Unos cuantos hilos cruzaban parte de su cuerpo, no era una herida de amor, no era una herida del tiempo, no era una herida... era una enseñanza que le mostró pacientemente la realidad.
El eco del silencio hablaba por ella y la alegría de su alma se escuchaba a carcajadas.
No lloraba de tristeza, no lloraba de dolor, sus lágrimas eran de agradecimiento, su vida estaba lista para ser vivida y sus sueños para ser cumplidos.
No vivía cuestionando el por qué, ella jugaba en el para qué.
Su silencio se escuchaba a kilómetros y sus actos confirmaban su callar, sonreía al natural y hablaba sin hablar.
La paz de su mirada y la ternura de su alma siempre será su mayor arma.
Ella vive plenamente, sonriendo a pesar de la adversidad y llorando de felicidad.Yessy Barbosa
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Escritos Sin Tinta
RandomPensamientos sin Causa, palabras sin textura y frases de silencios...