Capítulo 13

21 5 2
                                    


POV Karen:

Hoy es un día nuevo, en el que los pájaros deberían cantar, y debería brillar el sol y yo sonreír más radiante que nunca, pero los pájaros parecen no estar vivos, no ha parado de llover en toda la mañana y tengo un sueño que me voy arrastrando por las paredes para no caerme.

Pero aún así he sobrevivido a la jornada de clases y al guiso de mi madre. Ya he terminado de hacer los deberes y tengo pensado ir al metro. Digo que tengo pensado ir al metro, pero no sé exactamente a cuál de las líneas debería dirigirme. Porque mi sitio está en la línea 6 pero ahí estará James y sus bailaridiotas, y aún está la opción de la línea 7, pero entonces tendría que cantar junto a Jacob y no sé si le pondré en un compromiso pidiéndoselo. Ni si quiera sé ya si le caigo bien o no, el otro día actuó muy extraño en la tienda.

Igualmente cojo mi abrigo, me calzo unas botas y me voy al metro.

Con mi paraguas abierto camino por la calle hacia la boca de metro más cercana y una vez llego, cojo el metro y decido parar en la línea 6 primero. Puede que no hayan vuelto a ir por ahí el grupito de James, o sí. Al menos, si están veré a James de nuevo... que no es que lo quiera ver pero sería interesante ver si se va o no de esa zona al saber que soy yo la que se lo pide y no cualquier desconocida.

Al bajar me encuentro lo que me esperaba, a James y los bailarines de su grupo calentando. Así que me acerco decidida, sin ni siquiera saber qué decir:

- Mmm... ¿James?

- ¿Qué? -dijo dándose la vuelta- Oh , K, solo has tardado dos días en volver corriendo a mis brazos, pensé que aguantarías más.

- No me llamo K y no he venido corriendo a tus brazos - Dije casi riendo. ¿Por qué me reía? No era gracioso - Vengo a cantar aquí, al que te recuerdo que es MI sitio.

- Vinimos durante toda la semana pasada y no apareciste ninguno de esos días, así que creo que no tenemos ningún motivo para creernos que este es tu sitio - dijo uno de los chicos del grupo. 

- Obviamente has venido por mí en cuanto has podido, K -dijo James de nuevo, riendo.

- No me llamo K y no he venido corriendo a tus brazos - dije esta vez seria - Si no he venido durante la semana pasada es porque no he podido. Vengo aquí desde hace dos años todos los días y por no hacerlo una semana no va a dejar de ser mi sitio.

-Nosotros llevamos una semana y no hemos tenido ningún problema,lo que me hace pensar que te lo estás inventando todo -dijo el mismo chico que antes.

- Además, sí que has venido al metro durante la semana. El chico ese tan rarito de la tienda de deportes te presentó como "la chica del metro" a su aún más rarito padre - mierda. 

- ¿Qué pasa? ¿Que tú no coges el metro para desplazarte? ¿O es que solo vienes a bailar? -contesté entonces.

- No, vale , a ver. Se acabó. Nosotros llegamos antes hoy, nosotros nos quedamos. Por mucho que discutas, niñita pija, si nos ponemos ocho tíos a bailar aquí ahora a ver cómo nos piensas mover si eres una escurridiza de metro y medio -dijo de nuevo el bailarín en lo que el resto del grupo se acercaban a escuchar la conversación.

- Mido uno sesenta y cinco, imbécil.

- ¿Y a mí qué?

- Dann,se acabó - James me cogió por el brazo y me apartó del resto- K, déjalo. Ya estamos aquí. Y Dann es muy cabezota, no cederá.

- ¿Y qué pasa? ¿Que todos tenéis que hacerle caso al tal Dann?

- Dann y yo somos los líderes del grupo, claro que le tienen que hacer caso.

Al compás del metroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora