capitulo 33

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Capitulo 33

A partir de ese momento simplemente fui sincera conmigo misma. Terminé de desnudarme y después lo desnude a él. Quería demostrarle que mi cuerpo era totalmente suyo y que me había conquistado desde el primer día en que lo vi en su traje, sosteniendo su agenda y estrechándome la mano mientras me dejaba pasar a la salita de su local.

-dime algo caro -me dijo mientras me acostaba en el sofá. -¿Por qué seguiste tomando las clases? -pregunto.

Lo mire mientras intentaba responder a su pregunta.

-nunca lo tomé como clases -dije al fin.

-¿entonces?

-supongo que, lo tomé más bien, como una relación abierta. No me gustaba sentir que, de alguna manera, te prostituías. Eres realmente guapo para ser así -admití.

-¿prostituirme? -soltó una risotada que me hizo estremecer. -¿Por qué habría de prostituirme? A decir verdad me gustan mucho las mujeres, me gusta sentirlas justo encima de mí.

Las mujeres me buscan después de darles una sola noche de placer y eso me agrada. Tal vez tenga un poco de razón porque les cobro, pero contigo nunca lo hice, entonces no veo ninguna excusa para que siguieras viniendo.

Sabía a lo que quería llegar.

-Robert me dijo muchas veces como eres, lo supe desde que te conocí.

-¿Cómo soy? -pregunte interesada.

-linda, sexy, totalmente diferente a las chicas de tu edad. Sueles parecer inocente, pero por dentro podrías ser una puta total, solo que tu educación te dice otra cosa. Si quisieras, traerías a todos los hombres besándote los pies como lo hizo afrodita, pero eres...diferente. Te gusta el sexo y creo que eso es culpa mía, pero lo más importante es que mantienes tu actitud derecha y no erguida. Eres realmente impresionante -se acercó a mi cautelosamente y me toco el mentón.

-si pudiera, te mataría.

-¿ah sí? -se pesó sobre mi rostro y me beso lenta y delicadamente.

-te sacaría cada una de las tripas del estómago y las vendería en el mercado negro.

-eres asquerosa -me acusó entre risas.

-eres perfecto -solté. No tenía idea de lo que causaría hablarle dicho eso, pero tenía que hacerlo.

-no lo soy caro. -nadie lo es.

-para mí lo eres; exitoso, guapo, sexy, caballeroso, bueno en el sexo... ¿Qué más?

-no tengo sentido del amor.

No he amado a nadie, jamás.

-¿no te gustaría intentarlo? Buscarte una novia y aprender a quererla y después a amarla -dije un poco decepcionada.

-¿Por qué habría de hacer eso? -pregunto aun encima de mí.

-solo olvídalo -gemí. -necesito tenerte dentro de mí una vez más.

Sonrió y beso a nuevo mis labios. Recorrió la orilla de estos con su lengua y después pude sentir si mano subió hasta mi vientre y después a mi feminidad, donde su dedo se metió tan lentamente que abrí mi boca para soltar un gemido pero solo pude suspirar y disfrutar de la sensación que me daba al hacer eso. Su boca viajo a mi cuello para aumentar el calor de mi cuerpo y hacer que me pusiera todavía más caliente. Mi mano viajo a su nuca, acariciando el margen de cabello que tenía al final de esta intentando no venirme en sus dedos.

-está realmente caliente -jadeó Joaquín.

Saco su dedo de mi feminidad y se separó un poco de mi cuerpo para poder abrazarme por la espalda y levantarme. Su mano viajo a su polla acomodándola para que entrara en mí. Lo abrace por el cuello y sentí como su miembro entraba poco a poco en mí.

-oh, dios -dije entre gemidos. -se siente como la primera vez.

-te sientes tan... apretada -jadeó. -se siente realmente bien.

Su miembro entró y salió de mi varias veces hasta que salió de dentro de mí y me depositó en el suelo para después poner sus manos en mi cintura besarme delicadamente. A decir verdad sus labios eran incomparables, llenos de dulzura y al mismo tiempo de pasión. Me colgué en su cuello y sus brazos se aferraron a la parte baja de mis muslos para levantarme y hacer que mis piernas rodearan su cintura. Seguí besándolo hasta que de repente sonrió sobre mis labios e hizo qu eme sorprendiera.

-¿Qué pasa? -le pregunté mientras me separaba de sus labios.

-solo me imaginé algo -admitió.

-¿Qué?

-es algo estúpido caro.

-no creo que sea estúpido proviniendo de tu mente -dije sobre sus labios.

-si lo es.

-no lo creo, pero eres libre de decirlo o no.

Volvió a besarme apasionadamente y me depósito de nuevo en el suelo.

-creo que mereces que te lleve a la cama, no a un sofá cualquiera -dijo mientras inclinada su cabeza para llegar a mi pequeña altura.

Sonreí y le di un beso en la mejilla, tierno pero demostrándole lo que de verdad empezaba a significar para mí. Camine hacia las escaleras que me llevaría a su recamara y las subí tan rápido como pude y me escondí.

-¿Qué demonios caro? -gritó suavemente.

-¡tienes que encontrarme! -exclamé.

Busque un lugar perfecto para esconderme...y lo encontré. Era un pequeño armario donde había muchas cajas. Mientras reía e intentada subir a uno de los estantes para esconderme, una caja callo. Muchas fotos cartas cayeron por todos lados. Cuando empecé a recogerlas me di cuenta que la mayoría tenía algo en común: Joaquín se encontraba en ellas a lado de una chica realmente hermosa, de cabello cobrizo y una sonrisa preciosa.

Examiné las fotos, en todas Joaquín parecía realmente feliz, pero una foto llamó demasiado mi atención. Parecía que estaba en una fiesta, Joaquín lucía un traje azul marino y la chica un vestido rojo quemado que hacia juego con su cabello rubio y su piel blanca. Al parecer era una foto.

Accidental, a que estaba riendo y Joaquín miraba a la chica como si no existiera nada más y la chica se reía mientras parecía tímida por la mirada de Joaquín.

Y fue entonces cuando me di cuenta que Joaquín se veía enamorado, amaba a la chica y no se había dado cuenta.

Deje la foto a un lado y seguí recogiendo las demás. Cuando recogí unas cuantas sentí el ardor de la cortada en mi dedo. Una hoja de papel lo había causado. La abrí y comencé a leer.

"no puedo expresarme lo mucho que te quise, y sé que nunca recibirás esta carta porque o hay correo postal al cielo, pero quería recordarte lo mucho que te extraño y que te deseo"

Una lágrima salió de mis ojos. Levante todas las cosas y las regrese a su lugar.

Joaquín seguía enamorado de quien quiera que fuera la chica, y estando yo aquí, solo era una distracción. Me sentí sucia por primera vez en mi vida.

Salí del armario y me encontré con Joaquín entrando al cuarto.

-¿Dónde estabas? -preguntó entre risitas pequeñas. -Creo que te escondiste muy buen -se acercó a mí. Cuando lo hizo se dio cuenta de las lágrimas en mis ojos. -hey, ¿Qué pasa?

-vengo del armario.

Y pude notar su mirada. La tristeza que emanada de sus ojos era inevitable. Lo abrace bese sus labios nuevamente.

Lo quería, de verdad que sí.

Perdón por mi retraso porque mi mejor me dijo que en vez de escribir mano estuve escribiendo mono... JAJAJAJA...sorry jajja



Mi instructor (Jarolina) ÑTERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora