Tema: Volver a empeza/by Alejandro Lerner
Un silbido anuncia que el agua hirvió, cierro el gas temblorosa, tomo la jarra y vierto un poco en cada taza, las que coloco sobre su platillo correspondiente y los mismos sobre una charola. Los sobres de té, azúcar, edulcorante y leche. Galletas de salvado y mermelada de arándanos. Cierro mis ojos evocando fuerzas para controlar mis nervios.
Desde que entramos en la casa yo estoy es la cocina sola, Camilo y Margot están en la sala en silencio ya que mi tía dijo que hablaríamos los tres.
—Vamos Adela, ve y enfrenta la situación que tu eres todo menos cobarde — me dije a mi misma.
Tomé la charola e ingresé a la sala con la frente en alto, coloqué todo sobre la mesa y me senté junto a mi prometido, porque eso es, mi prometido.
Margot nos miraba esperando que uno de nosotros comenzara a hablar y fue Camilo quien lo hizo.
—Mamá, primero que nada espero que no realices ninguna de tus escandalosas escenas, Adela está mal.
—Yo también me siento fatal por eso estoy aquí, creí que mi sobrina y yo podríamos compartir un rato juntas y que me contara cosas bellas de Perla, porque a pesar de todos los años separadas y de las mil diferencias era mi hermana, mi pequeña hermana y la amaba. Pero por lo visto el motivo de conversación será otro — tomó uno de los sobres de té y lo colocó en la que sería su taza.— ¿Cuándo comenzó este...lo que sea que tengan?
—Hace un par de meses, por un amigo en común. Adela y yo no sabíamos de nuestro parentesco hasta que nos vimos en casa de la abuela y para ese momento ya era demasiado tarde.
—¿Tarde para qué? —bebió un sorbo de té—
—Para acabar con lo nuestro. Seré breve y directo. Estamos enamorados y nos vamos a casar.
Margot soltó una fuerte y sonora carcajada. La muy bruja se estaba burlando de nosotros.
—¿Qué es tan divertido mamá?
—Ustedes. Ustedes y su ingenuidad. ¿Casarse Camilo? ¿De veras? Pero en que mundo viven. ¡Son primos, por Dios!
—Me tiene muy sin cuidado lo que pienses. No estoy pidiendo ni tu opinión ni mucho menos tu aprobación solo te informo que vamos a casarnos le pese a quien le pese.
—Camilo hijo. Siempre fuiste el más problemático de los tres, nunca me obedecías, todo el tiempo haciéndome renegar y quedar mal frente a mis amistades. Pero eso acabó porque ya no tienes diez años. Debes madurar y entender que la vida no es amor y felicidad hay apariencias que cuidar para evitar estar de boca en boca, hay que preservar el buen nombre de nuestra familia. Así que no se hable más. Quédate aquí esta noche, despidanse, hagan lo que quieran pero a partir de mañana cada uno por su lado y esto será un secreto, nuestro secreto — sonrió para proceder a untar una galleta con la mermelada y llevársela a la boca.
Yo solo podía observarla atónita. Era una sínica, pedante, mentirosa y manipuladora.
—Margot, no sé que es lo que buscas pero te diré algo, no me separaré de tu hijo. Así que vas a tener que escoger, dime ¿qué prefieres? ¿qué todos hablen porque tu hijo se casó con tu sobrina o que lo hagan por tu secreto?
Su mirada pasó de autosuficiencte y decidida a miedosa y sorprendida.
—¿De qué hablas Adela? —preguntó Camilo, confundido.
—Que te lo diga tu madre, si tiene el valor suficiente, claro.
—¡Cierra la boca muchachita maleducada! —dijo alzando la voz y con tono amenazante.

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En La Piel De Adela. ©[Editando]
RomanceAdela creció con mamá, luego de que su padre se marchara tras el divorcio de ambos . Su relación es maravillosa, repleta de complicidad, juegos y sobretodo mucho amor; la dedicación y el esfuerzo de su madre, han hecho de Adela una gran mujer. Todo...