Capitulo XI : Déja vu, primera parte.

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El cielo se comenzaba a nublar después de haber mostrado el esplendor del sol durante toda la semana. Era como si supiese que había pasado algo en algún lugar de Costabrave, como si la alegría de aquel hermoso lugar se estuviese desvaneciendo como la vida de la persona que estaba ahí, en la plaza que se encontraba a unos cuantos pasos de la bahía que se había vuelto un campo de guerra.

Ahí estaban, aquellos que pertenecían a Death Academy viendo a un compañero caído en batalla, la cruda realidad que dejaba una pelea que se había desencadenado con fuerza. Estaban situados atrás del suelo abierto en una fisura enorme que antes había estado ascendida por un fuego incesante pero que ahora se reducía a una llamarada cada vez menor por la llovizna que caía desde lo alto del cielo.
Eliot miraba la escena sin mediar palabra alguna, estaba tan sorprendido del giro de todo aquello como sus compañeros. Alice, quien permanecía a su lado, le cogió de la mano con fuerza mientras tapaba su propia boca con la mano desocupada.
-No puede ser cierto... - Menciono Eliot, negando con la cabeza.
-¡Lo es! - Gritó Cindy, mientras sollozaba tan frágil como nunca antes - ¡Se ha ido!
-¡No! - Exclamo Eliot, mientras daba unos cuantos pasos a delante, antes de que sintiera como Alice le jalaba para que no avanzara mas.
Todo se ilumino en un segundos y a lo lejos escuchaba como un intenso sonido se acercaba, cada vez mas y mas cerca hasta que prácticamente ya era imposible negar su existencia. La alarma estaba sonando.

Eliot se encontraba acostado en su cama, boca abajocuando la alarma comenzó a sonar. Sus ojos se entreabrieron en la oscuridad desu habitación, estirando su mano para alcanzar el despertador y terminar con elbullicio. Un poco desconcertado se giró para quedar mirando hacia el techo, mientrassus ojos se acostumbraban a la poca luminosidad de la habitación. Se sentía confundido por aquel extraño sueñoque había tenido, todo parecía tan real; el contacto de Alice, la sensacióndesesperación, la lluvia cayendo sobre ellos, pero la realidad confirmaba quetan solo había sido eso, un sueño.
Permaneció un momento más en la cama yluego se levanto arrastrando un tanto las sabanas consigo. Estaba totalmentedesnudo en ese momento ya que no se sentía cómodo durmiendo con ropa y de todasformas daba lo mismo, era una habitación para uno así que nadie vería sucuerpo.
Se acercó al mueble que tenía cerca de la cama y cogió las pastillas que Nicolele había dado el día de ayer cuando regresó a la academia. Todo había sidobastante emotivo, la recepción de la sección A había sido acogedora, sobre todocon respecto a sus más cercanos, incluyendo a Kikio , Walter y Jake quienesparecían haberle perdonado. Cindy por su parte había sido distante del grupo deEliot y hasta con este mismo, tenía toda la razón para ser perosorprendentemente se acercó después entre las festividades que se habían dadoen la noche por el regreso del vampiro. En un principio había sido arrogantecomo de costumbre y a Hachiko no le había parecido, pero luego todos estabanhablando animados a cerca de sus vidas , como por ejemplo , como Cindy podíallevar la vida estudiantil junto con su vida laboral en la pasarela. Inclusohabía ofrecido a Yinny un entrenamiento para poder modelar pero estaamablemente se había negado a la propuesta ya que no se sentía parte de eso.Era como si hubiesen sido amigos de toda la vida, las barreras entre ambosgrupos se habían borrado virtualmente.

Tras tomar una píldora y pasarla con un sorbo de agua, el vampiro espero a vercomo sus ojos cambiaban de color mientras se miraba al espejo. Notó como elcolor negro del iris se iba aclarando lentamente hasta llegar al dorado quehabitualmente tenia aun que con esas manchas rojas que permanecerían parasiempre ahí, como un recordatorio ante sus actos.
Tras esto cogió una toalla limpia que colgaba de un perchero que ocupaba paracolgar de todo excepto abrigos o sombreros y se dirigió a las duchas comunes dela sección, tan solo colocando la toalla alrededor de su cintura y cogiendo unpequeño canasto donde llevaba su ropa del día junto al shampoo, el jabón y elacondicionador.
Al salir de los camarines de las duchas ya con la ropa puesta y con el canastocon las cosas del baño junto a la toalla que había sido reemplazada por la ropa, se encontró con Yinny.
-Buenos días Eliot. - Menciono la pelirroja con una sonrisa radiante y llena de energía.
-Buenos días, ¿Cómo estás? -Respondió el vampiro intentando colocar una muecasimilar aun que de por si le costara bastante.
-De maravillas - Menciono esta mientras acompañaba al chico hacia eldespachador de ropa sucia, donde ambos lanzarían sus toallas ya que Yinny tambiénhabía salido de las duchas, del lado femenino, obviamente.
-¿En serio? - Eliot rio por lo bajo. - ¿Por qué tan bien siendo tan temprano?
-Por que han pasado cosas buenas esta semana. Primero tu vuelves y ahora me hanllamado desde la orden mágica - Exclamo ella, sin poder aguantar aquel tonoalegre con el cual adornaba sus palabras.
La orden mágica era la encargada de calificar a loshechiceros de todo índole que ocuparan la magia como habilidad para hacerlossubir de rango y, en el caso de Yinny, dejarles elegir su camino mágico queprácticamente se refería hacia que titulo o especialidad a la cual sededicaría.
-Eso es grandioso - Exclamó Eliot, pasando su brazo por detrás de los hombrosde Yinny - Recuerdo fuiste a postular el día que yo fui a visitar a Lola alhospital.
-Así es. A Hachiko también la han llamado - Mencionó, emocionada - Aun quesabes tanto como yo que ella prefiere la magia oscura, por lo que buscara seruna Chaman.
-Vaya... será muy fuerte. He oído que los Chamanes pueden usar a los demonios debajo rango como sus aliados, como también esparcir plagas terribles. Pero aquílo que me importa más eres tú, ¿A cuál gremio te unirás?
-Aun no lo tengo del todo claro -Respondió ella mientras titubeaba. Las ojerasen sus ojos no solo eran responsabilidad del día anterior y la fiesta, si no tambiéna lo poco que había dormido tras la confirmación de La Orden - Aun que meinteresaría ser un Mago si te soy sincera. Sabes que me gusta el tema de lossellos y ellos tienen mucha habilidad con ellos .
-El más fuerte de entre los fuertes -Le animó el chico - Yo se que podrás conello Yinny. Eres muy inteligente y esforzada, aparte de ya ser una brujahabilidosa.
La pelirroja se ruborizó un poco ante los halagos que pocas veces había oídoescuchar de alguien y mucho menos de Eliot.
-Muchas gracias Eliot, en serio - Dijo abrazando a su compañero con fuerzamientras reía entre dientes - ¿Qué será de ti hoy?
-¿Yo? Bueno hoy iré en la misión que Cindy y Alice tenían deparada. Iremoshasta sus tierras a buscar información del por qué estuvieron separadas tantotiempo
-Ya veo, entonces te acompaño hasta la salida. Debo ir a dar el examen de La orden hoy.
Fue así como ambos chicos salieron de la sección A y se pusieron frente afrente. Yinny había pasado a buscar su mochila donde llevaría lo necesario parapasar el examen de La orden, mientras que Eliot solo llevaba consigo sucomunicador y algunos cambios de ropa para el viaje que emprendería con lashermanas Lutwidge.
-Cuídate Eliot, sabes que Cindy tiene los ojos bien puesto en ti aun que ayerse haya comportado como toda una buena amiga -Menciono ella, mientras le dabaun abrazo fuerte.
-Siempre en cuenta. Demuéstrales a los examinadores que eres la mejor y que te haspreparado todo el año para este día. - Dijo este, con sumo cariño y confianzaen sus palabras.
Y así ambos chicos tomaron caminos distintos tras aquella despedía.

Cuando Eliot llego al centro de Caza y Recompensa, donde por lo general setomaban las misiones y también se registraban cuando era cumplidas, pudo ver alas dos rubias esperando en el mesón de atención junto a la secretaria. Alice le dio un pequeño golpecito a Cindycuando vio acercarse a Eliot para que esta se diera la vuelta ya que estabaviendo un papel sobre el mesón. Cindy se giró y vio al vampiro ingresar al hally negó con la cabeza.
-Ya pensaba que no ibas a llegar, ¿Te afectó tanto la desvelada? - Rio lamodelo con algo de burla.
-¿A ti no? Espero que a Nicole tampoco - Menciono Eliot pícaramente. Habíanotado en la pequeña fiesta como Cindy yNicole parecían ser bastante cercanas.
Las mejillas de Cindy se tintaron de un color rosa intenso que fue imposibledisimular, al parecer Eliot había dado justo en el blanco.
-Ese no es tu problema. - Dijo Cindy mientras se giraba nuevamente hacia elmesón.
-Okay... - Dijo Alice, girando los ojos y aguantado una risa infantil- ¿Estáslisto? Hemos llamado ya a todo el equipo. A que quieres saber quiénes son.
-Claro, tengo curiosidad - Rio Eliot, tanto por la asertividad de Alice comopor la reacción de Cindy.
-Ven, vamos - Exclamo Alice, tomando de la mano a Eliot.
Ambos se acercaron al mesón frente a lo que antes Eliot había visto como unahoja y que realmente era una pantalla del porte de una hoja de oficio incrustadaen la madera. En ella aparecía una foto de las personas a las cuales habíansolicitado y a su lado el nombre y si habían aceptado el llamado que al hacerel clic en un recuadro verde se traducía como un mensaje de confirmaciónen el comunicador de cada uno. Eliotrecorrió la lista que las chicas habían echo y como lo suponía su foto aparecíabajo las de ellas con un " confirmado " en color celeste a un lado. Bajo Eliotestaba la foto de Walter también confirmado, luego seguía la del alumno docenteAlex, de la sección de Alice, quien también estaba confirmado. Por último,había una foto con una silueta.
-¿Quién les falta? -Preguntó Eliot.
-Alice intento llamar a Charlie y a esa chica llamada Lola para que leacompañaran, pero el tiempo de espera del mensaje expiró - Menciono Cindybufando por la situación.
-¿No has pensando en Kikio o Jake?-Pregunto el vampiro.
-En realidad sí, pero ellos están en misión ahora y por eso he puesto a Walter.- Contesto ella - ¿Y si llamamos a Hachiko o Yinny?
-Imposible, ellas fueron llamadas a un examen especial. Podría ser Niio pero creo que también tuvo que hacer hoy. Nolo he visto desde que volví - A pesar de lo tan tranquilo que mencionabaaquello Eliot por dentro le tenía algo preocupado. En el último tiempo Niio sehabía alejado bastante de ellos tanto en clases como en el comedor. Algo le hacíapensar que se trataba del incidente de la noche en que celebraron la captura deViruz.
-Yo sé a quién poner - Interrumpió Alice de la nada mientras apartaba a suhermana de la pantalla y tecleaba sin prestar atención a la otra rubia, en casode que se negara. Cuando la foto apareció y el mensaje de llamado fue enviado,Cindy quiso que se la comiera la tierra. Más aun cuando este fue confirmado alos pocos segundos después.
-¿¡Nicole!? -Exclamo, mientras apartaba a su hermana de un empujón. Esta tan solo rio.
-¿Por qué no? Nos faltaba alguien que pudiese curarnos en caso de cualquiercosa. -Se excuso ella, mientras sonreía de forma amplia y al centrarse con lamirada de Eliot le guiñó un ojo.
-No puedo cancelar esta cosa, ¡Carajo! - Cindy apretaba la pantalla con fuerzasin tener mayor resultado ante el acto de Alice.
-No te pongas así Cindy, sois muy cercanas... a que les vendrá bien estar juntas- Rio Eliot, con cierta mirada de complicidad a Alice.
Luego Cindy se resigno a la realidad. Su hermana había encerrado en el equipo aNicole junto a ella y no podía hacer nada al respecto. Se sentía algo nerviosaya que la noche anterior había tenido un encuentro bastante cercano con lachica de la enfermería y parecía tener rumbo a algo más sólido.

Tan solo pasaron un par de minutos mientras Cindy le contaba lo lindo que erael lugar de donde venían ellas cuando los que conformaban el equipo que iría enaquella misión llegaron. La primera en llegar para mala suerte de Cindy habíasido Nicole, con un atuendo bastante ligero en comparación al uniforme blancoque llevaba todo el tiempo. Su largo cabello violeta caía con gracia por suespalda y hombros, tapando los tirantes de la camiseta roja que hacia juego conunos short de medio muslo de color negro. Ella se acercó dando brincos haciadonde estaba Eliot y se abalanzó sobre él.
-¡Eliot! - Exclamó ella, abrazándole el cuello de manera afectiva.
-Hola Nicole - Mencionó el vampiro, correspondiendo el abrazo que le había dadosu prima. inmediatamente se acordó de que tenía que hablar con ella a cerca delas píldora ya que la noche anterior no lo había podido hacer porque nocorrespondía, pero buscaría pronto elmomento adecuado para hacerlo
Luego de soltarlo, Nicole fue a saludar a Alice de un beso en la mejilla altiempo que eran presentadas por Eliot para que no se sintieran incomodas.Cuando Nicole giro su vista a Cindy se pudo notar aquel rubor imposible denegar en las mejillas de ambas, para culminar en un abrazo fuerte que quizáscuanto tiempo más duró. Alice y Eliot les habían dado la espalda al mismotiempo para dejarlas a " solas ". A Eliot le parecía que la elección de Alicehabía sido correcta y que por su mirada que expresaba conformidad indicaba queella pensaba exactamente igual.
El momento de silencio no se alargo mas ya que los últimos dos chicos hacíaningreso casi al tiempo. Walter lucia su ropa negra con mangas cortas de mallasque dejaban ver los tatuajes en sus brazos y parte del cuello sin ningúntapujo. Su cabello marrón claro estaba perfectamente desordenado junto a losdos pequeños cuernos que sobresalían por su cabeza revelando que era undemonio a quienes no tenían conocimientode él. Al lado de este estaba Alex, el destacado estudiante y profesor de deportes que vestía con un short negro y un chaleco demanga larga azul que tapaba sus tonificados brazos y torso con un dibujobastante peculiar en el pecho que hacía alusión a las olas, como en un dibujo japonés antiguo. Su cabello rojo tambiénestaba desordenado con bastante estilo y portaba sus lentes ópticos puestos y apesar que de habían entrado juntos nohabía contacto visual entre ambos. Era casi como si estuviesen separados por unmuro delgado invisible a los ojos del resto. Al menos Eliot había notado unaexpresión incomoda en Walter quecontrastaba la pasiva y confiada mirada de Alex.
-Señorita Alice - Exclamó el tonificado chico pelirrojo, dirigiéndose a larubia - Me alegra mucho que me haya solicitado.
- Alex, ¿Cómo te iba a olvidar? ¡Eres uno de los mejores! -Exclamó la rubia conuna sonrisa amplia, mientras lo miraba.
-Lo sé, no hay nada que no pueda superar - Menciono Alex mirando de reojo aEliot y sonriéndole de manera un tanto picara. Eliot de inmediato interpretóeso como una persuasión de su parte.
-Todo un idiota, ojala no me dejen a solas con él- Menciono Walter a su vez, enun susurro al oído derecho del vampiro mientras pasaba por su lado. - Si no learrancare la cabeza con las manos.
Eliot tan solo sonrió mientras veía como Walter iba con Cindy tras la distanciaque había tomado con Nicole, algo que había parecido casi imposible. Esta a suvez volvió con Eliot y así todos tuvieron un compañero de grupo con el cualquedarse, aun que en realidad todos eran un gran equipo elegido por ambasrubias. Luego Cindy tomo la palabra nuevamente.
-Bien, ya que estamos todos, ¿Nos vamos?-Menciono ella, apretando un botón en la pantalla táctil del mesón. Y todosaceptaron al unisonó, incluso los más introvertidos Eliot y Walter que previo agritar como el resto se vieron y rieron por lo bajo. Todo indicaba que iba aser una misión interesante después de todo.

El viaje del grupo de chicos de Death Academy empezó a las nueve de la mañanacuando ellos ingresaron a uno de los helicópteros de la escuela en el quintohelipuerto de la quinta torre. Este transporte los acercaría a las bahías de arribode pasajeros de las costas de Black Hole city, donde tomarían un transportecosteado por la rubia modelo, usarían uno de los ferries mas capacitados paranavegar a alta velocidad del cual obviamente era dueña. Sin embargo, no habíacontratado a un chofer.
-Le he dado el día libre al capitán del ferrie -Menciono esta, mientras todoscaminaban a embarcarse en el transporte marino - Por lo que queda en susmanitos, señor Alex. - Su tonó era un poco mas irónico que antes. Se acercó alantes mencionado y dio unas palmaditas suaves en el hombro de este. Alex le viopor un segundo con la ceja arqueaba cuando ella pasó por delante de él y seencogió de hombros, sonriendo de manera suave y confiada.
-Puedo con eso. De seguro ha sido usted Alice quien ha dicho a la señorita Cindy lo bueno que soy en el mar -Menciono, mirando a Alice, quien instantáneamente le sonrió de manera suave. -Lo sabía. Ha sido muy amable.
-eres el mejor en agua Alex. - Alimentó el ego del chico con aquellas palabras,a pesar de que las cosas no estuviesen planeadas. Eliot le miro justo en elmomento que ella desvió su mirada de ojos azules hasta él y ambossonrieron como cómplices de un secretojugoso. Alice apreciaba el compañerismode bromas que tenia de Eliot, jamás se había esperado que compatibilizarantanto.

Todos ingresaron rápidamente al ferrie sin demora ya que querían llegar prontoa su destino, sobre todo las gemelas Lutwidge que no podían caer en si ante elnerviosismo y la emoción por saber todo aquello que aun no quedaba claro acerca de sus vidas.
Ya dentro del transporte marino todos fueron a distintos lados para investigarmejor dicho barco. Mientras Alex y Cindyiba a la cabina del capitán, los demás recorrían las instalaciones del ferriepor su propia cuenta y esperando quetarde o temprano encontraran un punto en común de cómo salir de tantos pasillosy salones de distintos matices y funciones, aunque si no llegaban a nada en algúnmomento todos encenderían su comunicador para encontrarse mutuamente.
En el momento en que la maquina comenzó a moverse, Eliot se encontraba en laplanta baja del ferrie donde se alzaba ante su vista lo que parecía un salóncasino. Estaba ambientado con distintos diseños del Póker y las maquinastragaperras de las cuales habían a lo sumo unas veinte repartidas por el salón,junto a mesas con ruletas y otras de pool y cartas. Una fuente era el centro de toda la diversión de la cual no brotaba simple y común agua,como pudo comprobar Eliot al sentarse en el borde y coger un poco en su palmapara probarla por mera curiosidad.
-Es agua mineral - Menciono para sí mismo puesto no había nadie más en eselugar o al menos eso creía. A veces le impresionaba el poder económico quetenia Cindy para darse aquellos exagerados lujos aun que de tener aquella él tambiénharía exactamente lo mismo.
De entre las sombras surgió la silueta delgada y brillante de su prima Nicole,quien se acercaba a él con una sonrisa amplia. Se sentó a su lado al notar queEliot no la miraba feo por haber interrumpido en su soledad.
-¿Qué haces, Eliot? Puedes enfermarte por beber de una fuente que quizás cuantotiempo lleva usando la misma agua. - Menciono en un todo divertido mientras le miraba de reojo.
-Es bueno saber que mi prima es una excelente enfermera. -Dijo en un tonoamable - Anda, prueba y dime a que te sabe.
Nicole tenia absoluta confianza en lo que Eliot decía. No podía pensar que élquisiera hacerle algún tipo de mal, después de todo era parte de su familia. Ellase inclinó levemente a la fuente para coger algo del agua con su palma yllevarla a su boca antes de que todo lo que había conseguido coger se fuese a caer por un costado. Sus ojos seabrieron bastante al tiempo que una risa suave invadía su boca mientras mirabaa su primo.
-No lo puedo creer, ¡Es agua mineral!
-Lo sé, ¿No es excéntrico? -Rio por lo bajo Eliot.
-Lo es, primo... estamos rodeados de lujos aquí. - Nicole miró a su alrededor,con ojos brillando al contacto con las luces de las maquinas tragaperras.
-¿Eres capaz de acostumbrarte? Digo, se te ve muy bien con Cindy. Hacen buenapareja.
Aquellas palabras del vampiro habían puesto totalmente al rojo vivo lasmejillas de la chica de cabello violeta. Una sonrisa ilumino aun mas aquelrostro, una sonrisa de enamorada.
-¿Lo crees? Es hermosa... - Menciono Nicole- Siento que me encanta en verdad.Quiero algo serio con ella pero no quiero adelantar nada y hacer que se asuste si le preguntoahora. Ahhh No se qué hacer, Eliot, ¿Quédices tú? - Extendió sus manos a las del contrario y las tomo con algo defuerza.
Eliot cogió las manos de su prima y las acaricio suavemente de la forma quepodía para tranquilizar su ardiente corazón que latía por la chica dueña detodos los lujos en los que ahora estaban zarpando el mar hacia Costabrave.
-Tranquila. He visto como se comporta Cindy cuando mencionamos tu nombre conAlice y vaya que se ha puesto como una enamorada - Rio el vampiro - Aun que unabastante histérica.
-¿Lo dices en serio? Pero, ¿No estás enojado conmigo? - Pregunto ella, con unamirada de pena.
-¿Por qué tendría que estarlo? - Eliot no comprendía a que iba aquellapregunta.
-Vamos Eliot, todo el mundo sabe - Los ojos de Eliot se abrieron un poco más alescuchar esas palabras, ¿ Que era lo que todos sabían? - Tu y Cindy no sellevan bien. Yo no estaba cuando ocurrió lo del Dojo pero si llegué con losparamédicos para auxiliarle. Además Jakeme contó todo lo que después se expandió por el instituto, ¿ No te molesta que... me este enamorando deella? Dime la verdad, por favor.
-Nicole... - Pronuncio su nombre con una sonrisa suave - No podría enojarme poralgo de lo que tú no tienes culpa y mucho menos que no nos hace daño. Comodiría Yinny, el amor es el amor y si es sano corresponder solo tienes que dejarque pase. Yo quiero que seas feliz prima.
Las palabras del chico hicieron que los ojos de ella brillaran de una forma especial,llena de esperanza por el consentimiento de el único familiar más cercano queella tenía todo el tiempo.
Eliot notaba aquel brillo especial en los orbes de Nicole y era exactamente esolo que en parte le molestaba ya que nuevamente no podría preguntarle a cerca delas pastillas que esta le estaba dando. Pero ya tendría una nueva oportunidad yesa sería la definitiva.
Ahora la chica de violeta cabello y reluciente ojos azules se levantaba delborde de la pileta con una de las manos de su primo aun agarrada con fuerza loque hizo que este también se levantara tras halarle.
-¿Vamos a ver las maquinas? Algo me dice que por ahí a de a ver una manera dehacerlas funcionar sin necesidad de una ficha - Rio la chica mientras sacaba desu bolsillo un bisturí con una pequeña funda en la punta que impedía que serompiese su pantaloncillo y que se lastimara a sí misma.
Una risa suave invadió la boca de Eliot al ver el ingenio que podía demostrarNicole, por lo que acepto casi de inmediato su propuesta antes de acompañar ala chica quien avanzaba brincando tomada de su mano, con una innegable aura debuen augurio.



