Capitulo XIII: Déja vu, tercera parte y final.

4 0 0
                                    


    ¿Cuántas veces mas tenia que fallar en su misión? Siete relojes ya habían detenido su marcha bajo sus pies y él tomaba la mano de Alice cada vez con más inseguridad. Eliot no sabía que estaba mal de todo lo que hacía, después de todo evitaba dar mucha información de lo que pasaría mientras cambiaba las cosas y se hacia el incomprendido hasta que la mente de Alice se liberara de las condiciones de su propia habilidad, pero nada le daba buenos resultados. Notaba a su vez el cansancio de la chica que iba en aumento con cada viajar en el tiempo, retrocediendo y borrando todo lo mal logrado del vampiro.
Ambos chicos habían intentado cambiarlo todo; desde evitar que Alex o Walter fueran a la misión reemplazándolos con otros, encarando a Azel en el momento que llegaron a la mansión, no separarse aquella noche para dormir, no estar dentro de la mansión a la hora que explotaba, etc. , etc. ...pero aun no daban con la clave para evitar la muerte de Nicole.
-¿Será el destino el que impide que la salvemos? -Se cuestionó Alice, tomando fuerte de la mano de Eliot quien se veía bastante desanimado.
-No – Respondió seco el chico – No voy a dejar que muera, Alice. Debe haber algo que estemos haciendo mal.
-¿Cómo qué?
-No lo sé... algo pequeño pero importante.
Eliot no sabía ya que pensar, estaba cansado de todo aquello y necesitaba averiguar ahora de que se trataba antes de perder la fe en sus capacidades. Sus ojos bajaron la mirada hasta centrarse en uno de los relojes que estaban bajo sus pies y notó la hora en la que se había detenido y una gran duda le asaltó, ¿ De qué exactamente era esa hora? No podía ser coincidencia de que todos los relojes descompuestos que hacían referencias a sus intentos fallidos se hubiesen detenido en ese momento exacto. Era extraño y más aun al recordar que en su sueño también había visto aquella hora en los relojes detenido del paramo.
-Alice ¿ Recuerdas que algo haya pasado a las cinco con diez minutos? - La pregunta de Eliot si sonaba extraña, pero era necesaria por lo raro de esa extrañas casualidades
Alice lo meditó un momento antes d tirar algo que le rondó la mente cuando escucho la pregunta que en si era extraña pero que había dado en el blanco.
-Creo que esa era la hora cuando llegamos a la bahía, pero no estoy segura del todo – Respondió la rubia mientras miraba hacia un costado algo insegura.
-Eso no explica mucho, ¿ Pasó algo mas a esa hora? ¿Viste a alguien? ¿Hiciste algo que no debías?.
-No, en verdad n....- Pero antes de concretar su negación un recuerdo súbito llegó a su mente. ¿Como había pasado por alto ese acontecimiento si había sido algo clave? – Vince - Mencionó en un susurro suave pero audible por el contrario.
-¿Quién?
-El niño que conocí, Vince. Quizás el sea el problema , el no encontrarlo, algo importante debe tener – Dijo con entusiasmo. Se notaba la nueva esperanza que surgía en ella al dar con la respuesta al problema que se presentaba.
Pero Eliot quizás dudaba un poco que no encontrar a un niño que nunca más se mencionó fuese el problema. De hecho, ni siquiera lo había visto y si sabía de su existencia era porque Alice había salido en su búsqueda y por ello habían llegado a la mansión de su familia. Pero ahora a él le surgía una inquietud con respecto al sueño que había tenido la noche de la explosión antes de comenzar con todos los intentos de arreglar el futuro; El deplorable estado de Leo a quien no había visto desde aquel encuentro intimo entre ambos. Quizás de eso se trataba todo, de arreglar todos los errores del pasado para continuar de buena forma en el futuro y lo podía hacer en un solo viaje siempre y cuando Alice pudiese con tal difícil hazaña ya que eran dos días de regreso.
-¿Puedes retroceder una vez más? – Preguntó Eliot, sosteniendo con ánimos la mano de la chica.
-Si puedo, pero no creo que haya una siguiente después de esa... estoy tan cansada... - Exclamó Alice en un suspiro mientras miraba al contrario con algo de tristeza.
-No te preocupes, esta será la última – Las palabras de él fueron tan seguras que hizo que una sensación inundara el cuerpo de Alice con tan solo escucharlo. – Debes retroceder dos días, hasta el último día que estuve en el asilo de Blackword city y de ahí comenzaré a mejorar todo lo que pueda.
Pero a pesar de la incertidumbre que sentía Alice ante el misterioso plan de Eliot accedería ya que no le quedaban muchas opciones al respecto. Asintió suavemente para luego observar como se trisaba un nuevo reloj con la hora de todos los anteriores sin siquiera cambiar el recorrido de la fisura. La luz lo iluminó todo y Eliot despertó aun atontado y con un dolor en los riñones por una dosis de Reprise que recordaban le habían puesto cuando dormía aquella mañana. Se sentía con el cuerpo pesado y bastante mareado por la visión nublosa que tenia, algo que no se lo daba a nadie, pero tenía un motivo para volver a sufrir aquellos maltratos por un día más y esa era la visita de Leo.

Se levantó e intento reproducir aquel día que tan bien se acordaba, realizando sus acciones paso a paso sin equivocarse en nada. Desde que se levantó, desayunó , fue a El Punto y habló con Scarlett los mismos temas a cerca de sus dudas con respecto a su facción para finalizar con el recibimiento Leo, que ahora más que extrañeza le causaba una sensación de nerviosismo mientras más intentaba forzar sus respuestas, la expresión que usaba y todo lo demás para que calzará todo. Pero algo pasó por su mente en el momento que Leo se disponía a ir. La sorpresa que le había causado verle y que respondiera con tanta frialdad no le había dejado decir absolutamente nada, pero esta vez no estaba bajo tales efectos por lo que sus labios se movieron y sus cuerdas vocales vibraron para emitir unas cuantas palabras.
-¿Qué fue lo que te pasó , Leo? - Dijo en un tono desafiante ganando a cualquier otro sonido en la habitación, casi produciendo un eco perfecto.
-¿A qué te refieres, Eliot?... – Contestó inesperadamente Leo, deteniendo su paso pero sin mirar hacia atrás.
-Olvídalo – Mencionó Eliot, volviendo hacia la mesa de Demian intentado ignorar al ángel. No tenía intenciones de mover mas aquella instancia que ya de por si estaba alterada. Luego obviamente intentó arreglarlo un poco al leer la nota que no tenía necesidad de leer porque sabía que contenía, aun que no sabía o tenía claro aun a que se refería eso de no confiar, ¿ No confiar en que? Quizás era algo obvio que no estaba viendo, quizás era Leo después de todo.
Llegó el momento en que procederían a lo que era el examen del Reprise programado para Eliot por parte de Leo.
-A delante, Eliot – Menciono Leo una vez más a Eliot, en el mismo suave tono.
-Ok. – Respondió el vampiro, haciendo ingreso a la habitación mientras cambiaba de posición con el castaño, quien iba a cerrar la puerta de la habitación como antes, para luego posicionarse al lado de la cama.
-Necesito que te recuestes para administrar el Reprise.- Ahí estaba ese tono con el cual le hablaba Leo era tan indolente, tan insensible y poco cálido que le calaba en los huesos con potencia haciendo un daño enorme a pesar de todo, pero no podía hacer mucho. Esto en vez de dar paso a su respuesta anticipada que los había llevado a consumir el coito más tarde , hizo que el vampiro recapacitara y tras eso se acostó en la cama y bajó un poco su pantalón al tiempo que subía su playera.
-A delante. – Mencionó Eliot, sin expresar nada en especial.
-¿Estas seguro? -Preguntó Leo ya al lado suyo preparando la inyección, quitándole el aire que estaba de mas.
-Claro, nada fuera de lo común, me he pinchado todos los días durante un mes. Casi es parte de mi, ¿No lo crees, Leo? – Tenía que bajar su tono, se escuchaba ofendido y enfadado cuando en verdad no sentía nada especial más que extrañeza de que alguien mandara al chico de anteojos a controlarlo.
Leo se quedó en silencio y fue así como posó su tibia mano derecha sobre la piel helada de Eliot, un contacto que le produjo sensaciones al vampiro y mas al recordar lo que habían echo en un tiempo pasado que ahora no existía, haciendo que sintiese una gratificación especial al saber que no había problema alguno ahora, que todo estaría bien. El sentimiento poco le quedó ya que Leo pasaba el Reprise por los riñones el vampiro tras pincharlo a esa altura y en cuanto quitó la aguja de su cuerpo, Eliot sintió que sus órganos quemaban por dentro al menos diez veces más fuerte de lo que le había dolido jamás las dosis del Reprise. Se retorcía mientras su mirada se nublaba, entregándose a la oscuridad de su visión jadeante y empapado en sudor por el dolor, un dolor intenso que recorría sus venas y palpitaba en ellas.
-Lo siento... - Había escuchado nuevamente aquello venir con la voz de Leo, pero sentía el tono de arrepentimiento que había tenido esta vez versus a la contraria, que había sido fría y calculadora tras haber consumado el acto sexual.
Eliot se sintió desvanecer sin tener la certeza de que estuviese vivo al despertar, pero por como se sentía lo veía difícil aun que había cumplido con su cometido.


El sonido de la puerta lo despertó incluso antes de sentir el peso de su ropa sobre su cuerpo cuando posiblemente el enfermero le había lanzado sus pertenencias.
-Levántate ya. Eres libre, unas chicas te han venido a buscar. Te espero afuera.
Se levantó poco después de que el enfermero se retirara, notando que esta vez estaba vestido de interno y su ropa característica estaba desparramada por toda la cama incluyéndolo como parte de la cama. Había evitado el encuentro sexual con Leo pero el resultado había sido el mismo, había sido liberado. Lo estaba logrando pero ahora quedaba lo más difícil aún.
La escena se repitió sin problema alguno a la primera vez que la había vivido, incluso cuando vio a Demian despedirse con la mano a lo lejos, con aquella inquietante sonrisa en sus labios. En ese momento Eliot recordó lo que había visto en las noticias acerca del lugar en el que estaba ahora. Era cierto que Demian había conseguido su cometido llevándose a muchas personas que no había podido sobrevivir a la explosión, por lo que dio un suspiro hondo.
-Ya vuelvo... - Le dijo al enfermero, quien se detenía en cuanto Eliot avanzó hacia Demian. – Hey... ¿ Qué tal? – Le dijo con una sonrisa suave.
-Va todo según el plan, este lugar volará en cenizas... - Menciono mientras le miraba y luego daba un vistazo al enfermero - ¿ Y tú? Veo que ha cumplido tu condena ya... debes haber impresionado al ángel después de todo
-Lo suficiente para cambiar mi pensamiento - Menciono para luego alzar su mano hacia un lado, girando su mirada hacia aquel lado divisando su objetivo – Lo siento, pero no puedo permitir que lo hagas... - Dijo el vampiro sonriendo suave.
-Espera... - Demian miró hacia donde apuntaba Eliot para darse cuenta de que su objetivo era una alarma de incendios – ¡ No! Ni se te ocurra...
Demian se lanzó hacia Eliot pero este ya había disparado una descarga de su sombras en forma de proyectil hacia la alarma, la cual reventó y se accionó junto a los rociadores que comenzaron a mojarlo todo a su paso, junto a todos los objetos que había recolectado el demonio para hacerlo explotar todo y como es obvio las cosas mojados no explotaban.
El demonio no alcanzó a tocar a Eliot cuando un enfermero lo cogió del brazo y le hizo una llave tras la espalda para inmovilizarlo de un solo movimiento. Eliot tan solo miraba los ojos de Demian que se encendían de ira tras lo que había echo.
-Me las vas a pagar.... ¿Escuchaste? – Escupió el demonio mientras se retorcía con ira por el agarre de sus captores.
-Lo más seguro, pero cuando estés libre... - Eliot se encogió de hombros y luego dio media vuelta para ir hacia donde se encontraban Cindy y Alice. Sin dudas se sentía mas ligero al saber que posiblemente había ya arreglado dos errores en el transcurso de esa semana y las cosas parecían ir bastante bien .

Y así fue como totalmente empapado Eliot saludó a ambas, donde se creó una leve alteración de esa escena con la pregunta innegable de " ¿Qué diablos fue lo que pasó? " Por parte de Cindy. A excepción de eso todo lo demás transcurrió exactamente igual hasta el otro día, en el cual Eliot había despertado antes que sonará el despertador y se limitó a no observarse en el espejo por mucho tiempo para ir a asearse, donde repetiría la pequeña charla que había tenido con Yinny de forma regular, como el encuentro con Alice y Cindy mas tarde, reproduciendo la misma discusión infantil al apretar la llamada para Nicole. Eliot no sabía como su mente había retenido tanta información como para poder reproducir las mismas cosas sin equivocación alguna pero así pasaba, era casi propio de él lo que tenía que decir como la estrofa de una canción que se escucha tantas veces que el solo hecho de escuchar su melodía los labios se comienzan a mover solos para seguir con la letra correctamente.

Finalmente volvieron a Costabrave, teniendo el mismo altercado de la muralla en medio del mar pero como antes pudieron resolverlo rápidamente gracias a la ayuda de Alex y Walter quien parecía repeler al chico de cabello rojo todo el tiempo.
Arribaron a eso de las cinco de la tarde nuevamente en dicho lugar, donde volvieron a ir al mercado de la bahía. Hasta ese momento nada le parecía fuera de lugar a Eliot en verdad pero no podía negar su curiosidad a cerca de donde estaría el chico que había intentado ayudar Alice, por lo que no le quitaba la mirada de encima en ningún momento. Fue entonces que un sonido le alertó , haciendo que retumbará en su cabeza y a la vez darle permiso a un escalofrió de recorrer todo su cuerpo. Era inconfundible tras haber escuchado tantas veces el mismo sonido y ahí estaba, al voltear la mirada hacia arriba y a la derecha de su posición actual se alzaba un enorme reloj sobre una colina no muy lejana, pero esto no fue lo más alarmante, si no la hora que marcaba: las cinco con diez minutos. La incomodidad que le causo ver aquella hora en el reloj no se comparaba a nada que lo hubiese tomado tan de sorpresa jamás, era la misma hora de su sueño, la misma de los relojes de donde lo llevaba Alice entre el presente y el pasado. De pronto, sus ojos bajaron la mirada hasta donde se encontraba Alice y vio que hablaba con un niño rubio.
-Joder, es él... - Exclamó suavemente, no podía estar equivocado. El solo ver el rostro del chico con aquellos llamativos colores de sus ojos le hizo hervir la sangre en sus venas; un ojo verde y el otro azul.
-¿Eliot..? – Preguntó Nicole, quien se encontraba a su lado. La chica de pelo violeta sentía la tensión de su primo mientras intentaba llegar con su mirada hacia donde estaba mirando él - ¿Qué pasa?
-Mantente alejada. - Mencionó Eliot antes de correr al puesto donde estaban las espadas y dejando una cantidad considerable de dinero sobre el mostrador tomó las armas y cargó una de energía oscura hasta que sintió que podría reventar de dotarla de mas. Esperó hasta que Alice se comenzará a mover junto al chico de la mano para lanzar el arma justo en medio de los dos, clavándola en el concreto de la calle y explotando en una pequeña nova de sombras que fue detenida en el tiempo, pero no por Alice dada su expresión de asombro, si no por el infante.
La expresión del chico era de enfado sin igual, arrugando su pequeño rostro con ira mientras Alice se distanciaba de él dando una voltereta hacia atrás para abarcar más terreno en su escape, al mismo tiempo que se ponía a la defensiva. Los demás también notaron aquella situación por lo que volvieron desde la parte del mercado que se encontraban hasta donde se encontraba Eliot y Nicole.
-Vaya - Mencionó el pequeño – No me esperaba que al fin resolvieras todo esto tu solo.
-No había sido de no ser por el reloj – Mencionó Eliot, apuntando el reloj de la colina con la punta de la otra espada.
-Aun que te has tardado mucho, después de todo era una pista simple.
El pequeño niño se comenzó a desfigurar incluso aumentando de tamaño, dando pasó a la verdadera forma de Azel, que era sin más un viejo de cabellos rubios desteñidos y ropa formal desgastada por los años. Cindy había abierto sus ojos bastante grandes y con impresión al ver a su padre aparecer ante ella desde la forma de un niño. No lo podía creer, ¿ Que estaba pasando aquí?
-Acabemos con todo esto de una vez - Mencionó Eliot ahora cargando la espada que le quedaba en la mano derecha.
-No, no, no – Mencionó Azel, señalando a Alice y luego a Cindy – Ellas son las que se merecen pelear contra mí. Para ti y los demás chicos está...
Y antes de que dijese el nombre, desde la oscuridad entre edificio y edificio entró Takeshi, sonriente y confiado. Eliot le volteó a mirar y en ese instante se dio cuenta de que nadie más podía moverse más que ellos. Todos los autos, vendedores y personas que transitaban por ahí se habían congelado en el tiempo.
- Tu con las rubias y yo con los que sobran... - Rió Takeshi – Me parece interesante Azel, me has dejado mucha diversión.
- Son mis hijas, no podía quitarles el derecho de reclamar lo que buscan si me llegan a ganar - Exclamó Azel, sonriente.
Eliot no le quitaba la mirada de encima a ninguno de los dos ya que estaban virtualmente cerca, pero algo le hizo desviar un segundo su atención a Alice, quien parecía haber liberado sus recuerdos en ese momento por su expresión de sorpresa y luego de decisión. Ella miraba directamente a los ojos a Azel comenzado a recuperar cada parte de lo que había perdido en sus pensamientos que eran almacenados durante sus saltos temporales, lo que le daba cierta ventaja aun que sabía que Azel no estaba perdiendo memoria. Era impresionante si se ponía a pensar, podía saltar en el tiempo sin acortar su memoria, algo realmente útil y sorprendente que evidenciaba el nivel de control que su progenitor tenia sobre la habilidad.
-Alice, él es nuestro padre - Le informó su hermana mientras caminaba hacia ella.
-Lo sé Cindy y no precisamente nos quiere dar un abrazo y un besito en la frente – Mencionó con certeza, ya sabía que no tendría compasión de ellas por todas las veces que había combatido contra él como recordaba.
Pero mientras reflexionaba aquello, se escuchó el grito de Walter al lanzarse en un ataque netamente físico hacia Takeshi sin advertir a nadie de nada, lo que resultó bastante mal ya que el chico de pelo azul no estaba con la guardia baja a pesar de lo tranquilo que se veía. En cuanto Walter llegó hacia él fue rechazado por un golpe en la boca del estomago con una potencia descomunal, usando la fuerza de repulsión necesaria para empujar lejos al demonio quien cayó metros más allá tosiendo muy fuerte.
-Que inteligente, ¿ Alguien más? – Menciono sarcástico haciendo un gesto de bosteza, mientras sonreía.
Eliot vio la expresión de Alice ante el comentario de Takeshi , parecía furiosa como nunca antes se había mostrado, incluso con una actitud más fuerte que la de su hermana Cindy pero atinó a tranquilizarla.
-Alice nosotros nos encargamos de él. Resuelvan lo de Azel .

Y así fue. Las rubias tomaron distancia de Eliot y los demás a unos cuantos metros mirando en dirección contraria al otro, unos hacia Takeshi y ellas hacia Azel. El chico de cabello azul chasqueo los dedos y una grieta gigante se abrió entre ambos grupos la cual desplegó una muralla de fuego tan alta que no dejaría ni siquiera ver qué pasaba al lado contrario. Se sentía el ambiente tenso y mas por el hecho de saber que no podían interferir en la pelea del contrario en ningún momento, por lo que tendrían que tener bastante cuidado de mantenerse en pie hasta abatir a su contrincante.

-Nicole ponte tras nosotros– Menciono Eliot nervioso – No queremos que te haga daño. Sabes, tu eres...
-¿Algo de lo que me tenga que enterar? – Preguntó Takeshi, viendo como Nicole se ponía al margen de la pelea - ¿Ella no peleara? -Preguntó, con una mirada venenosa hacia la chica. – Lastima que sea parte de mi misión, sino te juro la dejaría fuera del asunto. Que mala suerte
-Ni creas que la alcanzaras - Mencionó Alex, ayudando a Walter a levantarse.
En cuanto lo logró, el demonio volvió a emprender la carrera a paso rápido hacia el chico de cabello azul, esta vez con sus manos puesta en el elemental correspondiente, una de hielo y una de fuego. Su mirada quemaba y se notaba la necesidad de golpear al contrario esta vez para quedar a mano con él, pero Eliot sucumbió al miedo empezando a correr también junto con él hacia Takeshi, empuñando la espada corta que le quedaba ya que la otra se encontraba en el lado que estaba Azel.
Como era de esperarse, Alex se había quedado estático para defender a Nicole sin que nadie se lo pidiese, al menos el si tenía sentido común en ese grupo. Los otros dos ya estaban a un metro de Takeshi que a penas había cambiado de pose a cruzar sus brazos por detrás de su cabeza mientras sonreía, lo que enfureció mas al demonio quien había saltado hacia este nuevamente.
-A perros viejos no se les puede enseñar nuevos trucos - Se burló Takeshi y antes de que la mano de fuego de Walter llegará a tocarle siquiera la ropa, él le había cogido la muñeca en un movimiento rápido cambiando de posición con Walter para luego alzar su puño desocupado con el cual le dio un golpe secó pero no fuerte en medio del antebrazo. En cuanto eso pasó, Eliot notó algo extraño en la mano de Walter; no tan solo su poder se había desvanecido de ella , si no también la firmeza, cayendo como si se hubiese apagado. Los ojos de Walter se abrieron bastante y sin esperar mucho mas lanzó una patada girando en su propio eje para alcanzar de alguna forma a Takeshi, pero este hizo el mismo movimiento ahora agarrando el tobillo del demonio con su mano desocupada, soltando la muñeca inerte de Walter y dando el mismo golpe al nivel de la pantorrilla de la pierna de este. Tuvo el mismo efecto , solo que ahora tras caer como sin vida la extremidad en la cara de Walter se reflejaba dolor. En eso llegó Eliot y lanzó un corte preciso y sin demora al rostro de Takeshi, pero este le esquivó empujando el cuerpo de Walter para tirarlo al suelo y saltando por encima de él para caer en sus manos y dar una voltereta, acortando la distancia con Alex. Lo siguiente era más que predecible; había salido corriendo hacia donde se encontraba el pelirrojo y Nicole mientras reía triunfante, pero Alex no se quedó quieto y comenzó a lanzar proyectiles de agua que creaba a partir de las partículas en el aire. Eran pequeñas como una bala por qué un día soleado como el que había no contenía mucha humedad en el aire, pero era suficiente para frenar el avance de Takeshi aun que no por mucho.
Las balas se impactaban en su cuerpo haciéndolo retroceder, pero hubo un punto en el cual el de cabello azul comenzó a resistir ante el ataque de Alex hasta que ya estuvo lo suficientemente cerca como para que Alex lanzará un golpe hacían la mejilla del contrario, pero este le esquivó y dio varios pequeños golpes en la extensión de su brazo con rapidez antes de culminar con una patada fuerte al nivel de la cadera, con la cual lo derribó dejando el camino libre hacia Nicole.
Eliot se iba a dirigir a auxiliar a Walter o al menos a echarle una mirada mientras Alex frenaba el paso a Takeshi, pero cuando escuchó el quejido del pelirrojo al ser derrabado su corazón se aceleró demasiado. Sabia por experiencias anteriores que bastaba de un solo movimiento para que la vida de Nicole acabará en manos del peli azulado por que así estaba destinado quizás, pero Eliot intentaría lo imposible por que las cosas no tuviesen que acabar así. Corrió a grandes zancadas para acortar la distancia entre ambos lo más rápido posible, cagando sombras en la espada como lo había echo la vez anterior, sintiendo como su sangre quemaba por sus venas.
-¡Nicole! ¡Aléjate! - Le advirtió el vampiro lanzando la espada hacia ellos mientras la chica acotaba la orden y retrocedía rápido. La espada pasó a rozar el brazo derecho del chico de cabello azul rompiendo su manga al tiempo que detenía su paso por la impresión. Luego, cuando el filo de la espada se clavó en el concreto, estalló una nova de energía oscura que también le 'dio por lo concentrado que estaba en el corte de su brazo, alejándolo aun mas de Nicole.
-Auch.... – Exclamó Takeshi, en el suelo tras caer por dicha explosión – Eres hábil...¿ Eh? Solo mira - Mencionó Takeshi mostrándole su brazo cortado, aun que más que la cortada Eliot se fijó en la estrella tatuada que tenía en el hombro. Sentía algo familiar en ese tatuaje, ¿Dónde lo había visto antes?
-A la otra no fallaré... - Menciono el vampiro, mirándole fijamente y observando como este se volvía poner de pie.
- A ver con que me sales ahora, Eliot. Me ha sorprendido con eso, yo que te consideraba un inepto como los otros dos. – Menciono entre risas, sacudiendo su brazo un poco para comprobar si había mas daño.
-No hables tan pronto – Mencionó Alex, mientras se levantaba también aun que con el brazo caído aun. Sea lo que sea que hiciera Takeshi con su habilidad era bastante peligroso al poder dejar una extremidad así con unos cuantos golpecitos. – Si quieres llegar a Nicole tendrás que pasa por mi también .
-Hey, yo también sigo en juego – Walter se erguía para sentarse en el suelo. Este había sido aun más dañado siendo su brazo derecho y su pierna izquierdas afectadas. Alzaba su mano izquierda en un color gélido brillante mientras sonreía suavemente.
-Y no solo ustedes – Exclamó Nicole haciendo que todo giraran su mirada incluyendo a Takeshi quien tuvo un escalofrió que recorrió su cuerpo por completo – No te puedo dejar tan fácil la victoria sin dar algo de mi también – Ella había desfundado una pistola desde una liga en su pierna derecha mientras en sus ojos aparecían unas marcas de blancos al activar su habilidad de precisión.
Ahora el escenario se veía favorable para ellos nuevamente, eran cuatro contra uno y para colmo los cuatro eran héroes de habilidad a larga distancia y contra Takeshi de corta distancia. Las cartas estaban a su favor y ahora solo faltaba contrarrestar la ventaja virtual que se había ganado el villano.

Al otro lado de la muralla estaban las gemelas y el dichoso padre de estas. Las miradas pesaban y tensaban el ambiente, sacando chispas de los azulados ojos de ambas y los de bicolor de él.
Cindy dio un suspiro profundo antes de cruzarse de brazos.
-¿Y bien? -Menciono mirando a Azel de reojo - ¿Dónde está mamá?
-Siempre tan directa, mi copito de nieve... - Mencionó el hombre mayor.
-Solo responde – Escupió impaciente ella.
-Ella murió de cáncer hace...
-Estas mintiendo - Le interrumpió Alice.
-¿Por qué mentiría con eso? – Se sorprendió Azel mirándoles con una sonrisa.
-Por esa sonrisa triunfal que tienes... -Alice desvió la mirada un segundo para luego mirarle con dureza – ¿Cómo puedes verte tan satisfecho al hablar de tu esposa muerta, la compañera de tu vida y la madre de tus dos hijas?. No te conozco bien y tampoco te comprendo...
-Eso es fácil de responder en verdad. Ella fue la que las separó de mi y entre ustedes también... una a Blackword y otra a Blackhole.
-¿Cuál fue su motivo? – Preguntó nuevamente Cindy. Lo que decía Azel era cierto, mas no parecía dispuesto a soltar la verdad completa.
-Todo a su tiempo, mis pequeñas... - Menciono antes de comenzar con un ataque sutil. Lanzó pequeños sellos de tiempo en cadena, vale decir uno azul y el otro violeta sobrepuesto que como Alice sabía muy bien, causaban explosiones por el espacio temporal dañado entre ambos al adelantar y retroceder el tiempo en una fracción mínima de segundos.
Ambas chicas se separaron tomando distancia una de la otra, Cindy dando volteretas hacia atrás y Alice dando brincos hacia el lado teniendo cuidado siempre con el muro de fuego. Los ojos de Alice se desviaron un momento al notar algo extraño entre el fuego; habían símbolos azules y violeta entremedio de la grieta del suelo lo que indicaba que la muralla no sedería a menos de que debilitaran a Azel.
- ¡Que gran padre eres! - Mencionó Cindy mientras lanzaba fragmentos de hielo fino y filoso en dirección a Azel como una respuesta a su ataque. Cindy no se andaba con rodeos y mucho menos cuando el primer ataque no venía de ella precisamente.
Pero aquellos proyectiles no llegaron muy lejos; Azel lanzó pequeños sellos de color azul en los que pudo para adelantar su velocidad aun que en su propio lugar, vale decir hacer mas rápidas sus partículas para que pasaran de solido a liquido. Ese era el nivel de Azel, uno absolutamente superior al de Alice por donde se pudiese mirar, quizás no tanto por su edad a pesar de lo viejo que se veía, si no quizás por el mismo motivo que Alice también había aprendido muchos trucos nuevos desde su ultima vez; crear un vacio temporal entre minuto y minuto donde el tiempo no avanzaba para leer. Aquello fue lo que hizo cuando estuvo con Eliot en la biblioteca, aun que aquel truco no duraba demasiado por ser muy nueva en hacerlo. Intentaba leer lo máximo posible, saltándose las historias o anécdotas de los sellos de reloj y leyendo lo importante como la forma de invocarlos y como manejarlos. Pero las cosas eran claras, tenían que pensar como una para derrotar a Azel, de lo contrario esa pelea no acabaría bien.

Antes de que Alice girara la vista hacia Cindy, esta ya se había lanzado contra Azel para atacarle de más cerca al ver que su ataque no había servido. Cindy daba zancadas largas pero moviéndose en zigzag para no ser atizada con uno de los posibles golpes de Azel que no efectuó si no hasta tenerla a unos dos metros de distancia. Azel no se esmeraba demasiado en atacarla con sellos que abarcaran gran espacio como Alice pensaba que haría debido a su gran potencial, todo lo contrario, Azel ocupaba pequeños sellos de no más de unos diez centímetros que lanzaba lentamente hacia Cindy pero que al avanzar ganaban bastante velocidad. La combinación se repetía usando los sellos azules y violeta juntos para hacer pequeñas explosiones que Cindy esquivó perfectamente combinando pirueta y salto hasta que estuvo a menos de un metro del contrario. Fue entonces que se lanzó rauda con una mano envuelta en su vaho de hielo que de tocar al viejo le causaría un daño bastante severo por la intensidad del color del ataque de Cindy que pasaba de ser un celeste blanquecino a un azul eléctrico. Su mano se estiró pero no pudo siquiera tocar a Azel cuando un sello apareció de la nada y envolvió su mano en ondas rojas, alentizando su golpe. En ese instante Azel, quien había permanecido más o menos tranquilo inclusive ante el actuar apresurado de una de sus hijas, levantó la rodilla derecha con la cual le dio un golpe seco en la boca del estomago a Cindy y luego empuñando su zurda algo tembloroso le dio un golpe en la mejilla que mantuvo en dicho lugar antes de impulsar su brazo para lanzar a Cindy y separarla de él mientras rompía el sello rojo.
Alice se espantó por lo que había resultado todo aquello, tan solo para subir la mirada a su padre quien parecía algo disgustado mirando a Cindy revolcarse en el suelo dos metros más allá de donde se había lanzado a golpearle con anterioridad. Tenía el rostro tapado con ambas manos y se quejaba.
-Estáis bastante lejos de la sincronía... - Mencionó el viejo cruzándose de brazos para hacerle un gesto con la cabeza a Alice para que le fuera a auxiliar, algo que le costó creer a la otra rubia de que fuese una señal de confianza. – aun que no creo que se hayan encontrado hace mucho. Luzbeth las puso bastante lejos una de la otra....
Alice no se hizo esperar más y corrió a donde estaba su hermana. Le hizo alejar sus manos del rostro para comenzar a sanarla usando un pequeño sello violeta de reloj que retrocedía el tiempo, intentando recomponer la piel al momento antes del impacto. En eso Cindy se le acercó al odio y ambas miraron de reojo a Azel.
-tiene un sello bajo los pies - Menciono la otra rubia. – debe ser este mismo. Lo vi emanar una energía violeta desde sus plantas...
¿Podía haber sido eso cierto o una imaginación de Cindy? Se había puesto a pensar Alice, pero cuando se dio cuenta de la realidad vio que Azel había lanzado nuevo sellos pequeños hacia ellas. Cindy había cargado su poder para contrarrestar el movimiento de Azel, pero su hermana fue mas rápida al desplegar un sello violeta enorme bajo ellas posando sus manos sobre el suelo.
En efecto, los ataques de Azel llegaron a ellas pero se mantuvieron suspendidos en frente mientras se descincronizaban lentamente liberando las explosiones en cámara lenta.
- Creo que ya lo tienen... - Mencionó Azel riendo suavemente.
-Lo lograste, Alice... - Menciono Cindy, bajando la guardia y mirando a su hermana sonriente.
-Lo logramos – Corrigió Alice.
-...Pero no canten victoria aún...
Tras aquellas palabras del hombre maduro sus ojos liberaron un resplandor celeste blanquecino mientras sus manos se llenaban también de este brillo junto a un vaho tenue. Tanto Cindy como Alice no podían creer lo que estaban viendo cuando Azel creó unas pequeñas estacas de hielo que lanzó con velocidad hacia ellas, quedando pegadas en una especie de protección en forma de cúpula del sello que había creado Alice que comenzó a debilitarse mientras más estacas se anclaban en él, junto a las explosiones en cámara lenta. Sabían que la protección sedería en cualquier momento, por lo que se levantaron rápidamente antes de que esta desapareciera corriendo lejos del sello que cayó mientras las explosiones estallaban fuerte y algunas estacas se enterraban en el suelo.
Ambas chicas ya se encontraban a salvo del ataque del mayor, pero la sorpresa aun inundaba sus mentes.
-¿Qué carajo acabas de hacer...? – Se preguntó Cindy mientras veía a Azel – Se supone que tu habilidad es el control de tiempo...
- ¿Quién lo dice ? La crioquinesis no me parece tan mala – Dijo este mientras reía antes de lanzar una nueva oleada de estacas de hielo.
Ambas chicas volvieron a una maniobra evasiva, saltando hacia atrás y tomando toda la distancia que la muralla de fuego les dejaba libre. De esta forma y gracias a toda la destreza que desenvolvían ambas rubias, las estacas de hielo de Azel se reventaban en el suelo sin causarles daño.
La mirada de Alice intentaba analizar todo lo que más podía de dicha situación, cada movimiento de Azel y su desplante elemental nuevo le tenía un tanto confusa pero dentro de todo el escenario había algo que tomó la atención completa de la chica aun más de lo que su padre podía hacer.
-La muralla- Sus ojos no podían creer lo que había pasado; La muralla de fuego había descendido en tamaño e intensidad y se lograba ver al otro lado.
La pelea era intensa pero continua contra Takeshi y los intentos por que no alcanzara a Nicole ponían a los otros casi como misiles en contra del chico. Al menos Alex y Eliot se lanzaban con fuerza en contra del villano de cabello azul que los rechazaba con golpes secos y fuertes dejando en claro que su habilidad era la Superfuerza. En cuanto a Walter no se veía enfrentando a Takeshi a tan corta distancia, parecía herido en el suelo pero no impedía que atacara de su posición lanzando bolas de hielo de su mano. Los ojos de Alice pronto se enfocaron en Nicole y notaron como ella disparaba con una pistola haciendo ciertas piruetas. Al ver aquello una duda surgió en ella , ¿Cuál sería la habilidad de Nicole como para usar un arma de fuego común y silvestre? Jamás la había visto hacer algo desde que comenzó la misión y eso alimentaba las dudas de Alice con respecto a ella ¿Y si en verdad no tenía una habilidad? ¿ Y si era una persona normal después de todo? Hace años que no nacía una persona sin habilidad, tanto que el ultimo fue venerado casi como un dios por algunos y por otros fue considerado un hereje al cual eliminar, lo que realmente fue su final.
-¡Alice! – Se escuchó la voz de Cindy mientras lanzaba una ventisca con espinas más pequeñas de hielo que las estacas que lanzaba Azel para hacerlas pedazos. Alice miró aun con la impresión de aquel ataque a la muralla que volvía a su estado normal para luego fijarse en Azel, quien había perdido el brillo en sus ojos y manos, pero que recobraba aquella aura violeta desde la planta de sus pies. - ¿Y ahora que...? – Preguntó Cindy viendo directo a Azel – No me jodas, viejo de mierda – Y así lanzó cristales de hielo que salieron de su mano derecha con un ligero movimiento de esta, pero fueron detenidos en el aire con sellos de reloj violeta lanzados por Azel.
Se notaba la frustración en Cindy, su expresión de enojo era evidente y también el hecho de que estaba a punto de explotar de ira. Pero Alice veía mas allá y sacaba conclusiones, de nada serbia enfadarse si aun no habían podido tocar siquiera a Azel.
-Déjame adivinar. - Le dijo Alice- Esa habilidad tampoco es tuya... ¿Me equivoco?
Una sonrisa suave y dichosa se dibujó en los labios del mayor mientras lanzaba sellos de reloj inestables, aquellos de dos colores que contrastaban tanto por sus tonalidades como por su manecillas que corrían en distinta dirección. Esta vez Alice no desistió en su respuesta y en vez de esquivar y huir se enfrentó a la fuerza de Azel lanzando un intento de sellos inestables contra los de este, desatando las explosiones antes. Luego de ellos, Cindy intentó una respuesta para no dejar a su hermana sola, por lo que dio unos cuantos pasos para darle impulso a su ataque y lanzó con todas sus fuerzas una serie de estacas de hielo que fueron a gran velocidad hacia el mayor quien no tuvo necesidad de moverse más que para atacar los contraataques de sus hijas lanzando sellos inestables y de color violeta pero nada podía evitar que los ataques de ambas impactaran el campo de fuerza de Azel al estar en el sello bajo sus pies.
-¿ Eso es todo? – Preguntó Azel con una sonrisa amplia, moviendo sus manos con suavidad para lanzar su ataque sin problemas .
Pero no tuvo una respuesta verbal, no hubo una pregunta de parte de Alice ni un improperio por parte de Cindy, sino solo un grito al unisonó de ambas donde demostraban haber liberado una gran carga tensional por medio de sus cuerdas vocales. Ambas chicas tenían la misma mirada de ira y concentración, bajo unos ojos brillantes de color celeste claro en Cindy y violeta en Alice, centellantes como un par de focos encendidos en ambas. De las nada ambas chicas habían dejado atrás su distancia a la defensiva y pasaban a acercarse a paso excesivamente rápido a Azel, gracias a los sellos que Alice había desplegado probablemente en las plantas de ambas. Por primera vez Azel se sentía abrumado, por lo que intentado ocultar su pánico ante el drástico cambio de ambas chicas, comenzó a lanzar sellos inestables por todos lados siendo esquivados por ambas y desarmados por estacas y los sellos cada vez más perfeccionados de Alice, excepto uno que Cindy no pudo esquivar con certeza que la hizo saltar, aun que esto le dio un buen impulso.
-¡Ahora, Cindy ¡ - Exclamó Alice, envolviendo a su gemela en los remolinos rojos del sello de reloj que ralentizaba el tiempo mientras le ayudaba a subir más en los aires. Cuando alcanzó la altura necesaria el sello desapareció y Cindy cayó con fuerza al concreto posando sus manos envueltas en el vaho que despedía con su particular habilidad. Dicho acto de la rubia generó una oleada de hielo que congelo un perímetro bastante amplió a su alrededor, del cual estacas gigantes de hielo emergieron y como si fuese poco se dispararon como misiles desde un silo hacia distintas direcciones todas cercanas a lo que era Azel. Cada punta de hielo era marcada con un sello de parte de Alice que apresuraba su viaje hasta el padre de ambas, impactando la mayoría de estos en el campo creado por el sello violeta bajo los pies de este ultimo el cual se trisaba con cada impacto.
Se podía apreciar en el rostro de Azel que la batalla ya tenía un ganador, pero a pesar de aquella expresión de desesperación también se veía gratitud, ¿ Por que? Al fin tenia lo que tanto tiempo esperaba; ve a sus hijas crecer y ser fuertes. En los últimos segundos, antes de que el sello se rompiese por los impactos, Azel se dejó caer por el suelo del sello y corrió a todo lo que le dieron las piernas para llegar hasta donde se encontraba Cindy, estirando su mano para tocarla y copiar su habilidad nuevamente pero Alice fue aun mas rápida que él. Sellos verdes se habían incrustado en las articulaciones de las muñecas y los tobillos del más viejo que detuvieron su pasó a punto de tocar a su hija quien salía del transe en el que había estado durante el contraataque y le miraba con una sonrisa suave y triunfal.
-Que lastima – Menciono haciendo un puchero suave antes de inclinarse hacia adelante suavemente mientras posaba sus manos sobre sus propios muslos – Pero hasta aquí llegaste...
- Así parece – Menciono Azel, sonriendo de medio lado.
-Ahora todo lo que nos tienes que decir – Mencionó Alice, mientras caminaba a paso suave hacia ellos. Sus ojos habían perdido el brillo violeta del trance hace algunos segundos- No hagas esto mas tedioso, por favor...
Los ojos bicolor de Azel se fijaron en Alice para luego liberar una risa suave mientras negaba un poco. Alice sabia que pasaría pero no sabía cuando y como evitarlo. Azel se suicidaría una vez más.
-Mi habilidad – Empezó el hombre – es Adaptación... puedo copiar la habilidad de alguien con tan solo tocarlo, incluso con un simple roce - Rio un poco más.
-Pero si no tocaste a Alice en ningún momento, ¿ Como es que puedes controlar el tiempo? – Preguntó Cindy.
-Eso queda de tarea para ustedes averiguarlo... - Menciono para luego mirar a Alice- Solo lo que puedo decirles es que tienen un gran potencial y que les servirá de mucho. Se les viene algo importante y bastante crudo que superar en un tiempo.
-¿Qué es eso? – Los ojos de Alice se agrandaron bastante. Lo sentía venir.
-...Una noche estrellada puede parecer hermosa cuando estas rodeando de luces artificiales, pero... ¿ Que dirían al ver una estrella ausente de toda luminosidad?
Ninguna de las dos entendió que había dicho el hombre ni que relación podía tener con ese evento del cual hablaba. Sus vistas se desviaron casi involuntariamente hacia donde se blandía la muralla de fuego que se desvanecía de una vez por todas, pero incluso antes de que sus piernas sintieran la necesidad de ir a ayudar a sus compañeros, Alice miró de reojo como una vez más se apagaba la vida de su padre ante su presencia y ella no podía hacer nada al respecto. Pero esta vez hubo algo distinto, no sentía frustración si no realización. Por algún motivo sentía que su padre había dejado una ayuda más que necesaria, el decirles que algo podría cambiar todo... un hecho que estaba a punto de pasar.
Pero eso era el futuro y estamos en el presente. Alice y Cindy corrieron a toda velocidad para alcanzar a sus amigos luego de que el cuerpo de su padre se desplomara en el suelo. Ambas veían como ellos eran abatidos por Takeshi quien los repelía como un par de mosquitos y esquivando cada ataque cada vez más débil de Walter y estaba más decir como parecían ni tocarle las balas que disparaba Nicole quien mordía su labio inferior algo frustrada. Ahora también al ataque a larga distancia se sumaba la rubia modelo quien lanzaba unas estacas de hielo pequeñas y en gran multitud hacia el chico del cabello azul.
-Puf.... ¿Las niñas? Joder... Azel... - Exclamó rodando los ojos mientras saltaba en sus manos y daba volteretas anticipando los hielos que Cindy lanzaba.
Las miradas de todos llegaron hasta Takeshi cuando esquivando a los ya agotados chicos, a los hielos de Walter y Cindy y a las balas de Nicole llegó hasta ella y la cogía de una vez por todas a cuando ella se había quedado petrificada ante la cercanía de él.
-NO! – Gritaron al unísono las voz desgarrada de Eliot, la voz de ira de Cindy y la de Alice temblorosa, sin poder hacer nada al respecto por la distancia porque sabían que ningún ataque a distancia podía surtir efecto y por que el destino lo tenía deparado; la pelea, la muerte de Azel y ahora el grito de agonía de Nicole que cortaba el aire ante la puñalada que Takeshi había propinado una vez más en ella, en este nuevo presente.
Cindy le volvió a lanzar una lluvia de hielo mientras sus ojos se llenaban de lagrimas calientes que brotaban al desbordarse de sus ojos, pero era inútil contra Takeshi gracias a la destreza que tenia y que le daba la posibilidad de esquivar todo lo que le venía encima.
De la nada se abrió un agujero en el suelo por el cual Takeshi cayó como por arte de magia para desaparecer de ahí, como si jamás hubiese estado. La secuencia no paraba; Nicole se desplomaba en el suelo, Cindy corría hacia ella mientras lloraba lagrimas de tristeza e ira, Walter se desmayaba por el agotamiento de usar sus poderes, Alex y Eliot se reincorporaban y fueron hasta Walter mientras Alice también seguía a Cindy cuando iba donde Nicole. Alex dio una señal a Eliot para que se ocupara de su prima mientras él auxiliaba a Walter por lo que se dirigió hacia donde las tres chicas deteniendo su paso a un metro de distancia aproximadamente. " No puede ser ", eso debía decir Eliot quien tenía que comenzar con eso para terminar el siclo, una simple frase que hacía que todo continuara nuevamente tal y como todas las veces que junto a Alice habían intentado cambiar las cosas.
-Cindy... - Pero ahí, cuando Eliot estaba a punto de decir las palabras habló Alice rompiendo el siclo vicioso de los acontecimientos.
-Está muerta... - Sollozó su gemela – Se ha ido... - Tomaba la mano de Nicole quien ya estaba palideciendo por la pérdida de sangre constante que estaba teniendo. Sus ojos no expresaban vida y su cuerpo se desparramaba por el suelo asimilando la forma de un muñeco roto.
Eliot ya no pensaba en repetir el circulo, no pensaba tomar la mano de Alice y volver a comenzar todo de nuevo, no pensaba tampoco en dar la media vuelta y volver sin hacer algo y no pensaba seguir mirando el cuerpo inerte de Nicole ahí, en ese estado. Acortó el metro de distancia y apartó a Cindy a un lado para abalanzarse hacia Nicole, rompiendo de todas las formas posibles el pronóstico de las cosas y al mismo tiempo dándole lo que tanto quiso la chica de cabello violeta en vida. Ya no serian las cosas iguales a lo que podían haber visto Alice y Eliot y mucho menos a lo que a lo mejor estaba deparado.
Los colmillos afilados de Eliot se incrustaron en el delicado y pálido cuello de Nicole con fuerza ante el asombro de todos. Sentía como una parte de él necesitaba desesperadamente absorber la sangre de la chica ya que una gota había caído dentro de su boca, pero su motivación para hacer aquello estaba lejos de ser concretada. Eliot salvaría con aquel regalo a su prima, la conversión se llevaría a cabo de una vez por todas.
El proceso era simple como se lo había explicado Scarlett en El Punto, básicamente era enterrar los colmillos en el cuello de la victima pero en vez de drenar la sangre se introducía por medio de la mordida el fuese lo que fuese para que la otra persona se convirtiese en vampiro, como una infección en pocas palabras. Pero Eliot sentía mas que eso, sentía la conexión que creaba ante su mordida con Nicole, sentía el traslado de una sustancia que salía de sus fauces y el cómo sus ojos cambiaban en ese momento de la tonalidad ocre manchada con pintas rojas a un color carmesí intenso en todo el iris. Sentía que su cuerpo ardía y como el químico recorría desde sus colmillos hacia todo el cuerpo de Nicole por sus venas y arterias para arraigarse por todo el cuerpo. Cuando toda aquella sensación se calmó y Eliot no sintió sus colmillos hacer nada mas en especial, soltó a la chica y se distancia mientras la observaba atentamente junto al resto de los chicos junto a él, incluyendo a Alex y Walter que habían llegado mientras Eliot convertía a Nicole.
Uno, casi dos minutos y nada pasaba haciendo creer a todos que el acto de Eliot no había surtido efecto más que el de cambiar el color de sus ojos que no dejaba de sorprender a nadie, pero todas las vistas se fijaron en el orificio vertical de la daga con la cual Takeshi había matado a Nicole y lo sorprendentemente rápido que la herida comenzaba a cerrar. Lo siguiente fue la piel de Nicole que comenzaba a palidecer mas hasta llegar al tono de porcelana que tenia la piel de su primo, y por ultimo pero no menos importante el suspiró que dio la chica al recobrar su caminar entre los vivos. Nicole abrió sus ojos asustada y sus manos le sirvieron de apoyo para sentarse donde estaba mientras respiraba agitada. Su cabello comenzaba a tomar un color más intenso en su tonalidad violeta y sus ojos eran ahora de un color celeste pálido en las pupilas, como todo neófito vampírico.
Su asustada mirada se fijó en Eliot y luego en los demás, mientras se llenaban de lagrimas tras dirigirse a su propio cuerpo, viendo la ropa rasgada en el lugar donde Takeshi había dado la estocada, entre el vientre y el comienzo del pecho.
-¿Qué fue lo que pasó...? ¿ Como es que yo? – Colocó sus manos sobre donde había estado la herida que ahora no tenia, sin entender nada.
Los chicos reaccionaron todos de distinta forma; tanto Alice y Alex sonreían suavemente con alegría, Walter suspiraba aliviado, Cindy se le abalanzaba encima para abrazarla por el cuello y Eliot tan solo le miraba sin poder creer que hubiese funcionado y que Nicole ahora era su creación, su responsabilidad mas allá de todo. El vampiro se arrodillo ante ella y le sonrió suavemente, mirando los ojos desteñidos de ella con los propios de color intenso.
-Eres una vampiro ahora , Nicole... - Notaba la mirada de felicidad creciente en la sorpresa de la chica. – Al fin tienes lo que tanto esperabas.
-Eliot, muchas gracias – Menciono Nicole tomándole de la mano con suavidad.
El chico asintió liberándose de la carga de conciencia que podía estar comenzando a generar en su mente ante la idea de pensar que a lo mejor no era lo mejor para Nicole, pero aquel contacto de sus manos fue suficiente para saber los sentimientos de ella, en verdad lo quería con toda su alma convirtiéndose en uno de sus más grandes deseos cumplidos.
Todo aquello fue interrumpido por unos pasos que se escucharon y en un abrir y cerrar de ojos notaron que todo volvía a moverse a su alrededor; el tiempo volvía a avanzar con normalidad y la gente de la ciudad se fijaba en ellos con cara de impacto al no ver de donde había aparecido o con respecto a lo que habían echo en ese lugar. Alice vio a un lado y notó que el cuerpo de su padre ya no estaba, pero en cambio a eso había un chico de cabello y traje blanco acercándose temeroso.
-Jacob - Susurró la chica mientras fruncía levemente el entrecejo. Antes de decir algo mas vio como Eliot se ponía de pie y bastante a la defensiva ante la presencia de quien había sido una especie de mayordomo para el mayor de los Lutwidge.
- ¿A que vienes? – Preguntó impetuoso Eliot.
-Tranquilo – Exclamó Jacob, levantando sus manos cubiertas por un par de guantes blancos de tela – Solo vengo a darles la verdad a las hijas del amo. Vi lo que pasó, su pelea, su descenso y lo que ha dejado inconcluso.
-¿Y eso en que te compete, Jacob? – Eliot no confiaba en él, después de todo aun recordaba aquella vez que lo vio en uno de los pasados estar junto a él en la habitación mientras hacia algo que no había tenido tiempo de descifrar o él de defenderse por que la mansión había explotado.
-Se lo he dicho, joven... solo vengo a terminar con todo esto y aclarar las dudas de las gemelas. Soy el único con la habilidad para hacerlo.
¿Debía creerle? La respuesta rotunda de Eliot era no, pero dentro de si había algo que confiaba en Jacob. Decidió atender a su pensamiento interno y desistió de su posición defensiva para dejarlo acercarse ya que era el único impedimento para que lo hiciera, los demás parecían haber delegado a Eliot como su líder y el que tomaría la decisión.
- Gracias – Dijo Jacob para ir a donde estaba Alice y luego mirar a Cindy – Venga un momento, por favor.
Cindy estaba con Nicole aun abrazándola mientras ella le acariciaba uno de sus brazos suavemente y con afecto. No quería ir, después de todo su novia había vuelto hace nada después de pensar que jamás volvería, pero tuvo que soltarle para ir con el chico de cabello blanco al cual jamás había visto y que no dejaba de causarle curiosidad del porque su hermana y Eliot sabían de su existencia.
Cuando ambas estuvieron frente a él, Jacob colocó el dedo índice de ambas manos sobre la frente de cada una para luego cerrar los ojos. Al abrirlos nuevamente estos estaban totalmente blancos como si se encontrara en transe creando un efecto idéntico en los ojos de ambas rubias mientras sus frentes eran irradiadas con una energía suave pero perceptible de color magenta.
Ambas mentes se fundieron en solo un ente omnipresente en lo que Jacob les mostraba. Era como una película pero a la vez sentir que estas dentro de ella, como un director pero sin la capacidad de poder dirigir lo que pasaba. Era un recuerdo, habían dos personas dentro de una habitación de colores y decoraciones infantiles con una cuna incluida donde se apreciaban dos pequeños bebes durmiendo juntos. En cuanto a las otras dos personas en la habitación se podía apreciar que discutían, pero antes de que aquel ser omnipresente en el que se habían convertido Alice y Cindy juntas pudiese escuchar algo, su vista cambio volviéndose uno con el hombre de la escena.
-Luzbeth.... Es por su bien, compréndeme – Exclamó el hombre con una voz conocida, pero tan solo con escuchar el nombre que habían mencionado ya se habían enterado de quien era.
-Ya te lo dije, Azel... - Menciono la mujer que veían a través de los ojos de su padre en ese recuerdo. Era una hermosa dama de piel clara y un rostro perfecto y cuidado, con unos despampanantes ojos azules que contrastaban con el colorino cabello rizado que caía suavemente por encima de sus hombros – No tocaras a las gemelas por un capricho tuyo... no sabes que es todo aquello del Black Star y ellas no serán tus conejillos de indias.
-No lo comprendes Luzbeth – Las gemelas sintieron como su huésped se colocaba las manos sobre la cabeza como si ellas lo hubiesen hecho. – Es una oportunidad como ninguna y tu se las estas negando a las niñas. ¡Recapacita, mujer!
El grito de Azel había sido bastante fuerte y errado para la situación, lo que genero una respuesta agresiva de parte de la mujer. Un sello blanco envolvió a las gemelas que Alice jamás había visto en su vida, no tenia manecillas si no un reloj de arena en su lugar cuyo contenido caía lentamente. Lo siguiente fue un sello inestable que ella lanzó hacia Azel y que lo hizo chocar contra la pared.
-Me vas a escuchar fuerte y claro, Azel – Exclamó ella mientras le miraba con enfado y se acercaba a paso lento – No vas a tocar a mis hijas con esa peste del Black Star, ¿ Me escuchaste? Ellas no tiene que pasar por lo que pasaste tu.. tu cuerpo, infectado por aquel virus - Su mirada se hablando por un momento para luego retomar la fuerza- ¿Quieres hacerlas sufrir como tu sufriste?
Las almas de Cindy y Alice sintieron un remezón tremendo, lleno de rencor y odio que las intoxicaban. Era una sensación que las quemaba por dentro y que no llevaría a nada bueno. En ese momento vieron como en un movimiento rápido Azel se incorporó y saltó sobre la mujer que había intentado defenderse al mover sus manos para crear algún otro sello, pero la sorpresa con que Azel se había lanzado hacia ella la había desconcertado. Las manos de Azel tocaban las muñecas descubiertas de Luzbeth, mientras las venas de los brazos de ella se comenzaban a marcar de color oscuro.
-¿Qué... que haces....? – Preguntó perdiendo la fuerza en su voz y en su postura cada vez mas cansada.
-¡Lo que tenía que haber hecho! Absorberé tu fuerza vital y ya jamás tendrás la oportunidad de desbaratar mis planes - Se notaba la ira salir por las palabras de él contra quien había sido el amor de su vida - Tu lo quisiste así.
-No... por favor.... – Luzbeth cayó al suelo rendida, mientras bajaba la mirada. En un momento las venas de sus brazos se notaban tanto que hasta los pequeños y delgados capilares eran visibles ahora. Prontamente , la hermosa mujer cayó al suelo sin vida mientras Azel jadeaba y se veía las manos y como estas brillaban descontroladamente. Su vista se enfocó en la mujer en el piso, sin siquiera sentir compasión por ella. Luego observó a las gemelas siendo aun cubiertas por el sello blanco y al alzar la mano el sello se trisó y desapareció.
Ambas chicas se inquietaron por aquel acontecimiento, pero era Cindy quien más confusa estaba, ¿ Que era todo aquello? Estaba lejos de lo que recordaba; Vivió con su madre hasta los siete años en Blackword City hasta que ella por ciertos motivo tuvo que dejarla junto a su padre. Pero si esto era un recuerdo y no una ilusión o un sueño nada estaba calzando.
Cuando Azel limitó la distancia entre sus pasos y la cuna que contenía a las pequeñas gemelas, se escuchó una respiración suave y pausada al fondo de de la habitación, en un rincón oscuro que se expandió en un momento y reveló a quien se hallaba en aquel oculto lugar quizás cuanto tiempo.
-¿No piezas infectar a un par de bebes o te has vuelto todo un loco de poder y ambicioso con su conocimiento que quieres ver una reacción adversa incontrolable? – El tono de voz cautivador, un tanto grave y bastante empalagarte se hizo retumbar en Cindy rebelando la identidad de quien hablaba.
-¿Cuánto hace que estas ahí, Piero? – Preguntó Azel inquieto mientras observaba al chico elegante del cabello blanco y un mechón negro cuya piel era de un blanco perfecto comparado en su totalidad con lo perfecto que era todo su semblante pulcro e imponente.
-No es algo muy relevante, aun que si deseas saber... estoy aquí desde que comenzó tu discusión con Luzbeth - Mencionó sonriendo suave, mientras le miraba de reojo con esos hermosos ojos de un carmesí resplandeciente. Salió de aquel rincón de la habitación en donde había estado y fue a con las gemelas, posando una de sus manos sobre la cuna. – Y la apoyo, incluso más que a ti. No puedes sembrar el Black Star a temprana edad... solo piensa, tu lo obtuviste a la edad que tienes ahora y casi te ha matado, ¿ Que esperas de ellas? – Retiró su mano de la cuna con suavidad y dio unos cuantos pasos para acercarse a Azel, tomando cuidado de no pisar a la mujer muerta en el suelo – Te propongo algo.
-Habla, ¿De que se trata? – Preguntó el padre de las gemelas, haciendo sentir en el alma de ellas una cierta incertidumbre.
-Primero que nada... eso –Señaló a Luzbeth – Ocúltala, que las niñas no la vean. Yo te traeré a un chico llamado Jacob, tiene cuatro años y medio más o menos pero es muy despierto y ya comienza a manejar su habilidad de Control Onírico. Lo criaras como a un sirviente pero no le cortes las oportunidades de aprender más de su habilidad, al contrario, lo ocuparas cada día para darle recuerdos falsos a una de las gemelas primero y luego con la otra modificando todo lo que haya aprendido durante un tiempo. A la edad de siete años vendré a por la que haya adaptado mejor los recuerdos fabricados y la otra... bueno ahí tu sabrás.
-¿Qué ganamos con hacer todo eso?
-Mucho, mi querido amigo. No te tentaras en contaminarlas y así desarrollaremos su potencial separadas . Para cuando vuelvan a juntarse serán tan fuertes que tu plan de darles el Black Star será todo un éxito. ¿Trato? – Piero estiró su mano, sosteniendo una sonrisa amplia en sus labios.

Lo último que sintieron las chicas fue el apretón de manos que sellaba el trato mientras volvían en si luego de aquel viaje al pasado por medio del recuerdo que había generado Jacob en ellas. Todos estaban mirándolas expectantes a su regreso, se notaban con la guardia alta y un tanto desconfiados en Jacob, pero todo había salido bien. Cindy miró al chico con intriga mientras volvía totalmente en si, tal cual lo hacía Alice.
-¿ Y...? ¿ Es todo eso cierto o solo un truco más? – Preguntó la primera.
-Absolutamente cierto, no tengo motivos para ocultar nada, después de todo el amo esta muerto – Menciono este bajando la mirada.
-¿Pero como sabes esto? – Preguntó ahora Alice – No estabas en ese momento...
-El amo me ordenó a copiar ese recuerdo de su mente por si algo le llagaba a pasar. El les quería mostrar lo que en verdad había pasado como una especie de recompensa. Espero comprendan.
-¿Qué está pasando? – Saltó Eliot, sin entender mucho de que hablaban.
-Te haré un resumen – Menciono Cindy mientras le miraba – Este blanquito de aquí nos ha mostrado la verdad a Alice y a mi... a cerca de lo que pasó con nuestra madre y porque nos separaron, algo llamado Black Star que hasta ahora no había escuchado en ningún lado parece ser el motivo más contundente... es de cuidado.
-Azel dijo "Una noche estrellada puede parecer hermosa cuando estas rodeando de luces artificiales, pero... ¿ Que dirían al ver una estrella ausente de toda luminosidad? "- Recitó Alice – y anterior a eso nos señaló que algo pasaría, aun que no especificó bien cuando ni que aun que cabe la idea de que pueda tratarse del famoso Black Star.
-¿Qué es todo eso? – Se cuestionó Nicole mientras miraba de reojo a Eliot, quien parecía pensar en algo en ese momento por su seriedad y nula respuesta ante lo mencionado por ellas.
-Solo hay que prepararse porque parece que se nos vienen mucha cosas. La competencia entre escuelas está a punto de empezar en unas cuantas semanas y ahora esto... pero – Miró a los demás del grupo – Somos fuertes, lo hemos demostrado este día y tenemos que seguir así.
Las palabras de aliento fueron el empujón que al parecer todos buscaban para saltar de alegría, el reconocimiento de su esfuerzo era lo mejor.
Así fue como el grupo de chicos de Death Academy se despidieron de quien había sido el mejor aporte en aquella ciudad lejana, Jacob, y embarcaban para regresas a sus tierras correspondientes para prepararse para todos los eventos que el destino tenían preparados para ellos.


Mientras tanto , en otro recoveco de Costabrave emergía desde el suelo en un callejón cerrado y desconocido para el público en general aquel chico de cabello Azul que había abandonado repentinamente el campo de batalla.
-Puaj! Me fastidia estar cubierto de polvo – Menciono mientras sacudía su ropa al momento de salir del agujero. Levantó la mirada y observo a quien se paraba enfrente de él - ¿Y tú que me miras tanto, Vidith?
En efecto, quien había hecho una aparición junto a Martin para auxiliar de cierta forma a nuestro héroes volvía a aparecer, pero del otro lado del asunto. El castaño reía por lo bajo mientras negaba para luego alzarse de hombros.
-Nada , nada - Exclamó – Solo parecer una patata recién cosechada – Rio un poco más.
-Muy gracioso... - Dijo Takeshi – Pero fuiste oportuno. Joder, ¿ Por que coño la muralla de fuego cedió? ¿Dónde coño esta Martin? – Buscó con la mirada la presencia del mencionado sin mucho éxito - ¿ Y bien...?
-Él se...
-Nos ha abandonado – Mencionó una voz que se acercaba por el estrecho corredor del callejón a paso lento. De entre las sombras emergía un chico de cabello oscuro cuyo costado derecho estaba rapado y el otro tenía un color blanco muy contrastante. Sus ojos eran de una tonalidad amarilla muy pálida y parecía no centrarse bien donde miraba. En su cuello, ,descubierto por la chaqueta que portaba se alzaba un tatuaje particular de una estrella de color negro.
-Hey Félix, que extraño verte fuera de Darkness Academy – Menciono el de cabello Azul sonriente, mientras veía como Vidith se daba media vuelta e iba a coger del hombro derecho al mencionado para poder guiar sus pasos revelando que era ciego. - ¿ Que te ha traído por estos lados?
-Me sorprende que hayas adquirido tanta confianza en nuestra relación, Takeshi – Mencionó Félix- Creo que te he dejado ser demasiado. Hay muchas razones por las que estoy aquí, la muerte de Azel, tu gran desempeño, el abandono de Martin, la boca floja de Jacob... estamos llegando al día muy pronto. Hay que prepararse.
-Si, me di cuenta pero soy el único que mueve las manitos aquí, ¿ Que hay con Amy , Riot y este pendejo de Vidith? No los he visto hacer mucho desde que nos iniciamos. – El chico de cabello azul se cruzó de brazos mientras miraba a Félix.
-Te siento tan frustrado Takeshi, de seguro estas cruzado de manos – Menciono el pelinegro- Pero todo a su tiempo. No solo Vidith se ha iniciado hace poco...
-Y mira que bien me ha quedado el tatuaje – Exclamó el castaño mostrando su mejilla izquierda donde ya hacia una estrella negra grabada en su piel.
-Como el reverendo coño... - Bufó Takeshi - ¿ Quien más? ¿El traidor de Martin?
-Una chica de Death Academy que demostró tener un talento muy especial... aun que no se ha iniciado del todo, solo está contaminada, aun falta el desarrollo.
-Como sea, mientras no sea una idiota como lo fue Azel todo bien. ¿Nada más que decir, líder? – Lanzó una mirada Félix para luego notar una sombra de una forma circular a un lado de este.- ¿Qué traes ahí?
-Tenemos un conejo dentro del sombre – Exclamó Vidith con una risa suave mientras miraba a Takeshi - ¿Te puedes imaginar como será cuando salga de ahí? Me estremece de solo pensar cuanto cambiara su habilidad.
-Ya lo pillo. – Dijo el de cabello azulado mirando hacia otro lado algo inquieto.
-No hay nada mas Takeshi. Puedes retirarte – Menciono al tiempo que el chico de cabello azul saltaba por las paredes para marcharse de aquel callejón - ¿ Te sientes preparo ya, Vidith?
-¿Hablas en serio? – Rio él mientras le daba unas cuantas palmaditas en el hombro al contrario – Estoy más que listo, jefecito
-Así se habla. Pronto todos sabrán que somos el futuro. Seremos la epidemia mas desoladora de todos los tiempos.
-¿Y como nos haremos llamar? Tenemos que tener un nombre imponente o algo así –Mencionó Vidith.
-Claro, el nombre del virus que hemos adaptado en nuestros cuerpos voluntariamente. – Félix miró hacia el lado que estaba Vidith apoyado para luego sonreír de manera suave, dejando ver un par de colmillos afilados en su dentadura perfecta . - Los Black Star.


T.D.A. - Libro I : Black StarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora