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Kaled volvía a casa como cada noche después de haber estado con Leire. Su mirada se había suavizado desde que la había conocido y eso él lo sabía. El dolor que le provocaba su destino, el ser un maldito licántropo que mataba a toda vida existente, había desaparecido completamente. De alguna forma se sentía feliz, tranquilo, calmado. Ya no existía la tristeza en él.

Cruzó la esquina para llegar pronto a su hogar, cuando notó un disparo en el costado derecho que lo hizo rugir de dolor. Cayó de rodillas al suelo y, aunque intentó averiguar quién era su atacante, un fuerte golpe en su cabeza lo hizo desplomarse inconsciente en el suelo.

Cuando al fin fue capaz de abrir los ojos, se encontró con que sus muñecas estaban atadas a un tipo de palo que sobresalía del suelo y llegaba hasta el techo. Apretó los dientes cuando sintió el fuerte dolor en su costado. Alguien le había atacado por la espalda, alguien muy cobarde.

Su mirada ensombreció y trató de moverse para deshacer el nudo, cuando unos pasos detuvieron su labor. Ante sus ojos se encontró con un hombre, de aproximadamente treinta años, piel morena y ojos verdes que resaltaban junto con su pelo rubio. No decía nada y eso sólo consternaba mas a Kaled. ¿Quién era aquel hombre y qué quería de él?

No tuvo tiempo de averiguarlo, pues una sonrisa asomó de los labios de su secuestrador.

-Es divertido ver como los humanos se retuercen de dolor ante los ataques a los que les sometes. Pero-caminó hasta él y le sujetó la barbilla obligándole a mirarle-, es mucho más divertido ver como estos ojos de una bestia tan voraz como tú me miran con tanto odio. Puedo sentir como deseas acabar conmigo, o al menos eso me dice tu mitad de bestia. Es muy divertido.

Se relamió el labio y Kaled rugió de rabia ante la burla de aquel maldito desgraciado. Como pudo se puso en pie, aunque sabía que no lograría nada así, pero eso lo hizo sentir más amenazante pese a que el hombre sólo le volvió a sonreír.

-Dime, ¿es divertido este tipo de tortura?-sus ojos lo miraban con locura, con una expresión psicópata que invadía terror en el cuerpo-. ¿Te gusta estar atado ahí sin ser capaz de moverte y poder morir desangrado? Aunque dicen que los licántropos os curáis enseguida de sus heridas. Pero no deja de resultar divertido. ¿Hasta donde puede llegar vuestro dolor? ¿Lo disfrutáis o sufrís como los demás humanos?

-¡Cállate!-rugió Kaled sintiendo que su mente empezaba a colapsar debido a las palabras tan rápidas y sin descanso que aquel hombre le decía.

-Morirás. Morirás y yo estaré aquí para verlo. Realmente será muuuy divertido.

Se empezó a reír descontroladamente y Kaled gritó incapaz de mantenerse estable con esa voz gritándole todo aquello y esa risa taladrando su mente. Rugió con fuerza y su mente quedó completamente en blanco. A partir de allí, era incapaz de recordar lo que pasó.

Leire siguió corriendo. No quería pensar en lo que podría pasar si no llegaba a tiempo para salvar a Kaled. ¿Hasta donde podría llegar la mente de su padre? Le daba miedo pensarlo.

Avanzó entre el extenso bosque hasta que distinguió una mancha de sangre en el suelo. Se le cortó la respiración cuando sbre ella estaba un trozo de la tela de camisa que Kaled llevaba ese día. Miró a su alrededor y encontró el rastro de sangre que la guiaba a un punto concreto. Eso la hizo correr hacia allí sin dudarlo un segundo ni pensar lo que quiera que pudiera pasar allí.

El rastro de sangre la llevó hasta una cueva y Leire tragó saliva por la preocupación que sentía ante lo que allí se encontraría. Sólo deseaba que Kaled estuviera vivo. Le daba igual lo demás. Solo que estuviese vivo todavía, que no hubiera llegado tarde.

El rugido que la recibió cuando avanzó hacia la oscuridad, la hizo volver a correr al reconocer a quien pertenecía.

Kaled.

LLegó enseguida y se encontró con la escena mas dura para sus ojos. Kaled se encontraba de pie y con un montón de pelo cubriendo lo que antes era su piel, de un color negro como el cielo por la noche. Sus ojos eran de un verde intenso que le cortaron la respiración a ella. Al no ver a nadie, Leire solo avanzó con un débil sollozo en la voz.

-¿Kaled?

Lo único que la respondió fue un rugido, uno que la tensó de pies a cabeza. Kaled la miraba con fiereza y ella comprendió el porqué tenía tanto miedo a mostrarse ante ella. Kaled no era el mismo en su otra forma. Daba la impresión de que la mataría en cualquier momento, pero aunque sabía que corría peligro, se acercó un poco más a él. Eso lo alertó más y gruñó con más fuerza. Leire sintió que las lágrimas amenazaban con salir.

-Kaled...Soy yo, Kaled, soy Leire.

Aquello consternó un poco al lobo, que permaneció inmóvil un par de segundos, aunque no tardó en volver a gruñirle y ponerse alerta por sus movimientos.

Leire abrió la boca para volver a susurrarle algo tranquilizador a Kaled, algo que el ayudase a creer en ella, a recuperar algo de su humanidad, pero unos pasos la detuvieron junto con una voz que le era imposible no reconocer.

-Veo que has llegado, Leire.

La nombrada se giró y no le sorprendió en absoluto encontrar a su padre acompañado de otro hombre más. Ella apretó los puños en respuesta y sintió el odio recorrer cada parte de ella, llenándola de una furia que nunca había sentido en años. No pensaba perdonar aquello, aun si eso provocaba pelear contra su propio padre, lo haría. Alzó su rostro con decisión y clavó su mirada en la azul de su padre, sabiendo que, ese simple gesto, desataría una guerra interminable.

Una que sólo ella y Kaled podían terminar.

N.D.A.: Como sé que sólo queda un capítulo más para el final he decidido subiros el penúltimo capítulo hoy también :) También como disculpa por no haber subido en todo el fin de semana xD 

Gracias a los que me leen <3 comenten o no comenten lo aprecio de todo corazón. ¡Os quiero mucho mis queridos lectores!

Mañana subiré el tan esperado final de este libro, y también estad atentos que después del final y de los agradecimientos subiré un apartado aquí con una nueva noticia para los seguidores de este libro :3 que seguro os hará mucha ilusión jaja

Bueno, no os quito mas tiempo xp disfrutad el capítulo 11 y nos vemos mañana para el capítulo 12 y el final de esta hermosa historia.

¡Saludos! <3

Mi Guardián #1 EncuentroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora