3. Mi mundo.

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Ya no soy una niña. Acabo de cumplir 18 años. En la secundaria me fue más que bien, y el próximo mes comienzo la facultad de derecho.

Mi mamá sigue siendo lo más importante en mi vida, cada día más unidas y más felices.
Con Cristina perdí el contacto ya que se mudó a fuera de país hace varios años, pero Luna y yo somos inseparables.
Mi tía Margot, su esposo y los trillizos viven en Europa, ni siquiera vienen a ver a mi abuela, con suerte la llaman para su cumpleaños y Navidad. Y... Ahora también tengo a alguien muy importante y especial para mí. Su nombre es Pablo; tiene 19 años hace un año que somos novios y estoy muy enamorada.

Estoy escogiendo que me pondré esta noche, ya que saldré con Pablo y unos amigos a bailar, cuando escucho a mi mamá que me llama.

—Adela —grita desde la cocina

—¿Qué pasa ma? —respondo mientras me veo frente al espejo sosteniendo un vestido azul.

—Ven por favor.

Me dirijo hacia allá

—¿Qué ocurre? Estás pálida mamá— le digo preocupada.

—No me siento nada bien. ¿Podrías ayudarme a preparar todo para acostarme a descansar?

—Por supuesto mamá. ¿Pero qué es lo sientes? —mi mamá nunca enferma, esto es raro.

—No te preocupes, solo estoy un poco mareada. Ha de ser el cansancio.

—¿Quieres que llame al médico? —insisto

—No es necesario. Durmiendo un buen rato me sentiré mejor.

—Bueno —le respondo no muy convencida.

Mientras ella toma una ducha acomodo su cama y le preparo un té de manzanilla.

—Voy a llamar a Pablo para decirle que no saldré hoy —digo mientras tomo mi celular.

—No hija, ve y diviértete —pide tomando mi mano.

—Pero mamá...

—Enserio mi vida. Ahora voy a dormir y estaré bien. Sal y diviértete mucho, ¿sí?

—Está bien —le respondo rendida— Pero cualquier cosa me llamas ¿ok?

—¡Ok!

Beso su frente y salgo de su y habitación.

*****************

Llegamos al pub y como siempre
esta lleno de gente y a pesar de lo temprano que es ya hay algunos borrachos. Nos dirigimos hacia donde estan nuestros amigos. No somos muchos, pero lo pasamos genial y lo más importante es que siempre estamos juntos cuando más nos necesitamos.

Somos cinco en total. Manuel, mi cuñado, hermano de Pablo. Es el más extrovertido, no se calla nada y eso siempre le trae problemas. Agustín, es el amigo desde la infancia de Pablo, es muy tímido pero es genial. Mi adorada Luna, Pablo y yo.

—¡Al fin llegan! —grita Manuel.

—Perdón, es que mi mamá no se sentía bien.

—¿Le pasa algo a la tía Perla?—preguntó Luna. Ella y mi mamá se adoran.

—No, es que se sentía un poco mareada. Quise quedarme con ella pero insistió en que viniera. Quedó durmiendo. ¿Tomamos algo?

—¡Claro! —responde mi amiga.

Los chicos beben cerveza y nosotras unas siete variedades de tragos frutales.

Luego de un rato noto que Manuel se acerca a donde Pablo y yo bailamos.

En La Piel De Adela. ©[Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora