Capitulo VIII : Vinculos

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El acontecimiento que revolucionó al mundo de la farándula tardó tan solamente un par de horas en confirmarse y menos de un día en divulgarse en todos y cada uno de los medios a su favor. No tan solo magazines, blogs en internet y redes sociales fueron afectadas, si no también las noticias casi a nivel nacional donde repetían al menos dos veces al día imágenes de cómo se encontraba Cindy en el hospital central de BlackHole city, casi siempre encabezando los titulares con la siguiente leyenda: " Cindy Lutwidge, nuestra joven estrella de las pasarelas ha sido herida de gravedad tras ser atacada brutalmente por un alumno de Death Academy dentro de una de las estancia del establecimiento. El joven identificado como Eliot Neville, posible familiar del director de Darkness Academy, Piero Neville, se presume como el autor de dicho ataque. " o algo similar con variantes mínimas. Entre las repeticiones que pasaban en la televisión mostraban la evolución de la chica en el hospital siempre enfocando de sobremanera el vendaje de su cuello . De igual manera se filmaba a Eliot en el mismo hospital pero en otra sala mientras se recuperaba del shock emocional y de sus ya muy sanas heridas que habían sido obra de Jake, amigo de Cindy y quien la había defendido antes de que Eliot pudiese ejecutar el " golpe de gracia" o " haber perpetrado su sádico objetivo" como les gustaba decir en los noticieros para dar algo más de drama y ser un poco menos imparcial en los acontecimientos.
Las personas con las que tenía contacto Cindy eran acosadas durante toda la semana posterior del incidente con las cámaras de distintos equipos televisivos y de la misma forma también era invadida la privacidad de Lázaro y Piero, a quienes fueron tratados como los responsables de aquella falta en la seguridad de ambos chicos.





Era sábado y como cualquier otro sábado los alumnos del establecimiento eran libres de ir a la ciudad y volver a la hora que estimaran conveniente teniendo siempre en cuenta de las condiciones especiales del anochecer. Estaban Jake y Walter recorriendo la ciudad en busca de algún regalo para Cindy dado que Kikio, la otra chica del cuarteto no iba con ellos porque era la única que vivía en el hospital para cuidar de Cindy y suplir sus necesidades al pie de la letra puesto Jake consideraba algo aburrido el trabajo y a Walter jamás se le pasaría por la mente ayudar a una persona de esa manera.
Jake se había comportado como un verdadero crio ante la presencia de Walter y no era para menos, si el demonio parecía todo un adulto al lado de él con aquella seriedad que no se la quitaba nada y mucha menos gracia le hacia lo infantil de Jake.

-¿Qué opinas de esto? – Preguntó el más bajo mientras alzaba un oso de peluche sacado de uno de los canastos de una tienda – Esta muy lindo, ¿ A que si?
-Si, supongo – Exclamó Walter mirado de reojo el peluche sin mucho interés mientras se cruzaba de brazos - ¿Pero no crees que ya tiene demasiado con todos los que has comprado?

Todo indicaba que Jake no se había dado cuenta de su actuar hasta que Walter le mencionó aquel punto. Y en efecto no era el primer peluche que cotizaba el chico de cabellos castaños, si no el decimo. Los otros nueve peluches se encontraban dentro de una bolsa de plástico a su lado que minutos antes había tenido agarrada con su mano derecha.
Cuando cayó en cuenta de aquello sus manos soltaron el peluche que tenían tomadas como si de un metal al rojo vivo se tratase mientras su rostro se encendía con la tonalidad de uno mientras miraba a Walter.
-Lo siento, no me di cuenta – Mencionó riendo algo avergonzando – Es que son tan lindos, y suaves y todo eso, ya sabes.
-A de ser – Exclamó Walter mientras soltaba su pose – Vamos, que aun falta comprar el shampoo que ocupa. La he oído decir que le mosquea el que tienen en el hospital.
- Es una buena idea - Dijo Jake – Pero debes aprender que no es cortés escuchar conversaciones ajenas . – Le picó el brazo derecho mientras llevaba consigo la bolsa donde llevaba los demás animales sintéticos.
-¿Y eso qué? Soy su guardaespaldas, debo estar informado de ella.
-Y yo soy el manager y no por eso voy a decidir que shampoo debe ocupar o no. – Rió por lo bajo caminando a su lado sin más. De vez en cuando Jake sentía la mirada de Walter de manera aplastante sobre su ser cuando le rebatía algo y eso le divertía demasiado, sobre todo porque lo hacía en silencio como un niño reprochado que no quiere aceptar su error.
Pero no era la única mirada que sentía Jake en ese momento, había alguien más que hace ya un buen rato atrás los había estado siguiendo a lo lejos aun que se veía que no estaba solo.

T.D.A. - Libro I : Black StarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora