CAPITULO 15.

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Polarie POV:

Estaba encaminándome hacia el sitio de la batalla junto a Eryx. Al cabo de unos minutos de recorrido llegamos y lo que vimos fue horrible, los narnianos iban perdiendo ya que las tropas de la Bruja tenían un mayor número de soldados.

— ¿Qué hacemos Larie? — me preguntó Eryx y pude ver como un pájaro de fuego hacía una barrera de fuego que separaba a los narnianos de la Bruja Blanca. Pero ella lo desintegró con su varita de hielo.

— Eso es. Eryx nos haremos invisibles con mi anillo y mientras tú corres por estas áreas más altas yo iré observando sus movimientos y veré el momento adecuado para atacar. — le expliqué y él asintió comenzando a correr por donde le indiqué.

Corrimos unos metros y observé que los narnianos retrocedían mientras que los seguidores de la Bruja ganaban terreno dirigiéndose hacia ellos. Las tropas narnianas lanzaban flechas hacia las tropas de la Bruja y ella contraatacaba, en un momento vi a un enano que lanzaba un flecha hacia un unicornio blanco en el cual montaba, ¿Peter? Me alarmé y busqué a mi hermano el cual estaba corriendo hacia Peter para ayudarlo y Edmund estaba con los arqueros. El centauro que estaba presente cuando llegamos a la carpa de Aslan junto a un rinoceronte se lanzaron a atacar a la Bruja, Luke y Peter les gritaron alarmados. Ese es el momento donde entro yo en el juego.

— ¡Eryx hay que bajar! — grité y él corrió por un camino para dirigirnos donde todos peleaban cuerpo a cuerpo.

Dos grifos se disponían a atacar a la Bruja, pero ella usó su varita y los petrificó. Llegamos abajo y yo en ese momento me volví visible al igual que Eryx. Iba a bajar pero me encontré con Ed y con el Señor Castor que me bloquearon el paso quedándose quietos como una piedra.

— Yo también me alegro de veros pero no hay tiempo, Peter y Luke están en peligro. — dije viendo como la Bruja se iba acercando a ellos mientras derribaba a todo narniano que se interpusiera en su camino. Edmund sacó su espada al ver lo mismo que yo.

— ¡Peter ha dicho que nos larguemos! — le gritó Castor.

— Peter no es rey aún. — respondió Ed y comenzó a correr hacia la Bruja.

— ¡Ed no! — grité, pero no me hacía caso así que corrí tras de él.

Intenté alcanzarlo pero él ya se abalanzó contra la Bruja, ella intentó clavarle la varita y Ed la esquivó para luego romperla con su espada. Peter dejo de luchar y se giró hacia Ed al ver la luz azul que desprendió la varita al romperse en pedacitos. La Bruja reaccionó quitándole la espada y clavándole en el estómago lo que quedaba de la varita. Yo estaba en shock viendo como Ed caía al suelo herido y con su mano en el estómago. Reaccioné al ver a Peter atacar a la Bruja, miré hacia los lados y a mi derecha había un cuerpo de un narniano muerto, cogí su espada pero no me moví. Busqué con la mirada a mi hermano y este estaba ayudando a otros narnianos, me giré a ver a Eryx, el cual estaba a mi lado.

— ¡Eryx ve con mi hermano y ayúdale! ¡Está allá! — ordené mientras señalaba a mi hermano y este asintió corriendo hacia él.

Me giré y rápidamente me defendí de uno de los soldados de la Bruja. Lo maté después de unas estocadas ágiles de mi parte y corrí hacia la Bruja para ayudar a Peter.

— No puede ser, tú deberías estar muerta. — dijo la Bruja mirándome con asombro al igual que Peter.

— Siento decepcionarte Bruja, pero la que va ha estar muerta ¡eres tú! — grité abalanzándome contra ella, pero esta esquivó mi ataque.

Así pasamos unos minutos, atacando, esquivando y defendiéndonos, hasta que me descuidé y la Bruja me golpeó con el mango de una de las espadas y me empujó a un lado. Peter siguió atacando y esquivando las estocadas de la Bruja. De repente escuché un rugido, era papá, la Bruja murmuró un "imposible" para luego volver a atacar a Peter. Al final logró derribarlo y le clavó una de sus espadas en el brazo derecho dejándolo inmóvil pero cuando le iba a dar la estocada final, Aslan se abalanzó contra ella matándola. Peter y yo nos levantamos mirando al Gran León.

— Ya se ha acabado. — dijo Aslan, Peter nos miró a los dos más tranquilo.

— ¡Peter! — gritaron Susan y Lucy mientras lo abrazaban.

— ¿Polarie? ¡Larie! — gritó Luke y corrió a abrazarme con lágrimas en los ojos.

— ¿Dónde está Edmund? — preguntó Su mirando a los lados, Peter la miró preocupado y yo maldecí.

Todos corrieron hacia el cuerpo, aún con vida, de Edmund menos yo y Aslan. Pude observar como Su mató a un enano que quería acabar con Ed, para después que todos se tiraran alrededor del pequeño Edmund. Lucy le dio de su poción haciendo que Ed dejara de respirar, todos comenzaron a llorar pero Ed jadeó y cambiaron sus caras. Peter le dijo algo que no escuché a causa de la distancia y se abrazaron, Ed miró hacia Aslan y hacia mí. Al notar eso todos se giraron en nuestra dirección, nosotros nos acercamos y papá descongeló a un narniano. Lucy alzó su botellita y comenzó a curar a los heridos.

En el atardecer cuando ya estábamos en el palacio con todos los narnianos, nos prepararon para para la ceremonia de coronación. Yo llevaba un hermoso vestido beige y dorado, Peter, Ed y Luke llevaban unas camisas reales de diferentes tonos de azul y Susan y Lucy llevaban unos vestidos también de dos azules diferentes. Nos encaminamos hacia nuestros tronos junto a Aslan y nos colocamos cada uno en su trono. Primero estaba el de Edmund, el segundo era el de Peter, el tercero era el mío, luego el de Luke, al lado el de Susan y por último el de Lucy. Ya delante de nuestros tronos nos giramos sonriendo a los narnianos presentes en la gran sala de los seis tronos.

— En nombre del resplandeciente mar Oriental yo te nombro Reina Lucy, la Valiente. — dijo Aslan y los castores junto a Tumnus se acercaron con nuestras coronas, colocándole una hermosa corona de plata a Lucy y así siguiendo con todos. — En nombre de los bosques salvajes del Oeste Rey Edmund, el Justo. En nombre del radiante sol del Sur Reina Susan, la Benévola. En nombre de la gran luna plateada Reina Polarie, la Leal. En nombre de los estrellados cielos de la noche Rey Luke, el Tenaz. Y en nombre de los claros cielos del Norte yo te nombro el Rey Peter, el Magnífico. Quien ha sido Rey o Reina en Narnia siempre lo será aquí. Que vuestra sabiduría nos bendiga hasta que las estrellas se caigan del cielo. — dijo lo último mientras que nosotros nos sentamos en nuestros tronos.

— ¡Larga vida al Rey Peter, larga vida al Rey Luke, larga vida a la Reina Polarie, larga vida a la Reina Susan, larga vida al Rey Edmund, larga vida a la Reina Lucy! — gritaron todos.

Al acabar la ceremonia todos estábamos en la fiesta divirtiéndonos y disfrutando la compañía de todos los presentes. Lucy y yo salimos a una terraza que daba la vista a la playa y pudimos ver a Aslan caminar lejos del castillo, eso me puso triste.

— ¿Qué hacen aquí? — nos preguntó Tumnus.

— ¿Lo volveremos a ver? — pregunté mirando como mi padre se iba.

— Claro que sí pequeña, no te preocupes él sabe lo que hace. — respondió Tumnus a un lado de Lucy.

— Lo sé, él mismo me lo demostró en el Mesa de Piedra. — dije mirándolo con una sonrisa triste.

— Nosotros nos vamos dentro, ¿vienes Larie? — preguntó Lu mirándome.

— Id vosotros, yo entraré después. — dije y ellos asintieron entrando.

— Hey cariño. — al escuchar eso, me giré y vi a Peter que se acercaba con una sonrisa.

— Hey amor, ¿qué pasa? — pregunté mirándolo, él me cogió las manos.

— Quería decirte algo. — dijo y yo asentí. — Cuando me enteré de tu muerte todo mi mundo se calló en pedazos, simplemente no lo pude creer hasta que vi que no estabas en tu carpa. En ese momento me llegué a dar cuenta de algo y ese algo es que te amo, Larie eres la mujer de la cual me he enamorado y la cual amo más que a mi vida. Quiero pasar cada segundo, minuto, hora, día, semana, mes y año a tu lado, en tus mejores momentos y en tus peores momentos. La cuestión es, ¿te gustaría casarte conmigo? — preguntó arrodillándose y sacando una cajita con un hermoso anillo de diamantes.

— S-sí, sí quiero. — dije llorando de la emoción, él me colocó el anillo y me besó dulcemente.

— Me has hecho el hombre más feliz de todo este Reino y del mundo. — dijo sonriendo feliz.

Las Crónicas De Narnia: El León, La Bruja y El ArmarioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora