Capítulo 4

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Después de media hora pensando en lo ocurrido, abrí la puerta de mi habitación y oí risas que provenían del salón. Lo que faltaría sería es que ese tipejo trajera más amigos a casa. Apreté mis puños y empecé a bajar las escaleras. Me dirigí hacia el salón y vi dos chicos sentados en el sofá riéndose, viendo un partido de fútbol con el volumen más alto que la tele podía alcanzar.

-¡Fuera de mi ca...! – mi cara palideció cuando el presunto amigo de Ji Yong se giró. - ¿Jae y...Ji Yong? - miré hacia mi novio.-¿Qué haces en casa? – tragué saliva. Los dos me miraron y sonrieron.

-Me he escaqueado del trabajo para saludarle y para contarnos qué tal nos va nuestras vidas. – '¿Te escaqueas del trabajo para ver a tu amigo antes que a tu prometida'? De repente se empezó a reír por lo bajo. – Ya me contó este hyung cómo le has recibido. Eres un poco payasa de más, ¿no crees?  - los dos se empezaron a reír. Mis uñas se empezaban a clavar cada vez que apretaba más mis puños. – Le puedes llamar Ji, ya es de la familia. 

-¿Y la pizza? – pregunté con mucha hambre.

-La hemos comida toda.

-La he pedido yo, podríais ser educados y dejarme aunque solo sea el mínimo trozo debido, ¿no creéis?

-Puede. – dijo Jae sin mirarme, embobado con la televisión.

-¿Me estás haciendo caso? – asintió sin mirarme otra vez. - ¿Seguro? – asintió otra vez. Suspiré hondo. Ji giró su cabeza y me miró, se rió levemente. - ¿A ti te hace mucha gracia también, no? – dije entrecerrando los ojos. Él asintió mirándome. No sé qué me ponía más nerviosa, que Jae no me mirase o que su amigo me mirara. – Pues si tanto me haces caso, me voy de compras, ¿entiendes? De-com-pras. Y me vas a dejar TÚ dinero. Di-ne-ro. – cogí su cartera, que estaba posada en la encimera de la cocina. Sonreí al ver su tarjeta de crédito. La metí dentro de mi sujetador, 'nadie meterá la mano ahí' pensé. Me dirigí hacia la puerta de casa, hasta que oí la voz de Jae:

-¡No vas a salir de casa de ninguna manera! ¡Ni siquiera con MI tarjeta de crédito! ¿Me oyes? ¡De ninguna ma...! – cerré la puerta de entrada rápidamente. Sonreí.

-¡Sigue viendo la televisión, no me importa! ¡Te quiero, cariño! – dije irónicamente. Oí cómo Jae me empezaba a maldecir con todas las palabras posibles. Empecé a andar tranquilamente hasta el centro comercial más cercano.

...

Entré en la tienda más cara posible, si por mí fuese, le acabaría todo el dinero que tuviese al desgraciado de mi prometido. La música de la tienda parecía que cada vez su volumen iba aumentando considerablemente, yo era la única en la tienda que lo notaba. Me quedé parada. Nunca había estado sola en una tienda, siempre me acompañaba Jae para ver la cosa menos escotada y decente. Me acerqué a un estante y miré la ropa.

-Fluorescente no... - di un paso hacia un lado. - Escote no...- di otro paso sin parar de mirar la ropa del estante. - Camiseta con malas palabras no...- di otro paso y tropecé con un chico pisando su pie. - ¡Oh! ¡Lo siento, yo...! – le miré con cara preocupada.

-No pasa nada, ¿te puedo ayudar en algo? – vi que en la parte derecha de su pecho había un pequeño cartel de 'Ayudante'. Sonreí aliviada.

-Perdona, estaba buscando una camiseta que me quedase bien y...- paré de hablar mientras me miraba desde arriba hacia abajo. Me sonrojé.

-No te preocupes, tienes un buen cuerpo y te quedarían todas las camisetas de la tienda bien. – sonreí avergonzada.

-Gracias...- murmuré.

Love me or leave me (GDragon)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora