Tema: Contigo/ By Maite Perroni
Todo es blanco, hay mucha paz. Puedo oír los pájaros cantar, risas, voces y también una dulce melodía, pero todo a gran distancia. Aquí parece respirarse sosiego y puedo jurar que se percibe el aroma al amor.
Cerca veo un banco y decido ir a sentarme. No sé que es todo esto ni donde estoy pero no me preocupa, algo en mi interior me impide sentir dudas o miedos dando paso únicamente a este maravilloso sentimiento de tranquilidad.
Miro a mi alrededor, no hay nada. Sólo escucho su voz a lo lejos.
—Adela, hija.
—¿Mamá? —la miro sorprendida— estoy...¿muerta?
—No mi amor, tranquila — se sienta a mi lado y acaricia mi rostro.
—No entiendo. ¿Dónde estoy? ¿Qué haces aquí? ¿Qué me pasó?
—Son demasiadas preguntas —sonrió— que te ocurrió no sye, pero si estás aquí es porque necesitabas desconectarte un poco del mundo porque este sitio es para eso, ¿estás sufriendo por algo?
—Sí ma, mucho. Te necesito tanto.
—Yo estoy contigo, sólo debes aprender a buscarme, en tu corazón. Dejé mi esencia en ti mi amor, una parte de mi vive en ti.
—¿Por qué no puedo ser feliz mamá? ¿Por qué todos me abandonan o me cambian por alguien más? ¿Por qué mi vida es tan triste?
—Eso está cambiando. Me contó un pajarito que vas a ser mamá y eso lo transforma todo de gris a multicolor. Allí tienes la razón por la que cada día te pondrás en pie, el motivo de tus sonrisas, quien te robará el aliento y detendrá tu corazón, la persona que con solo una mirada o una sonrisa te hará sentir que todo ha valido la pena, y eso te lo juro. Ahora debes volver y seguir tu camino, aún te queda mucho por andar.
—No, quiero quedarme aquí contigo, para siempre.
—No es tiempo, ahora tienes que vivir. Y ten fe porque te aseguro que serás muy feliz.
—¿Estás bien aquí?
—Sí. Aquí no existen los dolores ni el llanto, tampoco la maldad. Estoy en paz. Te amo mi niña.
—Y yo a ti.
Abrí mis ojos con mucha dificultad estaba en un lugar desconocido. Giro a mi derecha y veo a una señora sentada, con un rosario entre sus mano. Parece que reza.
—¿Dónde estoy? —pregunto cuando logro hablar.
—Adela. ¡Gracias a Dios despiertas! Iré a buscar al médico.
Salió prácticamente corriendo de allí dejándome desorientada. Un médico volvió con ella y comenzó a hacer preguntas mientras me revisaba.
—Adela, ¿qué es lo último que recuerdas?
—Pasé varios días deambulando en una plaza sin comida ni donde dormir porque me robaron. Nadie me ayudó. ¿Cómo llegué aquí?
—Te desmayaste en la plaza, estabas débil y tenías un principio de anemia pero lo solucionamos a tiempo con unas transfusiones. No caíste al piso cuando te desvaneciste gracias a un señor que pasaba por allí y te sostuvo. Hicimos una denuncia ya que no traías documentos y fue allí cuando tu tía Ester llegó y ha permanecido a tu lado todo el tiempo.
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En La Piel De Adela. ©[Editando]
RomanceAdela creció con mamá, luego de que su padre se marchara tras el divorcio de ambos . Su relación es maravillosa, repleta de complicidad, juegos y sobretodo mucho amor; la dedicación y el esfuerzo de su madre, han hecho de Adela una gran mujer. Todo...