Sick | Michael

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-De verdad, no hace falta que vengas, ya se está haciendo de noche, y no quiero contagiarte-insistió Michael a través del teléfono.

-Tarde, ya estoy de camino, y quiero ir a cuidar a mi novio enfermo-contesté y lo escuché suspirar.

-T/N..-intentó insistir, pero lo interrumpí.

-¿Capuccino o frapuccino?-pregunté cuando me paré frente al starbucks.

-Frapuccino-contestó y sonreí.

-Nos vemos-me despedí y le mandé un beso.

Entré en el starbucks e hice los pedidos. Me acabé mi frapuccino de camino a su casa.

Cuando llamé a la puerta, Michael abrió y me dejó pasar. Sonreí por lo adorable que estaba. Tenía cara de dormido, el pelo despeinado, estaba vistiendo su pijama mientras se tapaba con una manta y tenía la nariz roja por el resfriado.

Los dos nos sentamos en el sofá y le di su frapuccino.

-Gracias-sonrió agarrándolo.

-¿Tanto frío tienes?-pregunté mirando la manta con la que se estaba cubriendo.

-Sí-contestó y le dio un trago a su café.

Yo lo miré a él y después me miré a mí, que llevaba shorts, una camiseta de manga corta y una simple chaqueta de chándal. Puse mi mano en su frente para tomar su fiebre.

-Oh, Dios, estás muy caliente-murmuré apartando mi mano de su frente.

-Lo sé-contestó subiendo y bajando las cejas rápidamente mientras sonreía.

Yo no pude evitar reír.

-No cambias ni enfermo-reí y apoyé mi cabeza en su hombro.

-Pero me quieres igual-se encogió de hombros y sonreí.

-Ahora tendría que besarte, pero si te beso, me contagiarás-dije levantando la cabeza para mirarle.

-Oh, venga, sólo un piquito-pidió haciendo un puchero.

Sonreí y me acerqué a él para besarle, pero cuando iba a hacerlo, él estornudó.

-¡Michael!-me quejé, aunque estaba riendo.

-Ups-se disculpó y volvió a estornudar.

-Qué mono, pareces un gatito enfermo-murmuré enternecida y él rió.

-No te metas conmigo, estoy malito-se quejó acurrucándose debajo de su manta.

-Aww.. ven aquí-dije y me tiré sobre él, abrazándolo.

Él me abrazó por la cintura y me acercó más a él.

Cuando me iba a separar, Michael me agarró de las mejillas y me dio un beso.

-Si enfermo, tendrás que cuidar tú de mí-advertí y él sonrió.

☆ Una semana después ☆

-Te lo dije, te dije que si nos besábamos, acabaría enfermando-le recordé mientras me sentaba en el sofá, delante de él, entre sus piernas y me tapaba con la manta.

-Lo siento-se disculpó abrazándome desde detrás y recostándome sobre él.

-Me duele la barriga..-me quejé y él metió su mano por debajo de mi camiseta, rozando mi vientre con sus dedos.

-¿Así mejor?-preguntó y sonreí.

-Sí-contesté y empezó a hacer movimiendos constantes en mi vientre, haciendo que se me pasara el dolor.

Pasamos la tarde viendo películas mientras Michael me besaba la mejilla y susurraba cosas en mi oído. Podía susurrarme cosas como "He visto que no paras de mirar a ese actor, pero lo olvido cuando me doy cuenta de lo increíble que soy yo comparado con él", haciendo que riera, o cosas como "Te quiero".

5SOS IMAGINASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora