-¿A qué viene eso ahora? - preguntó.
-¿Me quieres? - susurré. Noté que sus manos abandonaban mi cintura.
-Ya ha acabado el descanso del partido, así que...iré a ver cómo va. - se fue, dejándome sola en la calle. Algunas lágrimas recorrían mis mejillas mientras oía los gritos de la gente del bar celebrando un gol.
-¿Algún día se acabará toda esta mierda? - susurré limpiando mis lágrimas con mi chaqueta de cuero. Unos minutos después escuché muchos gritos en el bar. No sabía si a alguien le había tocado la lotería o solamente había ganado el cutre equipo de fútbol.
-¡Ganamos! - gritó Ji acercándose hacia mí rápidamente. Me abrazó y me levantó sobre el aire. Me empecé a reír como una loca.
-¡Me alegro, pero suéltame ahora mismo! - dije sonriendo.
-¡Wow! - gritó mientras escuchaba como los señores del bar gritaban.
-¡Suéltame! ¡Ahora en serio! - grité seria y golpeando en su hombro me bajó de sus brazos. Nos quedamos uno en frente del otro. Miró mis labios y se acerco a mí. Me aparté de él rápidamente. Él sonrió haciendo muecas.
-Bastardo. - dije entrando en el bar molesta. Vi a Jae saltando de la emoción, sonriente. Se notaba que estaba borracho. Sonreí acercándome hacia él. - ¿Qué tal? - pregunté.
-¡Hemos ganado! - gritó agarrando mi cintura y elevándome hasta que mis pies no notaran el suelo, como segundos antes hiciera su amigo. Rodeé mis manos en su cuello y grité sonriendo. Después me bajó de sus brazos y sin darme cuenta, me besó apasionadamente. Sonreí, y al separarnos me abrazó muy fuerte. Se notaba que estaba borracho pero, ¿por qué no aprovechar? Giré mi cabeza y vi a Ji apoyado en el marco de la puerta del bar, con los brazos cruzados y mirándonos expectante. Sus ojos expresaban algo de tristeza o envidia. Su cara era como un cuadro de Picasso, poca gente podía apreciar lo que significaba. Jae me miró.
-¿Estás bien?
-Sí, - contesté impresionada por su pregunta. - vámonos a casa. - asintió con la cabeza algo desorientado. Le cogí de la mano, incrustando nuestros dedos a la perfección, como antes solíamos hacer. Nos acercamos a Ji, que seguía mirándonos serio. - ¿Vamos a casa ya?
-Voy a celebrarlo con unos amigos y algunas chicas. - acentuó las últimas dos palabras. ¿Pensaba que me afectaba? Estaba muy equivocado.
-Bien. Espero que lo pases genial. - tiré de Jae por la mano y fuimos andando hasta casa solos. En el camino, empecé a hablar con él. Normalmente, la gente borracha siempre dice la verdad, ¿no? Además, cada vez que venía borracho a casa me pegaba, tenía que aprovechar.
-¿Lo has pasado bien? - pregunté aún mirando nuestras manos enlazadas.
-Muy bien. - contestó. Su aliento olía demasiado a bebida.- Marcamos tres mil goles. - sí, se notaba que estaba borracho. - Y hablé con mi hermoso hyung de ti. - dijo apuntándome con su dedo índice y después apuntando a mi nariz. Me reí levemente, la verdad es que era muy divertido verle así.
-¿Ah sí? Dime de qué hablabais.
-De que eras guapa...- me sonrojé al instante. - y que te preocupabas mucho por mí...
-¿Desde cuándo piensas esas cosas tan hermosas de mí? - sonreí.
-Eso no lo he dicho yo...me lo ha dicho hyung. - se rio fuertemente. Mi sonrisa se desvaneció y alcé una ceja. 'Ya no sé quién es más gilipollas, mi novio o su amigo.'- Yo dije que eras pesada...y que no te queda bien ese pelo corto. - acarició mi pelo. Paré de andar y quité su mano entrelazada de la mía. Él se puso en frente de mí, algo confundido.
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Love me or leave me (GDragon)
FanfictionHaneul era una chica de 23 años con mucha suerte. Su vida era envidiable a los ojos de cualquiera. Vivía en una gran mansión, su belleza era incomparable, no le hacía falta trabajar, era conocida en casi toda la ciudad por una de las más jóvenes afo...