Capítulo 14

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-¿Qué coño haces aquí? - preguntó Jae apretando su mandíbula.

-Lo podemos hablar detenidamente. - murmuré acercándome a él, cogiendo su mano.

-Apártate, zorra.- me empujó contra el suelo. Gemí de dolor. Suk se levantó y  al instante, ayudó a levantarme.

-¡Oye! Ni te atrevas a tocarla. - gritó Suk furioso.

-¿Por qué le has dejado entrar en casa? Sabes que no puedes. - mis ojos se volvieron llorosos al instante.

-Ella no piensa lo mismo, eres un estúpido, no sabes ni cuidar a tu novia. - dijo Suk poniéndose delante de mí. Jae le dio un puñetazo.

-¡No estoy hablando contigo! - gritó mi novio empujándole. - ¡No te vuelvas a acercar tú a ella! ¿Me estás oyendo? ¡Nunca! - gritó agarrando su cuello.

-¡No me toques! - gritó Suk dando una patada en sus partes íntimas. Me quedé paralizada, no sabía qué tenía que hacer en ese momento, cómo actuar. No podía llamar a la policía, no podía llamar a Ji, a nadie. No quería meter a más gente en este problema. Suk le devolvió un puñetazo a Jae y éste agarró de nuevo su cuello y pegó su espalda contra la pared.

-¿Por qué has vuelto? ¿Para robar lo que es mío, verdad? - Suk cerró fuertemente sus ojos, no podía respirar.

-¡Suéltale ahora mismo! - chillé corriendo hacia Jae, agarrándole de los pelos e intentando quitar sus manos del cuello de Suk.

-¡Apártate! - gritó cogiéndome con una sola mano mi pelo, lanzándome hasta una pequeña mesa con una lámpara encima. Chillé de dolor. Suk aprovechó y le dio otro puñetazo a Jae. Yo yacía en el suelo, había roto la mesilla, y la lámpara cayó en mi hombro derecho haciendo unos cuantos roces en mis manos. No notaba mi estómago, sólo dolor y mucho mareo en mi cabeza.

-¡No te metas en mis asuntos, ni siquiera le hables a mi novia! - gritó Jae. De repente, alguien abrió la puerta de casa, giré mi cabeza, ya que no me podía levantar del suelo. Sí señor, el que faltaba, Ji.

-Hola Haneul, ya he...- cuando se giró al cerrar la puerta, abrió la boca. Vio sangre en las manos de Jae, también vio a Suk con un gran moratón en su ojo derecho.- ¿Qué ha...? Oh, no... ¿Estás bien? - gritó arrodillándose a mi lado, ayudando a levantarme.

-Llévatela a su habitación y que no salga. - contestó Jae. - Mientras yo acabo con este idiota. - murmuró lanzando una mirada amenazadora a Suk. Ji asintió repetidamente con algo de miedo.

-No lo hagas, Ji Yong. - murmuré mirándole. - ¡Jae, no le toques! ¡Ni se te ocurra! - grité intentando andar hasta él.

-Será mejor que subamos arriba.

-¡No! - chillé. - ¡Como le toques vas a cavar tu propia tumba! - Jae se rió.

-Me divertiré haciéndolo. - mis mejillas se volvieron rojas de la rabia. Suk no podía decir ni una palabra.

-Haneul, hazle caso. Sube arriba. - susurró Suk.

-¿Qué? - Ji me levantó con sus brazos, ya que seguramente en mi estómago tendría moratones, y con el dolor ni podría subir el primer escalón. - ¡No me toques! - le grité. - Quiero quedarme aquí, necesito...

-Lo siento. - murmuró Ji aguantando mis patadas forzadas y los golpes que yo le daba en su pecho. Subimos hasta mi habitación y me dejó sentada en la cama. Cogió la pequeña caja de urgencias que efectivamente seguía debajo de mi cama. 

-No quiero que me cures. No necesito curarme. - susurré con los ojos llorosos. Por un instante, oímos los gritos de Jae y Suk abajo, hasta que repente, cayó un cristal al suelo en el salón. Me levanté rápidamente, pero Ji me obligó a sentarme a su lado.

Love me or leave me (GDragon)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora