Narrador Normal
Mía soltó el cuello de su hermano cuando sintió algo en su entrada
-Reil...-sollozó
El mayor le acarició el pelo y le besó la frente con una sonrisa dulce
-Tranquila...tranquila...-empezó a entrar muy lentamente
La otra cerraba los ojos con fuerza mientras algunas lágrimas caían por sus mejillas.
El hermano mayor,al darse cuenta de este hecho le secó las lágrimas y con toda la ternura que tenía la besó.Cuando estaba dentro del todo se quedó quieto
-¿Mejor?-le susurró al oído
Ella asintió aún sin abrir los ojos.Reil se acurrucó en el pecho de su hermana llenándola de besos y caricias.Mía gemía de vez en cuando y abrazaba a su hermano deteniéndose en acariciar su pelo.Suave y brillante como cuando eran pequeños.
Muy pocos minutos después Reil empezó a sollozar.-Mmm déjame seguir...-rogaba-me esta siendo molesto...
Ella asintió a toda prisa dejando que prosiguiera y casi dio la bienvenida al repentino dolor; a sangre,el momento álgido del deseo frenético de Reil,despertaron en ella un frenesí semejante,y se aferró a él jadeando,animándole con gritos febriles.Y en el último momento lo apartó de golpe.Mientras él respiraba con dificultad y le suplicaba,ella le murmuró:
-Espera Reil...¿has pensado en lo que puede hacernos Él por esto?
-Ah~...¡¿y te pones a pensar en eso justo ahora?!Ah,no puedo soportarlo...,déjame...
-¡¡Espera!!Reil,esto es importante.¿Cuando acabemos me juras que hablaremos largo y tendido sobre esto?
-¡Lo juro,lo juro por mí alma!...por favor...
Con casi un súbito espasmo de terror Reil se dió cuenta de algo en lo que no había pensado antes.Pero estaba dominado por la pasión, moviéndose sobre ella con desesperación, jadeando,gritando como si sufriera una agonía insoportable.El gimió y se desplomó pesadamente sobre ella,su cuerpo no ofrecía resistencia.
Mía se quedó callada,tuvo miedo al notar su propia respiración exhausta.No había sentido nada del placer del que tanto había oído hablar.Seguramente por ser su primera vez.Pero también se sentía bien.Si Reil lo había disfrutado a ella le importaba bien poco lo demás.
Se había desplomado evidentemente sobre ella sin más vida que su respiración ronca
Al poco tiempo su respiración se fue normalizando.Acunó el peso de su hermano en sus brazos.Sintió que le besaban el pecho.Y al cabo se percató de que se había quedado dormido en sus brazos. le besó el cabello y la mejilla suavemente con una ternura caso salvaje.Y después también durmió.Con Oz y Gil:
Oz acostó a Gil algo asustado en la cama entre besos y los gemidos de ambos.Era una suerte que las habitaciones estuviesen por lo general insonorizadas.
Cuando se empezaron a quitar la ropa Oz ya no sabía que hacer.
Gilbert se dió cuenta.Seguía siendo un niño inocente sin experiencia en estas cosas. Tenía que enseñarle.Fue sólo un pequeño empujón.Lo demás lo hizo la desesperación por saciar la necesidad del placer que ansiaban.Oz colocó su miembro en la entrada de Gil,el mayor casi le obligó con súplicas a que entrara ya que no iba a aguantar mucho más.
Segundos después se arrepintió. Muchísimo...No os imagináis cuanto.Las súplicas pasaron a llantos.Y esos llantos se le hacían muy familiares a Oz.
El mismo los había hecho la primera vez con Gil y cuando los secuaces de Él lo violaron. Tenía que calmar a su chico.O si no sufriría lo que nadie merecía sufrir.
Paró las embestidas con muchísimo esfuerzo.Gilbert se veía realmente adorable de esa manera,con ese sonrrojo y esa mirada febril.
Nunca había pensado que el moreno sería tan adorable como sumiso.-Gil...¿te encuentras bien?-le acarició la mejilla con una mirada muy compasiva.
-Mientras tu estés bien yo...-Oz le interrumpió
-No Gil...me importa que te sientas bien...te amo-Le sonrió con dulzura y prosiguió dispuesto a buscar el punto G de su amante.
Tras un momento de busca intensiva y de fondo lo ruegos ahogados de Gil Oz se alzó en júbilo al haber encontrado al fin lo que quería.
-Ya lo hallé!!-En ese instante un gran gemido de Gilbert se escuchó a la vez que pedía que parará.-¿Mmm?¡¿Tu que te crees?!-y prosiguió embistiendo justo en ese punto mientras el mayor lloraba únicamente de gozo.
Al final ambos disfrutaban del acto.Con muestras de cariño infinito del uno hacia el otro.Cuando llegaron al climax,ya acostumbrados a lo que era el acto se besaron con muchísimo cariño.
-Oz,prometeme que jamás me abandonaras
-Gil...¿mentiste cuando me dijiste que no te creiste que me fui a voluntad?-le acarició la mejilla
Asintió
-...Pobrecito mío..., tranquilo,todo esta bien a partir de ahora...¿sabes?pronto es el día de san valentín
-¿De verdad?¿tan pronto?
Asintió. Casi en ese instante se quedaron dormidos