-¿Qué coño haces aquí? - preguntó Jae apretando su mandíbula.
-Lo podemos hablar detenidamente. - murmuré acercándome a él, cogiendo su mano.
-Apártate, zorra.- me empujó contra el suelo. Gemí de dolor. Suk se levantó y al instante, ayudó a levantarme.
-¡Oye! Ni te atrevas a tocarla. - gritó Suk furioso.
-¿Por qué le has dejado entrar en casa? Sabes que no puedes. - mis ojos se volvieron llorosos al instante.
-Ella no piensa lo mismo, eres un estúpido, no sabes ni cuidar a tu novia. - dijo Suk poniéndose delante de mí. Jae le dio un puñetazo.
-¡No estoy hablando contigo! - gritó mi novio empujándole. - ¡No te vuelvas a acercar tú a ella! ¿Me estás oyendo? ¡Nunca! - gritó agarrando su cuello.
-¡No me toques! - gritó Suk dando una patada en sus partes íntimas. Me quedé paralizada, no sabía qué tenía que hacer en ese momento, cómo actuar. No podía llamar a la policía, no podía llamar a Ji, a nadie. No quería meter a más gente en este problema. Suk le devolvió un puñetazo a Jae y éste agarró de nuevo su cuello y pegó su espalda contra la pared.
-¿Por qué has vuelto? ¿Para robar lo que es mío, verdad? - Suk cerró fuertemente sus ojos, no podía respirar.
-¡Suéltale ahora mismo! - chillé corriendo hacia Jae, agarrándole de los pelos e intentando quitar sus manos del cuello de Suk.
-¡Apártate! - gritó cogiéndome con una sola mano mi pelo, lanzándome hasta una pequeña mesa con una lámpara encima. Chillé de dolor. Suk aprovechó y le dio otro puñetazo a Jae. Yo yacía en el suelo, había roto la mesilla, y la lámpara cayó en mi hombro derecho haciendo unos cuantos roces en mis manos. No notaba mi estómago, sólo dolor y mucho mareo en mi cabeza.
-¡No te metas en mis asuntos, ni siquiera le hables a mi novia! - gritó Jae. De repente, alguien abrió la puerta de casa, giré mi cabeza, ya que no me podía levantar del suelo. Sí señor, el que faltaba, Ji.
-Hola Haneul, ya he...- cuando se giró al cerrar la puerta, abrió la boca. Vio sangre en las manos de Jae, también vio a Suk con un gran moratón en su ojo derecho.- ¿Qué ha...? Oh, no... ¿Estás bien? - gritó arrodillándose a mi lado, ayudando a levantarme.
-Llévatela a su habitación y que no salga. - contestó Jae. - Mientras yo acabo con este idiota. - murmuró lanzando una mirada amenazadora a Suk. Ji asintió repetidamente con algo de miedo.
-No lo hagas, Ji Yong. - murmuré mirándole. - ¡Jae, no le toques! ¡Ni se te ocurra! - grité intentando andar hasta él.
-Será mejor que subamos arriba.
-¡No! - chillé. - ¡Como le toques vas a cavar tu propia tumba! - Jae se rió.
-Me divertiré haciéndolo. - mis mejillas se volvieron rojas de la rabia. Suk no podía decir ni una palabra.
-Haneul, hazle caso. Sube arriba. - susurró Suk.
-¿Qué? - Ji me levantó con sus brazos, ya que seguramente en mi estómago tendría moratones, y con el dolor ni podría subir el primer escalón. - ¡No me toques! - le grité. - Quiero quedarme aquí, necesito...
-Lo siento. - murmuró Ji aguantando mis patadas forzadas y los golpes que yo le daba en su pecho. Subimos hasta mi habitación y me dejó sentada en la cama. Cogió la pequeña caja de urgencias que efectivamente seguía debajo de mi cama.
-No quiero que me cures. No necesito curarme. - susurré con los ojos llorosos. Por un instante, oímos los gritos de Jae y Suk abajo, hasta que repente, cayó un cristal al suelo en el salón. Me levanté rápidamente, pero Ji me obligó a sentarme a su lado.
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Love me or leave me (GDragon)
FanfictionHaneul era una chica de 23 años con mucha suerte. Su vida era envidiable a los ojos de cualquiera. Vivía en una gran mansión, su belleza era incomparable, no le hacía falta trabajar, era conocida en casi toda la ciudad por una de las más jóvenes afo...