Capítulo 10

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POV JACOB:

Salí con mi padre de esa tienda y volvimos a casa. Ninguno de los dos hablamos. Nada de nada. Me pasé el resto de la tarde en mi habitación pensando en todo: en esa tarde con mi padre, en las cosas que me dijo, en su actitud, en el encuentro con Karen, en ese chico, en las zapatillas -que aún no me he probado- y en lo que todo eso ha producido.

Sinceramente no soy capaz de saber que significa todo esto para mí.

Por un lado, mi padre intentó ser simpático, siempre lo intenta. Sabe que no lo soporto y sabe que no me apetecía nada estar allí con él, pero creo que le dio alguna esperanza el hecho de que fuera igualmente. Cuando vio que la cosa se puso incómoda entre Karen y yo compró como en medio minuto las zapatillas y me dijo que saliéramos; después no hablo pero me miraba como si me entendiera o le diera pena, o una mezcla de las dos. No sé si piensa que lo hizo bien y que así lo apreciaré más o algo pero no. Sí, le agradezco su ayuda, pero eso no cambia nada.

Y por otro lado, está Karen. He dicho que la situación fue incómoda pero ¿por qué? No había estado incómodo antes con ella, y después de esas dos tardes he pasado realmente bastantes horas a su lado. Entonces ¿por qué me tendría que poner nervioso? ¿ Por su compañía? Ese chico no parecía el tipo de personas con el que una chica como Karen se juntaría. Claro que ¿qué se yo de ella? Nada. Pero él, ese chico... -creo que se llamaba James- dijo que era su futuro novio. Sí, ella lo negó pero ¿qué se supone que hacían allí los dos solos? Parecía que estuvieran en plena cita. Y aunque no estén juntos, si van a una cita es porque tienen cierto interés el uno por el otro. Pero ¿qué tiene ese chico que le guste a Karen? ¡Si es todo lo contrario a lo que ella necesita o quiere o debería querer! Ni si quiera sé por qué estoy pensando en todo esto. Es como si estuviera celoso o algo y apuesto a que eso es lo que piensa mi padre que me pasa. Pero no lo estoy, no tendría sentido, ella a mí no me gusta. 

Es sábado. No quiero salir de mi habitación. Pero anoche no cené y tengo hambre. Además mi padre ya estará a punto de llamar a un psicólogo pensando que me he deprimido o algo. Sus ansias por ayudarme hacen que su cabeza se adelante al tiempo y condiciones reales.

Salí de la habitación y me dirigí a la cocina. Mi padre estaba sentado en la mesa leyendo el periódico. Como de costumbre no saludé y empecé a prepararme unas tostadas. Entonces él dijo -también como de costumbre- y sin esperar respuesta su típico "buenos días, hijo" pero esta vez no le siguió un silencio. Esta vez él siguió hablando:

- ¿Estás bien?

-Sí. ¿Por qué no iba a estarlo?

- No se... ayer pasaron cosas algo...raras.

- Lo único raro que ocurrió fue que tu y yo pasamos la tarde juntos -dije en lo que me servía zumo de naranja en un vaso.

- Ya, eso fue raro -dijo pensativo.

-Sí - silencio.

De repente sonó la campanita de la tostadora avisándome de que ya estaba listo mi desayuno. Las saqué y las llevé en un plato a la mesa.

-Pero lo de esa chica y su...amigo o lo que fuera, no te sentó bien ¿no? -siguió hablando.

-¿Por qué tendría que sentarme mal?

-¿Por qué no contestas a mi pregunta?-le miré fijamente. Si algo me sentó mal es que me desafiará de esa forma.

-Eso he hecho - dije de malos modos en lo que empezaba a untar con mermelada las tostadas.

-Yo creo que no -decidí no responder a esa nueva impertinencia porque si no íbamos a tener una discusión y, sinceramente, no me apetecía.

-Jacob, esa chica te gusta y entiendo que no te hiciera mucha gracia lo que viste pero a ti te ve en el metro, ¿ no es así? Puedes invitarle a seguir tocando contigo o lo que sea. Tu tienes más oportunidades que ese chico, que según ella no es su novio aún. Aprovecha de verdad esas tardes con el acordeón para algo -lo dijo muy seguro de lo que decía. ¿Cómo puede estar tan seguro de que me gusta Karen si ni si quiera yo lo estoy?

-Las llevo aprovechando un dos años.

-No lo creo. Ella es lo único que ha valido la pena en todo ese tiempo que has gastado tocando- dijo.

- Me he cansado de esta conversación -dije suspirando.

-Ni si quiera estás participando en ella.

-¿Y qué quieres que te diga? Ya te he dicho que a penas la conozco.

-Y ya te encanta. Interesante ¿no crees?

-No me encanta y nada de lo que digas me va a importar, ¿lo entiendes? -dije seco. Me miró un momento, sé que le dolió. Sé que le duele mi actitud hacia él pero no pienso cambiarla.

-Sólo intento ayudarte...-logró decir.

-¡Nunca te he pedido ayuda! -me estaba empezando a enfadar.

-No creo que necesites pedírmela. Soy tu padre. Yo debo saber cuándo te hace falta mi ayuda sin que me lo digas.

- ¿Eres mi padre? Eso es lo que dice el ADN pero en el día a día no eres nada más que quién me paga las cosas.

- ¡Sólo soy eso porque tu no me dejas ser nada más! -dijo levantándose de su asiento.

- ¡Sabes muy bien por qué! ¡No te hagas la víctima!-dije alterado.

 Me miró como si no se acordara de lo que ocurrió. Como si pensara que mi odio hacia él se hubiera convertido en una simple costumbre que había adquirido y como si el motivo estuviera enterrado.

- Solo pretendía ayudarte . Y tu solo respondes con más mierda- dijo seriamente.

- ¿Y tú eres quién me va a ayudar con las mujeres? No me hagas reír. Sabes que has hecho más daño del que jamás puedan hacerte mis palabras o mi simple indiferencia -  sentencié.

Acto seguido me fui a mi habitación dando un portazo. Dejé el desayuno, ya no tenía hambre. Me senté en la cama y saqué del cajón de la mesilla de noche una foto mía de cuando era pequeño. En ella salían mi padre y mi madre cogiéndome en brazos. Parecían felices juntos. Seguramente lo fueran por un tiempo.

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AYYYY NO ME MATÉIS!!! Tenía que dejaros con la intriga xD

Creo que este ha sido un buen capítulo así que comentad lo que penséis, lo que sospechéis y lo que queráis #whatever

VOTAD POR FAVORRRRR

Por cierto muchiiisiiiimas gracias por todo el apoyo, lo aprecio mucho, de verdad.

Esto es todo, nos vemos !

bye xxx

Al compás del metroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora