Blocked ✉ libro dos (español)

cincuenta y siete

Antes de todo, siento muchísimo no haber subido en tanto tiempo. El instituto me consume :( Pero espero que disfrutéis del capítulo. (¡Leed la nota final, por favor!) x

[[ M A G G I E ]]

"Harry, despierta," intento moverlo. "Ya son las siete."

Harry farfulla algo entre dientes y se da la vuelta. Resoplo y lo empujo suavemente.

"Diez minutos más," balbucea.

"No, Harry. Dijiste que el U-Haul estaría aquí a las ocho. Tenemos que desayunar. Además, te conozco, seguramente tardas una eternidad en arreglarte el pelo; el cual está hecho una mierda, por cierto.

"¡Eh!" Se da la vuelta y me señala. "No insultes a mi pelo."

Levanto las manos en el aire. "Relájate, hermano."

"Estoy despierto," suspira. "Que empiece esta mierda de día."

"Eso es lo que yo digo de lunes a viernes cuando suena la alarma."

"Es bueno saberlo," refunfuña.

"Auch. Alguien está de mal humor hoy."

Se sienta en la cama y se frota la cara. "Perdona."

"No pasa nada," me encojo de hombros.

Harry se arregla un poco el pelo antes de ponerse de pie. "¿Quieres desayunar algo?"

"Sí."

"Iré a ver qué tenemos."

"Más te vale tener tortitas," hago una mueca. "Adoro comer tortitas los sábados por la mañana."

"¡No me digas que comes otras cosas aparte de Taco Bell y comida basura!" Ahoga un grito.

"Cállate." Harry se echa a reír y alarga la mano para coger su ropa de anoche.

"¿En serio vas a ponerte la misma ropa que ayer?"

"Pues claro. Doblamos toda mi ropa, Maggie." Se pone su camiseta.

"Ah, es verdad." Me abofeteo mentalmente. Es demasiado pronto para pensar con claridad. Normalmente, los sábados no me levanto hasta el mediodía.

Comienzo a reírme de Harry al verlo embutirse en sus ajustados tejanos. "Oh, Dios mío. Vivo para presenciar estos momentos. Estoy saliendo con un chico que lleva pantalones más ajustados que yo."

Harry lanza un zapato en mi dirección y me agacho al tiempo que me pasa justo por encima de la cabeza. "¿Y si eso me hubiera llegado a dar, Harold?"

"Me hubiese puesto a llorar y a disculparme profusamente por mis horribles actos como ser humano."

"Ajá." Harry se acerca y me da un beso en la frente.

"Venga. A desayunar," se agacha delante de mí.

"No. No voy a pasar otra vez por eso." Me cruzo de brazos.

"Vamos, no seas cobarde," me sonríe.

"No soy cobarde," mascullo mientras envuelvo los brazos a su alrededor.

"Eso pensaba." Se pone de pie y va hacia la puerta.

"¿Voy a morir?"

"Tal vez."

"¿Tal vez?"

Baja dos peldaños de las escaleras y se detiene. "Sí... Tal vez."

"Estoy jodida."

"Ya casi hemos llegado." Baja cinco escalones más.

"¡No, «ya casi hemos llegado», no!" Grito en su oído.