En otro de los lugares deaquel hermoso y lujoso ferrie se encontraba Walter, recorriendo los pasillosque pronto lo dejarían a metros de la cocina y el comedor frente a él. El lugarera tan grande como cualquier habitación de temática que tenía el barco.
El salón del comedor que se apreciaba desde el interior de la cocinaprofesional en donde había entrado Walter era inmenso. El suelo estaba tapizadolujosamente de un rojo coral que hacia juego con el ramillete de rosas dentrode los mas pulcros floreros de cristal pulido sobre cada una de las mesasrusticas que combinaban con el resplandor que reflejaba la escena, perover tanta belleza junta al demonio lehostigaba.
-Veamos qué hay de bueno en esta cocina... - Mencionó el demonio mirando a sualrededor. Tenía hambre y cualquier cosa podía suplir aquel básico requerimientode su cuerpo en ese momento, solo tenía que buscar bien. Comenzó con una vista rápida en los mesones donde se preparabanalimentos más elaborados, luego sus pasos lo llevaron hasta la nevera que seencontraba en una esquina. Grande fue su sorpresa al notar que estabacerrada con un candado.
-¿Esto es enserio? -Se pregunto antes de rodar los ojos y colocar su mano izquierda sobre el candado, el cual se congelo encuestión de segundos. Luego cambio de mano y tomó del mismo con la derecha que calentóal rojo vivo el material del candado. El choque termino hizo que el acerocediera y se desmoronara como si de arena oscura se tratase, dándole el pase aWalter para registrar el contenido del electrodoméstico.
Una sonrisa suave se dibujo en su rostro que por lo general se encontraba conuna expresión seria casi todo el tiempo y no era porque no le gustase nada, tansolo era porque le parecía aburrida la vida, aun que eso es algo para otromomento. Su mano se deslizó hacia elinterior de la nevera seguida de su rostro curioso por lo que podría encontrarahí, pero antes de que pudiese sacar algo escuchó como unos cuantos cucharones que colgaban sobre uno de lossoportes sobre el mesón de preparación se movían haciendo ruido entre sí. Sureacción fue rápida y concisa al girar y lanzar una bola de fuego pequeña a gran velocidad hacia donde se encontrabanlos utensilios de cocina. Estos se movieron nuevamente por el impacto de larápida esfera , pero más que eso no paso. Walter ahora se encontraba alerta y ya no se preocupaba de la nevera,aun que fue un grave error ya que la puerta de esta le golpeo el hombro alabrirse con fuerza.
-¿¡Qué!? - Exclamo el castaño al tiempoque se daba la vuelta y lanzaba un golpe de hielo al aire con la izquierda yaque una vez mas no había responsable de la acción. Estaba comenzando a enfadarse de lo que estuviese pasando en aquel lugarcuando disparados hacia el volaron tres platos de loza desde uno de losestantes que había visto cerrado al pasar y ahora al parecer de sigilosamentese había abierto. Dos de los platos se rompieron en el aire por un par deesferas de hielo que el chico les había lanzado y el tercero lo esquivó , porlo que se rompió en el interior de la nevera llenando todo de pedazos de loza.Ahora sabía que no comería nada de ahí.
-Joder, ¿Quién mierda esta tras de esto.? Me ais hecho el día. - Menciono connotorio enfado antes de que su mano derecha volviese estar al rojo vivo. Cerróla puerta de la nevera con la izquierda y con el dedo índice derecho dibujo uncirculo hecho de runas, transcribiendo cada letra de forma veloz las queestaban tan encendida como su extremidad. Luego de esto puso la palma derechaen el centro del pentagrama y de la nadauna ráfaga de viento salió de cada una de las runas grabadas en esta . Elviento que salía desde el sello en la puerta de la nevera eran tan caliente quepronto hizo que la temperatura de la cocina se elevara tanto que todos losartefactos metálicos se pusieran de un color anaranjado con matices de rojo.
El calor era casi tan insoportable, como estar en medio de un desierto en plenoverano o entrar al horno cuando este había estado temperándose a lo menos diezminutos. Era un pequeño infierno dentro de la cocina que pronto se volvería ungran espectáculo pirotécnico si el calor superaba el límite que tenían lostanques de gas acoplados a la plancha y la cocinilla.
De pronto se escucho como alguien caí al suelo tras unos cuantos destellosirregulares. La cabellera rubia había delatado al "fantasma" de la cocina casiinmediatamente.
-¡Ya!¡ Ya! - Exclamó Alice entre jadeos que evidenciaban la falta de airemientras se apoyaba con dificultad en el suelo- ¡Me rindo!...
Walter chisto enfadado mientras retiraba su mano del sello de runas. Una vez lohizo la honda de calor se desvaneció y todo comenzó a recobrar su temperaturanormal lentamente.
- ¿En qué diablo pensabas, niña? - Pregunto mientras se acercaba a ella y le extendíasu mano izquierda.
-Solo estaba jugando un poco, no pensé que te alteraras tanto. - Menciono estádándole la mano para levantarse. - Perdón si fui demasiado boba -suspiro conalgo de culpa mientras bajaba la mirada.
-No pasa nada. Creo que se me ha ido la mano a mi también, pero sí que me hascabreado un poco ¿Eh? - Rio por lo bajo para luego encogerse de hombros. -Estuve a punto de secarte.
-Lo he notado. Estuvo cerca - Menciono Alice recuperando el aliento ahora quela temperatura había bajado.
-De todas formas, ¿ Como has podido aguantar tanto la ola de calor? - Preguntoel mayor mientras veía a Alice caminar por la cocina mientras divisaba todoaquello que había dejado como consecuencia su juego contra él. Vio como Alice extendíasus manos hasta los platos rotos y estos brillaban tenuemente bajo un sello queaparecía entre la palma de ella y el objeto, era un sello violeta con doslíneas en su interior de un color crepúsculo que simulaban ser las manecillasde un reloj que se movían con rapidez pero en sentido contrario, vale decirhacia la izquierda. Esto hacia que los objetos, en este caso las piezas de lozarota en el suelo, se comenzaran a juntar nuevamente sellándose y dando forma nuevamente a lo que habían sidoen un principio. Ya había recobrado dos platos y faltaba la abolladura de lanevera.
Alice se dio vuelta de medio lado y le sonrió de manera suave cuando notó en elrostro del chico que había entendido como había aguantado tanto.
-¿Lo ha comprendido? - Le pregunto suavemente mientras colocaba la mano sobrela puerta de la nevera que estaba marcada con las runas fundidas en esta. Hizoel mismo sello en forma de reloj sobre esta y las runas se desmarcaron de lapuerta que volvía a tener su volumen normal y prolijo, sin rastro alguno de lasmarcas.
-¿Ha sido por tu habilidad? - Preguntó el demonio con una sonrisa suave,mientras se apoyaba en uno de los muebles de la cocina. Observaba atento comoella abría la nevera y reconstruía el plato en su interior a la vez que reponíael estado de los alimentos- Vaya... creo que la destreza va en la sangre. Elcontrol del tiempo es una habilidad muy poderosa, diría que hasta podrías sermucho más fuerte que Cindy.
-No hace falta decir eso, Walter - Rio por lo bajo la dulce chica - Cindy esmuy fuerte y estoy segura que podría acabar conmigo fácilmente como lo haz echotu ahora.
-Pero si puedes saltar en el tiempo, como lo hiciste para esquivar la ola de calorun buen tiempo, ¿ Por qué recibiste el ataque de todas formas?
-Fácil - Rio Alice, mientras sacaba dos postres de chocolate que estabanenvueltos en aluza, como si alguien los hubiese dejado preparados conanticipación ahí. - Se me ha acabado el Mana para mantener mi poder activo. -Tras decir eso se acercó al demonio y extendió uno de los postres que hastacuchara tenia envuelta en el plástico transparente. Luego se sentó en el mismo mesóndonde él estaba apoyado- Se me acaba tan rápido como lo recupero tras estar totalmente en ceros...tengo que mejorar eso.
Walter recibió el postre de chocolate que estaba en una copa envuelta de aluza.Lo desenvolvió y con la chuchara comenzó a sacar bocado tras bocado sin tenermucha pausa entre ellos. Estaba realmente hambriento. La chica de rubio cabellocomía de forma lenta, por lo que al hacer una pausa mientras miraba el postreque aun quedaba de sobra en su copa miró de reojo al contrario.
-Necesito pedirte algo. - Confesó la rubia tras un suspiro.
Walter le quedó mirando algo confuso, ¿Qué podía pedirle ella y que él pudieserealizar?. Dejó de comer por un momento y trago lo que tenía en la boca paracomenzar con la charla nuevamente.
-Claro. ¿De qué trata?
-Necesito que protejas a Nicole, la prima de Eliot. - Menciono ella, con unpoco de aflicción en sus palabras. - Es de real importancia, ya que eres elúnico que podría salvarla.
-¿De que estás hablando? - Preguntó el chico sin entender de que hablaba Alice.- ¿De quién la protegería?
Alice dudó. No sabía en que podía afectar lo que estaba a punto de declarar aWalter, después de todo era algo que ella gracias a sus poderes habíapresenciado en un futuro que podía o no cambiar. Pero de lo que estaba seguraera de que en efecto la ayuda de Walter seria el factor que cambiaria al menosel final de todo.
Cuando estuvo a punto de abrir la boca para comenzar la explicación de todoaquel la extraña petición, los alto parlantes del comedor comenzaron a sonar.La mirada de ambos se centró en el exterior de la cocina y pronto dejaron lascopas sobre el mesón para ir a ver que estaba ocurriendo.
-<<¿Aloo? ¿Me escuchan fuerte y claro? >> - Exclamó la vozde Cindy- << Les habla su perfecta y sensualanfitriona informándole a todos los jovencillos que traigan su desgraciado culohasta la cabina del capitán. Junto con Alex tenemos que mostrarles algo muy,muy interesante. >>
Había sido salvada por su hermana, al menos parecía que a Walter se le habíametido entre ceja y ceja llegar a la cabina ya que comenzó a caminar sinsiquiera esperar a la rubia. Esta suspiró aliviada y lo comenzó a seguir por elbarco ya que parecía saber dónde ir.


Cindy y Alex se encontraban donde la rubia había anunciado, la cabina delcapitán del ferrie en lo más alto de la superficie. Cindy mantenía una miradafija hacia el exterior mientras se cruzaba de brazos con notorio disgustomientras que el pelirrojo de Alex se encontraba con las manos sobre el timónbarnizado de la maquina acuática, bajando a su vez lentamente la velocidad deesta. En una mirada de reojo del chicovio la expresión amurrada de la joven y tan solo sonrió de forma suave.
-¿Estas molesta?
-¿Molesta? -Repitió ella - ¡Furiosa!... ¿Qué acaso no estás viendo esa mierda,Alex? - Exclamó mientras señalaba con su dedo índice derecho hacia delante deellos.
Fue entonces cuando los cuatro chicos que estaban revisando el barco llegaronen pareja hasta la cabina del capitán, justo en el momento en el que Cindy sehabía expresado con tanto enojo.
-¿Qué ocurre Cindy? - Preguntó Alice sorprendida por su actitud, aun que no erapoco frecuente en ella como había descubierto desde que se encontraron.
-¿Qué sucede? Miren ustedes con sus propios ojos. -Exclamó la otra rubia antesde volver a cruzarse de brazos como una cría en un berrinche por que no le handado lo que ha pedido para su cumpleaños.

Fue entonces que todos los presentes, exceptuando claro a Cindy que ya nonecesitaba verlo y Alex que no podía dejar el timón, se dirigieron hasta elventanal frente al puesto de control.Los ojos asombrados y llenos de incredulidadde ellos miraron a lo lejos el motivo del porque Cindy estaba tan enojada; Unaespecie de barrera de tierra o piedra dura de varios kilómetros estaba cortandoel camino en pleno mar. No era algo que estuviese construido ahí con un motivo claro, si no mas parecía obrade una mala broma hacia ellos, una especie de obstáculo que los separaba delsiguiente tramo en su viaje hacia Costabrave.
-Nos hubiésemos transportado en Helicóptero... ¿ Por qué no lo pensé antes? -Regaño Cindy entre dientes, apretando mas sus brazos.
-¿ Que haremos? - Pregunto Alicemientras miraba complicada aquella situación.
-Tendremos que destrozar la muralla... es imposible pasar por otro lado. Solomira - Dijo Walter extendiendo su mano para mostrar la longitud de la muralla.Esta se levantaba hasta donde la vistaalcanzaba allá por lo lejos.
Eliot se mantenía en silencio mientrasobservaba la muralla, era bastante extraña que estuviese en medio del mar, ¿Para que alguien construiría eso? No se le ocurría ni un solo motivo bienfundamentado, aun que mas parecía hecha de manera ocasional por la naturalezaque les jugaba una broma pesada. Comprobó que no era el único que pensaba esoen aquel lugar, a su lado Nicole miraba con la misma expresión aquella murallacomo si estuviese analizando una pieza de rompecabezas que no encaja en todo eljuego pero que de algún modo había caído dentro de la caja.
Pronto el ferrie se comenzó a detener lentamente a sorpresa de sus navegantes. Todos voltearonsu vista al capitán del lugar, aquel chico de pelo rojo que sonreía de formaconfiada mientras dejaba su puesto dentro de la cabina y con paso firme comenzóa caminar hacia la puerta de salida.
-¿A dónde mierda va? - Exclamó Cindy mientras alzaba la ceja derecha. Se podía sentirsu odio al mundo en ese instante y más cuando no comprendía ciertas actitudescomo la de Alex quien no dio repuesta, al menos no verbal. Para colmo todos losdemás siguieron el paso de Alex hasta el exterior por lo que al a rubia tansolo le tocó comer de su orgullo y escupirlo a un lado mientras soltaba el nudoque había hecho con sus brazos sobre su pecho y salió también junto a losdemás.

El día estaba nublado y hasta algunas nubes de lluvia se podían apreciar entreel plomo prolijo que cubría el azul del cielo celosamente tras él. Esto dabauna tonalidad oscura al mar que se desplegaba libremente hacia todos lados o almenos hasta toparse con la muralla como era el caso de la parte frontal quemiraba el ferrie.
Alex, que se había dado la molestia de conducir aquella nave acuática ahora seencontraba apoyado en la baranda de laproa de esta, se encontraba analizando de más cerca aquella muralla con detención.Todos los demás salieron a su encuentro antes que este girara su rostro demedio lado para mirarles de reojo.
-Walter tiene razón - Mencionó con una sonrisa amplia mientras se arreglaba loslentes - Si queremos pasar hay que destruir la muralla.
-Gran deducción - Exclamo Cindy algo altanera - ¿Cómo piensas destruireso? Espero que no se te ocurra aventarlea toda velocidad el ferrie, no quiero que esto se convierta en un segundotitanic...
El pelirrojo negó con suma diversión ante las palabras de Cindy, pero enaquella mirada que tenia con tanto brillo y con la cual miraba a Walter enespecial dio a comprender que tenía un plan y que en verdad funcionaria.
-¿Por qué tuve que hablar? - Se quejó eldemonio, mientras suspiraba profundo. Había entendido en parte el plan que teníaAlex y en qué pintaba su propia habilidad en todo aquello. Al tiempo Alicetambién lo había captado y su mirada también se fijaba en él.
-Vamos Walter, dame una mano. - Alex se notaba bastante confiado al llamar aWalter, ¿ Es que acaso Cindy le había contado de su habilidad? Era la únicaexplicación lógica por la que este lo solicitaba a aquello.
Sin más espera el demonio dio los pasosque lo separaban del grupo y a su vez lo acercaban a tan engreído chico comoera Alex, al menos como le había parecido mientras llegaban a la reunión conlas rubias. ¿Es que una persona puede hablar tanto de sí misma sin aburrirse?En ese camino le había contado todas las grandes victorias que había tenido,incluyendo la pelea contra su mejor alumno llamado Will y algo que le inquietóy de lo que él no tenía conocimiento era que Alex había ganado el Torneointerescolar hace dos años.
Una vez estuvo a su lado, Walter se cruzó de brazos y le miro de reojo.
- ¿Ahora qué?... - Sabia que hacer peroesperaba su respuesta primero.
-Es fácil - Dijo Alex estirando sus brazos como precalentamiento - Yo disparo,tu potencias.
Entonces Eliot, quien había permanecido al margen de la situación junto a suscompañeros, recordó la pelea que el pelirrojo había perdido contra Will, el rubio amigo de Niio. Suhabilidad era la hidroquinesis y era uno de los mejores exponentes de aquellaque había tenido la suerte de ver. Tenía táctica y rapidez con los ataques, aunque en aquella ocasión Will le hubiese podido derrotar según lo que Yinny lehabía contado puesto él se había desmayado de agotamiento segundos antes de quetodo acabara aquel día.
Sin interrupciones adicionales de los presentes en la cubierta del ferrie, Alexextendió sus manos brillantes por la energía Mana que liberaban ambas palmas.Era tan intensa la luminosidad de esta energía en él que se hacía imposible nodestacar en aquel día gris, como si en sus manos se hubiese abierto un espaciode cielo tras luchar con las sobreprotectoras nubes. Aquel Mana en las manosdel pelirrojo se hizo más grande y esférico, como si de dos esferas de agua setratasen.
- Prepárate Walter, ¿ Ya sabes qué hacer? No hay momento para fallar. - Le dijocon cierta complicidad al demonio, mientras el Mana comenzaba a estirarse encaída al mar bajo la Proa.
-Si, no hace falta repetirlo- Walter rodó los ojos mientras alzaba su manoderecha que de inmediato se encendía al rojo vivo. Ahora todo quedaba más claro para losespectadores del tal espectáculo que aun se sentías confundidos con lo queplaneaba el par de mayores.
Cuando Alex dio un vistazo hacia el agua bajo la imponente proa, levanto ambasmanos envueltas en el Mana. Al hacer aquel movimiento, el ferrie se remeció unpoco ya que se encontraba levantando una gran cantidad del mar tan brillantecomo sus manos en ese momento. El agua que había levantando tenía una formacilíndrica en base pero con una punta delgada que se abría a la mitad de formahorizontal que poseía ciertas irregularidades en ambos extremos del corte,dándole así una vaga apariencia de unaboca de lo que no estaba para nada erróneo suponer puesto el agua había formadouna serpiente marina gigante.
La impresión de todo al ver aquella gigantesca figura de agua fue mayúscula. Aeso tenemos que agregar el hecho de que la agitación en el mar hacia que elferrie se tambaleara para todos lados un tanto incesante, haciendo que todos seafirmaran de las barandas metálicas de la proa en ese mismo instante. Luego de que Alex se asegurara de que todoestaba marchando tal y como planeaba, tanto de que todos estuviesen afirmados,que Walter estuviese preparado y de que su creación estuviese en perfectascondiciones con el máximo de Mana que pudiese entregar para el siguiente paso. Con fuerza levantó nuevamenteambas manos y las deslizó hacia adelante para impulsar a la serpiente marinacontra la muralla. Esta al impactarse con el rígido bloqueo que impedía que elferrie avanzara se comenzó a convertir en algo así como un vortex interminableque chocaba con fuerza y de forma interminable con este, mientras se formabanolas en el mar que movían la maquina marina.
-¡Ahora, Walter! - Exclamo Alex mirando con suma emoción al contrario.
-Voy - Cortó de forma seca el demonio.Su mano derecha se metía en aquel vortex de agua que nacía de las palmasdel pelirrojo y como un fosforo que hace reacción con el rose de la pólvora elagua comenzó a salir con un color rojizo brillante por la intervención de suMana. Por toda la extensión de la serpiente marina salía humo que evidenciabala alta temperatura que tenia aquel vortex que comenzaba a calentar la murallaen la que se impactaba, enrojeciéndola yagrietándola por la presión que ejercía tal cantidad de agua a gran velocidad.Unos minutos fueron suficientes para que una gran porción de la murallabrillara intensamente con un rojo tan fuerte que se podía sentir el caloremanar de ella. Fue entonces cuando Walter cambió de mano, sacando la derecha yentrando al agua la izquierda que estaba cubierta por una capa de hielo tanfría que invirtió el color del vortex en un segundo, de tener un resplandorrojo a tener uno celeste casi blanco.. El agua se congelaba tan rápido comosalía por lo que llegaba hasta la muralla roja era agua helada y fuertes golpesde estacas de hielo que pronto comenzaron a hacer añicos la dura pared depiedra. Cada segundo que pasaba siendo sometida ante aquel vortex se debilitabamas y mas hasta que finalmente colapsó destruyéndose desde aquel punto hacialos extremos, abriendo de esta forma una gran porción de esta en la cual caeríasin problema alguno el ferrie. El problema se había solucionado.
Las manos de Alex y Walter tomaban distancia nuevamente, ya no era necesariatanta cercanía para suerte del demonio puesto estaba todo listo para continuar con sutravesía. Alex miró de forma alegre a Walter y extendió su mano izquierda haciaél, pero este tan solo le quedó mirando con una expresión neutral.
-Buen trabajo compañero. - Agregó Alex a su gesto cordial
-Como sea. - Exclamó Walter, mientras miraba hacia otro lado sin corresponder ala mano ajena mientras se distanciaba. Alex bajó su mano haciendo una suavemueca inconforme con el contrario - Lo haz hecho bien, Alex. - Y luego de estose dio media vuelta para apartarse hacia la cabina, rechazando todo contactocon los demás del grupo como si estuviese molesto por algo aun que realmenteWalter era así la mayor parte del tiempo por su naturaleza.
Alex, no estaba acostumbrado a ser rechazado de esa forma por lo que se sentíaalgo extraño al sentir la frialdad de Walter pero, ¿ Era algo tan relevante en su vida? Quizásno volvería a hace equipo con el después de esta misión por lo que intentaríano preocuparse tanto por ello. Alice le quitó de aquel pensamiento en cuantosaltó sobre él , abrazándose a su cuello con suma alegría mientras todos losdemás también se acercaban hasta donde se encontraba Alex.
Todos excepto Cindy, obviamente no podía festejar cuando uno de sus aliado se sentíamal o aparentaba sentirse mal, no tenía el corazón tan frio después de todo yfue por esta razón que sin previo aviso siguió al demonio hacia el interior delferrie. Estuvo algo así como uno diez minutos siguiendo sus pasos hasta queeste se detuvo en lo que Cindy reconoció como el pasillo de los dormitorios delsector de primera clase, puesto ella siempre habitaba en la última de estashabitaciones cuando organizaba eventos en su ferrie. Observó el comportamientodel chico por un momento manteniéndose al margen, escondida en el marco de unapuerta que daba hacia otro pasillo. Walter había detenido su paso casi de golpemientras apoyaba su espalda en la pared más cercana que le había quedado, lacual era una porción de esta entre dos puertas. Ahí dejó caer su cuerpo hastaque quedó sentado en el suelo y puso ambas manos sobre su rostro, tampandolocomo si quisiera escapar de algo o como gesto de necesitar desahogarse mediantela práctica del llanto. Cindy sabía muy bien lo que podía significar aquellapose puesto más de alguna vez había tenido que hacerla a solas, tal cual Walterlo estaba haciendo ahora para no ser juzgado ante la gente que los veía de otraforma, aparentemente libres de todo sentimiento de debilidad. Un suspiroprofundo se escuchó salir de la boca de Walter siendo sofocado por sus manos y entoncesCindy supo que era hora de intervenir antes de que fuese algo tarde.

-Hasta que al fin te encuentro - Menciono con una voz suave, un tono muydiferente al que acostumbraba usar todo el tiempo. Incluso había sentido unparentesco con su hermana Alice.
La mirada de sorpresa que alzó Walter confirmó su sentimiento, ya que pronto elhombre negó suavemente con la cabeza.
-Eres tu - Menciono de mala gana.
-¿A qué va ese tono? - Preguntó Cindy- ¿Esperabas a Alice o qué? -Alzó unaceja, volviendo a recuperar su tono de siempre mientras caminaba hacia elchico.
-A nadie en verdad. No quiero estar con nadie y menos con alguien como tú. -Fue extremadamente duro con aquel comentario, tanto que llegó a surtir efectohostil en Cindy. Sin embargo, en vez de queesta reaccionara mal y se largara maldiciendo a Walter , se quedó ahí e inclusose puso a su altura para poder hablar mejor con él.
-Tranquilo, chico - Dijo Cindy sonriendo suavemente, intentando controlarse -No he venido a reírme de ti o algo por el estilo, quiero ser amable, ¿Si? No loarruines- Suspiró y volvió a intentarlo- Ahora, ¿Quieres contarme que te pasa?
-No es nada, estoy igual que siempre. -Desvió la mirada dejando en duda suspropias palabras.
-No te creo nada, bobo. Menos aun si meevitas así.
-Como sea.
-Vamos Walter, déjame intentarlo - Volvió a suspirar la chica, su pacienciaestaba tocando peligrosamente los limites - No sueles ser tan cascarrabias, porlo general ese papel es mío.
-Y vaya que si lo tienes bien pegado, nadie te lo quita. ¿Tu estas bien, Cindy?Que ya pienso que hasta tienes fiebre o algo así. - Le miró de reojo con unasonrisa ladina.
-Ja ja... muy gracioso - Menciono esta mientras le miraba algo enfadada - Anda,dime ya.
-Me siento solo, Cindy. Fuera de lugar. - Confesó al fin Walter.
-¿Y eso? Vamos estoy yo aquí. -Cindy no podía comprender a que se refería eldemonio.
-No es eso exactamente... me refiero a todo, en general. ¿Acaso no te has dado cuenta? No soy de tanto lujo... memolesta todo este mundo.
-Algo me había dado cuenta, después de todo nunca has querido asistir a las fiestasdespués de la pasarela - El verdad no era algo que a Cindy le hubiese costadodeducir, aun que prefería la sinceridad de Walter.
-Exacto. Por eso este lugar me incomoda mucho... solo quiero que esta misiónacabe y alejarme lo que más pueda del lujo.
-¿Eso quiere decir que ya no serás mi guardaespaldas? - Pregunto ella haciendo una mueca de inconformidad.
-No estoy seguro - Confesó el chico - Aún tengo que ver ese tema. ¿Sabes? Memolesta la presencia de Alex.
-¿Por qué? Es un chico interesante, es fuerte y no tiene una mala actitud
-¿Según quien? No puedo confiar en las personas como él, tiene algo que mecausa desconfianza - Aun que en realidad Walter no tenía confianza en nadie, nisiquiera en Cindy ya que seguía pensando que ella había sido la causa de queAlex lo eligiese con tanta seguridad para su plan, cuando en verdad no loconocía. Pero no tenía ganas de cuestionarle eso por lo que tan solo levantó los hombros - Todosería distinto si.... - Y guardó silencio de golpe al notar lo que estaba a puntode salir de su boca.
-¿Si qué? -Cindy le quedó mirando fijamenteun momento hasta que una sola idea invadió su mente - Ohhh... ¿Es eso, grandulón?-Rió por lo bajo, con cierta picardía.
-¿Qué? ¿Qué mierda estas pensando, perra? - Sin poder evitarlo el rostro de élse enrojeció suavemente con un rubor imposible de ocultar.
-" Todo sería distinto si estuviese Jake" , ¿Es eso? ¿Es eso lo que queríasdecir? - Cindy le dio un suave empujoncito- Vamos, no tienes que ocultarlo. Yahemos visto que te llevas bien con el peque, son casi inseparables por decir algo poco.
La verdad estaba en las palabras de Cindy, aquella verdad que Walter se negabatanto. En verdad casi nunca estaba lejos de Jake, inclusive si pudiesenvivirían en la misma habitación lo harían aun que el problema en si no erael permiso, sino algo mucho más fuerte.Algo que tenía que ver con la naturaleza de Walter.
-Ok, ya. Lo acepto,¿ Feliz? Me gusta Jake - Walter se cruzó de brazos y miróhacia otro lado, fingiendo molestia.
-Si, Feliz. Aun que realmente es más de lo que me esperaba escuchar - Y con unarisa suave y triunfante Cindy se levanto y extendió su mano al chico que teníaen frente. - Ya es casi la hora del almuerzo, vamos Walter - Le sonrió de formasuave mientras el chico daba vuelta de nuevo la cara para mirarle aun mas ruborizadoque la vez anterior , pero Cindy no dijo absolutamente nada más para noincomodarlo. Tras ayudar a levantarsedel suelo ambos fueron con rumbo a la cocina, mientras que del comunicador deWalter llamaban a los demás.

La tarde pasó sin muchas novedades sobre el ferrie, o al menos hasta cuandollegaron. Como el viaje no era exactamente una travesía de días, a eso de la cinco de la tarde arribaron alpuerto de Costabrave exitosamente gracias a las habilidades para conducir quetenia Alex. El tramite que tuvieron que hacer después fue cosa de niños ya queCindy tenía todo el papeleo hecho desde un principio. Se preguntaran ¿Papeleopara qué? Fácil, para que no se llevaran el Ferrie de ahí por " aparcar " en unpuerto que no le pertenecía.
Todos comenzaron a caminar por la zona mercante de la bahía donde habíanllegado, deslumbrándose con la belleza que desde ya mostraba la ciudad natal delas gemelas Lutwidge. Las calles tenían ese estilo antiguo y colonial tan bienconservado que era como volver en el tiempo varios siglos atrás, cuando lascosas solían ser más simples en el mundo, aquellos años de eterno resplandorque las calles de Costabrave seguía reflejando indolente ante el paso deltiempo.
En aquel mercadillo había de todo lo que uno pudiese imaginar, desde artículosde segunda mano como revistas viejas o muebles arañados por gatos hasta cámarasfotográficas profesionales y armas de primera calidad, como las espadas doblesforjadas con una aleación de acero resistente a cualquier golpe pero igual ligera y de fácil manejo que habían llamadola atención de Eliot.
El vampiro fue a ver aquellas espadas junto a su prima Nicole, mientras losdemás se dispersaban por el mercadillo en busca de algunas cosas interesante.Todos excepto Alice que se había quedado inmóvil en medio de aquella calle, su atenciónestaba fija en un reloj enorme que se encontraba sobre una colina a lo lejos.Era de tanta magnitud que se podía apreciar desde aquella distancia los númerosromanos que tenia y las manecillas que marcaban las cinco con diezminutos. Eran las cinco con diez minutosy un sollozo suave se escucho a la izquierda de la rubia. Esta miró hacia ellado de donde venia el sonido para topar su mirada con un pequeño niño que seencontraba en un rincón, tallándose los ojos entre gruesas lagrimas quebrotaban de ellos. Era un chico de unos siete u ocho años, de cabello rubio ydesordenado con un gorro de color verde musgo que lo hacía ver como un pequeñognomo. Sus ropas no estaban descuidadaspero no se veían como un cambio nuevo, como si viviese día y noche con ellapero siempre protegiéndolas como su tesoro mas grande.
Sin más, Alice decidió ir hacia donde este se encontraba y brindarle su ayuda,quizás estaba perdido y necesitaba que alguien le ayudara a encontrar el caminoo al menos podría alegrar el día a aquel pequeño niño.
-Hola pequeño - Dijo la rubia, con un tono de voz tan suave y dulce que no caíamenor duda de sus buenas intenciones. - ¿Por qué lloras?...
El niño guardo silencio en su sollozo y tras sorbetearse el moquillo de lanariz, alzó su mirada vidriosa por las lagrimas dejando ver una miradainusualmente bicolor. Uno de sus ojos era azul y el otro verde.
-No debo hablar con extraños... - Dijo, para volver a tallarse el ojo derecho con lamano diestra.
-Eres un buen muchacho. - Sonrió Alice enternecida por aquel gesto. - Mi nombrees Alice y solo quiero ayudarte. ¿Cuál es tu nombre pequeño?
El infante titubeó un poco ante el acercamiento de la rubia, pero pronto sumirada se ablando un poco y bajo la guardia tras sentir que ella no le haríadaño.
-Soy ... Vince -A pesar de todo mantenía ese aire alerta que tenían todos loschicos de su edad ante cosas desconocidas, después de todo no podía confiar entodo el mundo.
-Hola Vince, un gusto en conocerte - Dijo Alice, para luego extender su mano haciala del pequeño niño a esperas de que correspondiera el gesto. Y así fue, supequeña mano se encontraba con la de la chica en un apretón suave y muyamistoso - Ahora, ¿Por qué estas tan solito aquí y llorando? ¿Ha pasado algo?
-Si - Respondió casi de inmediato mientras miraba a Alice- El hombre de esepuesto me ha corrido de ahí - Señalabaun puesto que sobresaltaba del resto de aquella feria mercante por estar llenode colores y frascos con lo que parecían ser caramelos de todos los sabores -Yo solo estaba mirando por qué no tengo dinero para comprarlos.- Al mencionaresas últimas palabras lo hizo de forma temerosa, como si no pudiese evitar decirlo yluego sentir algo de culpa.
-Con que ha sido eso - Exclamó la chica mientras miraba hacia el puesto quehabía señalado el chico. - ¿Vamos? Tendrás tus dulces - Se volvió hacia él,sonriendo suavemente.
Antes que el pequeño dijese algo al respecto, Alice comenzó a caminar hacia el puesto de dulces. La chica miró dereojo a sus compañeros que aun seguían comprando algunas cosas, por lo que alparecer tendría tiempo de sobra para atender al niño quien la seguía de cercacon algo de temor en su andar.
Ambos se presentaron frente a la tienda, aun que Alice fue la única de los dosque dio los últimos pasos para presentarse ante el dueño. Vio previamente lacolección tan variada de dulces que poseía para elegir bien los que necesitabapara el chiquillo.
-Hola, ¿Qué se le ofrece señorita? - Preguntó el dueño.
-Hola, buenas tardes - Dijo ella con cordialidad, al tiempo que hacia una suavereverencia - Quiero comprar un surtido de dulces de estos frascos, por favor -Menciono mientras mostraba con su índice cuales eran los que había escogidopara hacer la bolsa de dulces más llamativa y exquisita de todas.
-No hay problema, señorita - El ahora tan humilde caballero que habíacorreteado a Vince cogía una pequeña palita de metal con la que comenzaba arecolectar los dulces de cada uno de los frascos que Alice había escogido paraluego colocarlos dentro de una bolsa transparente. Tras esto los pesó e hizo el intercambio con la chica con eldinero de esta.
-Muchas gracias - Alice Sonrió.
-No hay de qué. - Respondió el vendedor.
Alice volvió donde se encontraba el chico y se colocó a su altura, luego lepasó la bolsa de dulces y volvió a su porte natural nuevamente.
-Espero los disfrutes, Vince - Menciono ella con aires afectivos.
-Gracias... señorita Alice - El niño abrióla bolsa mientras miraba hacia otro lado. Luego cogió uno de los dulces y lollevó a su boca tras sacarlo del empaque en el que venía.
-Ahora iremos a buscar a uno de tus parientes, ¿Bueno? Siento que deben estarmuy preocup....
Pero antes de que ella terminara dehablar Vince había salido corriendorápidamente por la calle hacia una doblada para el lado izquierdo, algo que Alice no veíavenia y que a pesar de todo no dejaría que continuara ya que no quería que elchico se perdiera más de lo que ya estaba, ¿Por qué lo había hecho? ¿Con quemotivo? No importaba, no quería sentir culpa si a ese chico le pasaba algo porcorrer de aquella forma o si ella no iba a por él. Alice corrió a toda velocidad tras el chico mientras suscompañeros de equipo se percataban de lo que esta hacia e intentaba conseguiralguna respuesta de su actuar, pero ella guardó silencio y encendió sucomunicador, exactamente la alarma de ayuda que mandaría un mensaje a todos losque estuviesen en aquella misión, de esta forma y usando el GPS incluido en elcomunicador podrían seguir sus pasos cuando estuviesen listos.
Vince le sacaba al menos 3 decámetros de distancia a Alice mientras corrían porlas calles de Costabrave. El chico era hábil al pasar tanto entre carruajes,basureros municipales y pórticos de cada casa que se interponían en su camino.Alice, por otro lado, intentaba que elzigzagueante niño se quedase quieto un momento para cogerlo con su habilidad ycongelarlo en el tiempo, pero le resultaba difícil por sus movimientos ya queera como si el chico supiese lo que ella planeaba a la distancia. Eradesesperante no poder acabar con aquella tediosa carrera del infante, ¿ Que lohabía motivado a salir corriendo de aquella manera? Alice no podía congelar niretroceder el tiempo mientras no estuviese dentro de su rango de alcance, nohabría un resultado favorable para ella si esto pasaba ya que el niño correríamas y lo perdería.

En cuanto Alice salió corriendo de esa forma, todos los del equipo se habíaalertado dejando atrás lo que hacían en ese momento. Cindy fue la primera enver a su hermana correr ya que había estado observando de reojo que seencontraba con un niño pequeño frente a un puesto de dulces en el mercado.Cuando vio que el niño salió disparado lejos de su hermana sus ojos se abrieronbastante, pero cuando vio a su hermana seguirle a la misma velocidad lasorpresa no caía en ella.
-¡Alice!!¿Que haces ?! - Pero su pregunta no tuvo respuesta más allá que lasmiradas de todos los demás; Nicole,Eliot, Alex y Walter quienes se fijarían también en la rubia que emprendía lacarrera. Luego llego la alarma de ayudadel comunicador de Alice que hizo que todos comenzaran a sonar con un pitidosuave y una luz rojiza sobre un mapa que se desplegó en cuanto todos sacaron elsuyo.
-¿Qué estamos esperando? - Exclamó Eliot mirando tanto a Alice que se alejaba ya sus compañeros que se reagrupaban, mientras se ajustaba las espadas nuevas asus costados - ¡Vamos tras ella!
Sin mediar mas palabras todos salieron al camino, corriendo tras el punto rubioque se veía alejándose de ellos a gran velocidad. Para fortuna del grupo,todos poseían el comunicador y jamás laperderían mientras Alice llevase consigo el suyo que transmitía la señal a losdemás.
-¿Qué ha pasado con Alice? -Pregunto Nicole, manteniendo el paso firme.
-Ese mocoso debe haberle robado algo - Era la deducción que tenia Cindy sobrelo poco que había visto.
La ciudad se detenía al paso de loschicos persiguiendo a lo que iban más a delante, todos a los que habíanesquivado en primera instancia se habían quedado quietos en el camino,desconcertados ante la persecución de aquel chico por parte de la rubia quemantenía sus labios sellados y concentraba su mirada en el chico para noperderle el rastro. Esto facilitó de gran manera el avance del resto del grupoque empezaba a acortar distancias entre ellos y Alice, al menos hasta que esta dobló hacia uncallejón persiguiendo a Vince por lo que todos ingresaron tan solo para vercomo Alice saltaba una reja de metal de unos dos metros y medio deteniendo eltiempo a cada segundo bajo sus pies hasta pasar hacia el otro lado dondeseguiría con la persecución.
-¡Mierda! Tenemos que tomar otro camino - Exclamo Cindy entre dientes.
-Nada de eso - Dijo Walter, adelantándose a los pasos cada vez más lentos desus compañeros que consideraban el ir por otro camino tan rápido como Cindy lodecía. Walter se lanzó sobre la reja y colocando su mano derecha sobre la mallade metal la encendió con tanta intensidad que una gran porción del metal deesta se puso al rojo vivo, mientras Walter bajaba su mano y se derretía elmetal para crear una especie de pasada improvisada.
Alex observó la escena y preparó desde su posición el Mana en sus manos. Lasextendió hacia donde se encontraba Walter y apuntó.
-Sal de ahí, Walter - Advirtió al demonio que en un salto se retiró del camino incandescenteque había hecho, entonces Alex lanzó dos grandes chorros de agua que secombinaban a mitad de camino formando una trompa marina que enfriaba laabertura que había hecho Walter hasta que dejó de brillar al rojo vivo. Trasesto todos continuaron atreves deagujero en la reja hacia donde corría Alice. Alex salió de los últimos junto aWalter que lo miraba con cara de pocos amigos - Hacemos buen equipo, ¿No crees?- Le preguntó con una sonrisa amplia y confiada.
-Vamos, avanza pronto - Resopló Walter, rodando los ojos. Odiaba cada vez queAlex se entrometía en lo suyo ¿Tanto le costaba esperar a que el metal seenfriara por si solo? Era casi como si el chico buscara la oportunidad de fastidiarlocon la idea de que hacían buen equipo. Lo mantendría al margen cuando se lediera la oportunidad, de momento tan solo continuaría aquella persecución conlos demás del equipo.
Alice continuaba corriendo tras el chico, ya se comenzaba a agotar mientras veíaque el niño aun tenía fuerzas para seguir, lo odiaba por eso pero aun nodesistía de su idea de que si llegaba a pasarle algo seria todo su culpa. No sedio cuenta cuando estaba cruzando una gran calle que estaba con el semáforo enrojo hasta que el grito de Cindy laalertó del peligro inminente.
-¡ALICE! ¡UN AUTO! - Grito su gemeladesde la vereda que recién había dejado Alice para introducirse a la calle enbúsqueda del niño.
Los oídos de Alice se taparon tras aquel grito, todo se movió en cámara lentaaun que no por sus habilidades como de costumbre. Sus ojos pronto se fijaron elfoco del sonido de la bocina del antiguo auto que venía a velocidad hacia ella.Se sentía tan aterrada que incluso podía sentir la sangre correr por susarterias siendo expulsada por su corazón acelerado con intención de salirvolando del pecho de esta. Grito deforma muda mientras se cubría el rostro con sus brazos a esperas del inminenteimpacto del auto que jamás llegó. Todo volvió a sonar en cuanto sus ojos seabrieron un segundo antes de darse cuenta de que el auto ya no se impactaríacon su cuerpo ya que una sombra enorme y rápida había impactado con sumavelocidad la base del vehículo haciéndolo saltar hacia la derecha, desviándolode su trayectoria recta hacia la rubia. El actuar oportuno de Eliot había dejado una gran conmoción en la calle,tanto por los tripulantes del auto que estaba levemente dañado que salían deeste y comenzaban a gritarle al chico, como por el transito que había detenidosu andar un momento temerosos de que alguien causando disturbios estuviese trasaquel ataque de sombras tan certero lo que permitirá que el grupo se acercara ala rubia que aun seguía en shock . Cindy obviamente fue la primera en saltar a la calle e ir a donde seencontraba su hermana y abrazarla con fuerza.
-Joder Alice... eso estuvo tan cerca... - Suspiro asustada la modelo.
-El niño... - Respondió sin mencionar nada de lo pasado mientras miraba a sualrededor hasta que la figura infantil se mostro ante ella, expectante de loque había pasado unas cuantas cuadras mas allá, cruzando la calle. Alice sesoltó del abrazo de su hermana que se sorprendió ante la brusquedad de sumovimiento. Luego reanudo su paso hacia donde se encontraba Vince al tiempo queeste corría también, metiéndose a un enorme jardín de una de las enormes casasde la zona residencial de Costabrave. Aquel lugar a donde el equipo había llegado era el sector más adineradode Costabrave, donde vivían todo tipo de gente cuyas familias permanecían enaltos cargos en distintos trabajos, ya sea como gerentes de algunas empresas o ejecutivosde alto rango de entidades bancarias, actores y cantantes famosos e inclusodinastías de alto poder económicos cuyas raíces financieras dieron comienzo muyjóvenes en la historia de la ciudad. Cuando Cindy se percató de a donde habíaido a entrometerse el chiquillo y su hermana no podía caer en sí, susorpresa notoria en aquella mueca deintranquilidad lo decían todo, pero hacía falta unas cuantas palabras paraliberar lo que en su garganta se comenzaba a hacer un nudo.
-¿Qué diablos te pasa, Cindy? - Fue la pregunta justa y necesaria de la boca deWalter.
-Es mi mansión - Cindy tragó saliva mientras se detenía frente al enorme jardínque hacia la entrada hacia lo que se veía mas al fondo, era una enorme construcción colonial que se levantabacon fuerza. - ¡Alice! ¡Ven aquí! - Gritócon fuerza para hacer volver a su hermana.
- Tengo que volver con él, Cindy - Susurró esta, mientras miraba entre losarbustos y fardos de hierba casi llegando al medio del enorme jardín. Había sido solo un pestañeo que al parecer lehabía dado la ventaja suficiente al chico para perderse para siempre, puesto subúsqueda fue interrumpida por una mano que le tomaba el hombro- ¡Cindy! Te lohe dicho, tengo que buscar al... -Las palabras dejaron de salir cuando sus ojosse toparon con un ojo azul resplandeciente y un parche al otro lado dondedebería estar el otro. Era un joven mayor aun que joven al fin y al cabo,de cabello rubio desordenado elegantemente y vestido con ropa elegante,fina. Su risa suave hizo que Alice sepusiera más nerviosa de lo que podría haberse imaginado.
-Disculpe señorita por entrometerme, pero... ¿ Que busca en mi jardín?. - Suelegante tono de voz hacia juego perfecto con su apariencia y gesticulación suave.
Antes que Alice diera una respuesta , los demás del grupo hacían ingreso aljardín con prisa, como en un acto de ayuda para la rubia que no sabía queresponder al respecto.
-¿Estas bien Alice? - Preguntó Cindy, para luego ver al hombre quien le haciauna pregunta que ellos no habían alcanzado a escuchar- ¿ Quién eres tú? ...
El hombre miró a Cindy con una ceja arqueada para luego enfocar su vista en lasdemás personas que habían llegado. Tenía una expresión de absoluta confusión.
-Lo mismo me gustaría saber a mí, realmente. Pero como soy cortes me presentareprimero, me llamo Stephan Lutwidge y ustedes están invadiendo mi propiedad-Afirmó con toda serenidad.
El rostro de Cindy parecía deformarse ante lo que escuchaban sus oídos. Dio unsuspiro profundo antes de colocarse una mano sobre la frente y cerrar los ojos.Luego de un momento miró hacia el cielo al tiempo que cruzaba sus brazos y desus labios salía una sola pregunta:
-¿Qué coño estuvo haciendo mi padre....?


T.D.A. - Libro I : Black StarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora