating:

Amor: ♡♡♡♡♡/6
Cuteness: △△△△△△/6
Smut: ♬♬♬♬/6

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"Cariño, ven aquí." Se quejó Calum desde el salón.

"Estoy haciendo el desayuno." Le recordé.

"Me da igual, el desayuno puede esperar, yo no." Dijo y yo suspiré, yendo al salón.

"¿Qué quieres?" Pregunté cuando llegué al salón.

"Un abrazo." Hizo un puchero y yo sonreí.

"Aww, ven aquí, Cal." Murmuré y él sonrió, levantándose del sofá y abrazándome, tirando de mí para caer otra vez en el sofá.

"Estoy meses fuera por el tour y a la mañana siguiente de haber dormido juntos por primera vez después de seis meses, me ignoras." Se quejó.

"No te estoy ignorando, sólo estoy haciendo el desayuno." Repetí.

"Una novia debería estar las 24 horas del día disponible para complacer a su novio." Contestó.

"Calum, no te la voy a chupar." Aseguré, separándome para mirarlo.

"¡No estoy pidiendo eso!" Se quejó y yo solté una carcajada.

"Lo siento, paso demasiado tiempo con Michael." Contesté.

"¿Michael te pide que se la chupes?" Preguntó ofendido.

"¡No! O sea, no todos los días." Corregí y él suspiró, negando con la cabeza.

"¿Alguna vez se la has chupado?"

"¡Calum!" Grité y empecé a reír "¿Podemos parar de hablar del pene de Michael?" Pedí y él rió también.

"Sí, mejor." Dijo y me besó "Te echaba mucho de menos."

"Calum, ayer me quedé dormida escuchándote decir esa frase una y otra vez." Aseguré y él rodó los ojos "Yo también te echaba de menos." Dije y volví a besarlo.

Me separé de él un segundo para volver a robarle un beso, dejándolo con ganas de otro y los ojos cerrados. Dejé un corto beso en su mejilla, luego otro en su mandíbula, y así hasta llegar a su cuello.

"Mhh.." Gimió cuando empecé a besar su cuello lentamente.

"¿Ya estás contento y me puedo ir a acabar de hacer el desayuno?" Pregunté, obviamente de broma, sólo para molestarlo.

Él me miró mal y contestó.

"Vale, vete y no vuelvas." Yo me levanté del sofá encogiéndome de hombros y él rió, agarrándome el brazo y volviendo a tirarme en el sofá, esta vez para ponerse sobre mí.

"Bipolar." Reí un poco.

"Preciosa." Contestó él y me robó un beso, haciéndome sonreír.

Yo metí las manos por debajo de su camiseta y empecé a recorrer su torso con mis dedos.

"Te quiero mucho, gatita." Murmuró y me besó la nariz.

"Mhh.. ¿Gatita?" Sonreí por el apodo y él también sonrió.

"Ahá." Asintió con la cabeza "Gatita." Repitió.

"Te tengo que hacer una grabación diciendo eso para tocarme escuchándola." Aseguré y reí cuando vi su cara.

"¿Tocarte?" Preguntó.

"Mhmm, ¿qué crees que hacía cuando te echaba de menos?" Sonreí de lado, bajando mis manos a sus pantalones y metiendo mis dedos debajo de ellos, tirando de él hacia mí.

Ahora estábamos completamente pegados.

"Uff.. Qué calor hace aquí, ¿no?" Murmuró Calum y yo sonreí.

"¿Sabes de qué me he dado cuenta?" Pregunté y él levantó una ceja "De que no te he recibido de la manera correcta." Expliqué "No ha habido polvo de bienvenida." Le recordé, haciéndole sonreír.

"Es verdad, ¿dónde está mi polvo de bienvenida?" Se quejó.

Yo rodeé su cuello con mis brazos y lo besé. Él gimió sobre mis labios cuando moví mi cintura contra la suya y yo sonreí ante el resultado.

Inmediatamente, Calum empezó a bajar sus sweatpants y yo bajé mis shorts del pijama. Cuando Calum volvió a besarme, puso sus manos en el borde de mi camiseta, levantándola y dejándome en ropa interior. Él se separó unos segundos para quitarse la suya y yo sonreí.

"Vamos, Calum, hazlo ya." Pedí impaciente.

"¿Impaciente, gatita?" Murmuró sobre mis labios y yo gemí por el simple hecho de volvera escuchar la palabra gatita.

"Por favor, Calum." Pedí y él sonrió quitando su última prenda y bajando mis bragas después.

Me sentí en el cielo cuando lo sentí entrando en mí y puse mis manos en su pelo cuando empezó a besar mi cuello.

"Cal.." Gemí, intentando contenerme.

"¿Mhm, gatita?" Me sonrió, sabiendo perfectamente lo que esa palabra causaba en mí.

"Oh, joder.." Jadeé echando mi cabeza hacia atrás.

Calum me alcanzó y me besó, haciendo que pudiera gemir en su boca.

"Cal, creo que voy.." Murmuré, sintiendo cómo mis piernas empezaban a temblar.

"¿Vas a llegar?" Jadeó él, mirándome a los ojos y yo asentí con la cabeza, ya que no me salían las palabras "Llega para mí, gatita." Gimió y eso me llevó al límite.

Mi espalda se arqueó durante unos segundos y al instante me sentí más débil que nunca.

"Si supiera el efecto de la palabra gatita lo habría usado antes." Suspiró Calum y yo sonreí, robándole un beso.

5SOS IMAGINASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora