Ya caía la noche.
Dos gotas de sudor recorrieron el frío semblante de la muchacha desde el que se precipitaron hasta llegar al al suelo y quedarse atrapadas en unas briznas de hierba. Había perdido en unos segundos las esperanzas de ver a su hermano vivo. Con horror se dio cuenta de que estaba feliz. Iba a vengar el fallecimiento de su hermano. Se habían ganado un peligroso enemigo, uno que no tenía nada que perder, pues ya lo había perdido todo. El mundo se había caído ante sus pies. Si no conseguía la venganza sólo le quedaría caerse muerta en cualquier recóndita esquina como en las que siempre se escondía o esperar que alguien le condujera hasta cualquier forma de hayar una manera fácil de morir.
Pero era algo que no iba a pasar, en ese momento no se le ocurría una forma mejor de morir que haciendo caso omiso de su sentido común y luchar de la forma más agresiva que conocía.
Un estruendo resonó desde el cielo. Le siguió una pote te luz. Empezó a llover. A llover como si ese día fuera el fin del mundo, para la mayor parte de ellos a lo mejor lo era.
El pelo se les quedó a todos pegado a la cara y goteándoles en los ojos. Oz, Gilbert y Alice miraban a "El Maestro de ceremonias" en formación de ataque y preparados para cualquier cosa. Al contacto con la fría agua los músculos se les entumecieron, pero por muy fría que estuviera el agua no podía apagar el fuego de la ira que ardía en ellos, ni aliviar el ardor en la piel que les había dejado los recientes hechos, ni tampoco despejar las ideas de todos ellos.
Eran marioneta bailando al son de una sinfonía de truenos y la rítmica precipitación de la lluvia al caer.
Una sinfonía igual a una nana que los invitaba a dormir. A dormir. Para siempre.Los árboles silbaban violentamente.
-Esto acaba aquí-La voz solemne de "El maestro de ceremonias" se hizo eco por la mente de todos ellos
Gilbert abrió mucho los ojos
Oz le tiró suavemente de la manga y le miro interrogante-...vivo...-El pulso se le aceleraba-mestizo...Vivo...
-Gilbert, habla alto y claro. Como las personas. Honradamente no te entiendo- Susurro Alice
-Reil y Mía tienen contratos mestizos. Y eso significa que prácticamente la cadena y él contratista son uno. Si la cadena de Reil está aquí...él sigue vivo en alguna parte...
-...Es un poco tarde para decirlo
Sí, Mía ya se lanzaba en un grito de batalla desgarrador en busca de derramar sangre del oponente.
-Esto...es...tú...culpa ¿verdad?-tartamudeaba Mía ya posada en la mano extendida de su cadena
-No eres más que una idiota.¿De verdad crees que puedes vencerme?
Jamás os desareis de mi del todo. Soy la más absoluta oscuridad. Soy una alma llena de puro odio y rencor. Que odia la humanidad. No te atrevas a solo intentarlo, soy casi un Dios.-Y acabó el discurso con una estruendosa risa-No voy a intentarlo. VOY A HACERLO.
La luna llena hacia la atmósfera aún más oscura. Pensaban que iban a empezar a luchar con salvajismo. Pero no fue así. Se quedaron quietos. Sin poder hacer nada. Como si el mundo hubiese dejado de girar. Una persona encapuchada se abría paso entre la lluvia y los troncos de los árboles. Con paso lento y titubeante. ¿Su presencia haría retractar todo lo que iba a ocurrir? ¿O estallaría la destruccion?
Bueno como veis este no es el capítulo final. Como el título dice es...la última oportunidad. Para que elijáis el destino de esta historia. Si no hay participación haré el final más desagradable que existe XD sangre y más sangre. Un final trágico. Y claramente no habrá continuación XD podéis quejaros. O ignorarme TuT