Nuevo hogar.

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-¿Estas seguro de que eso es lo que quieres Camus? ­ pregunto con firmeza la diosa

-Si señorita Saori mi deber es hacerme cargo de ella y no huiré de él.

-Me alegra oír eso. Es por eso que permitiré que ella viva contigo en tu templo.

-Pe...pero señorita...

-Nada de peros -­ dijo interrumpiéndolo con una sonrisa -­ tú eres mi caballero y debes permanecer en el santuario y ella como tu hija debe estar contigo por eso vivirá aquí y de paso no seré la única mujer aquí arriba.

-Como usted diga princesa.


¿Que podía hacer? No iba a negarse a las ordenes de su diosa eso no era una opción, por lo que si ella decía que ambos debían vivir en la casa de acuario obedecería.

-Supongo que aun debe estar en la habitación que le dimos. Qué te parece si vas a ver si despertó y le das la noticia­ pronuncio al ver que el caballero no hacia ningún tipo de movimiento

-Si, con su permiso.

-Ah Camus.

-¿Si?

-Dile que se aliste para que desayune con nosotros cuando todos suban.

-Pero ¿cree que eso sea prudente?­- pregunto algo alarmado.

-Pues claro será más fácil si se la presentas a todos de una vez, además todos la vieron subir ayer.

El acuariano solo asintió e hizo una reverenda para luego salir y caminar por uno de los largos pasillos del templo principal.

Unos momentos antes Shiori había despertado por enésima vez, pero en esta ocasión lo hacía lentamente. Parpadeo un par de veces antes de abrir por completo los ojos y mirar a su alrededor.

-No estoy en mi cuarto­ dijo en un suspiro­ no fue un sueño. De verdad estoy en el santuario.

Se sentó en la cama viendo hacia la ventana. El sol yahabía salido e iluminaba bastante la habitación donde se encontraba.

Dejo a un lado el peluche que aun levaba en brazos y se dispuso a cambiarse con la esperanza de que en algunas horas estaría muy lejos de aquel lugar y nunca lo volvería a pisar.

Ya terminaba de arreglarse, llevaba un pantalón negro, remera manga larga de igual color y zapatillas cómodas en el mismo tono un poco más claro. La misma ropa del día anterior, no se sentía con ánimos de ponerse otra cosa. Se dispuso a levantarse el cabello cuando tocaron a la puerta.

-Adelante­ -contesto una vez terminada su tarea.

-Buenos días­ -saludo el caballero en tono neutro.

-Hola­ -le respondió en un tono más frío, apenas viéndolo mientras guardaba algo en su bolso.

-Ya he tomado una decisión.

-te escucho-­ dijo tomando asiento en la cama

­ La señorita Saori y yo hemos hablado respecto a esto y debido a mí decisión a partir de ahora vivirás conmigo en la casa de acuario.

Shiori enmudeció, cerró los ojos y apretó sus puños con fuerza. Unos segundos después, trago grueso para luego abrir los ojos y pronunciar en tono neutro:

-Si no me queda otra opción.

-en la tarde iremos por tus cosas.


Y diciendo esto dejo a la joven sola en la habitación.
Al escuchar como la puerta se cerraba, se desplomo sobre la cama mojando un poco la almohada con las lágrimas que caían de sus bellos ojos azules. Así permaneció solo por escasos instantes debido a que su celular sonó, por el sonido sabia de quien se trataba por lo que intento aclararse la voz y luego contesto.

-Hola Na­ -contesto imitando un tono animado.

-Buenos días Shiori­ -se oyó una alegre voz del otro lado­- ¿te encuentras bien? te oyes rara.

-Si­ -trato de emitir un tono contento-­ eso creo –pensó sarcástica.

-Shiori no me mientras te conozco. Dime ¿como te fue ayer?­ ------pronuncio en tono serio

Shiori dio un suspiro y luego contesto

-Aun estoy aquí. Camus no estaba y para cuando llego se hizo tarde por lo que me quede...

-¿Y, qué más?­ esta vez increpo en tono más calmo al ver la tardanza de su interlocutora.

-Acaba de decirme que tendré que vivir con él y que en la tarde tendré que ir por mis cosas.

-Ya sabía que algo te pasaba. Shiori sabes que esos no tiene nada de malo, todo lo contrario él es tu papá y tiene todo el derecho de vivir contigo.

-Pero yo no quiero NI TENERLO CERCA y tú lo sabes bien.

-Si lo sé, lo sé pero esto te hará bien, es lo que tu mamá quería y además nos tienes a Chris y a mí para lo que necesitas.

-Créeme que solo acepte esto por ella y por supuesto que se que están conmigo, de hecho no se qué haría si ustedes en estos momentos­ -una leve sonrisa se dibujo en su rostro.

-Cuando quieras hermanita sabes que estoy contigo para todo aunque ahora este lejos.

-Si pero no por mucho, dentro de poco volverás.

-Lamento mucho no estar en estos momentos allí.

-Solo visitas a tu familia una vez al año, no iba a permitir que no fueras.

-Siempre haces ese tipo de cosas.

-Mira quien se queja­ -pronuncio en tono burlón al tiempo que rodaba los ojos.

-Jajaja, lo siento debo colgar me están llamando. Luego hablamos. Besos, te quiero.

-Jajaja. Ok. Besos también te quiero.


Tranco la llamada, dejo el móvil sobre la mesa de noche que estaba a un lado de la cama y se acostó en esta con los ojos cerrados.

Al tiempo que Camus estaba en la habitación de Shiori, el resto de los habitantes del santuario se reunía en el comedor del templo principal por petición de Athena.

-Princesa Athena puedo preguntar para que nos ha reunido­ cuestiono el patriarca Shion

-Es que hay una noticia muy importante que es mejor que todos se enteren al mismo tiempo.

-Y ¿Que es?­- pregunto el curioso pisciano.

-Bueno debería estar Camus pero... no creo que venga a desayunar así que les diré. Recuerdan a la joven que vino ayer.

-Si­- contestaron todos al unísono.

-Bueno esa chica se llama Shiori y es la hija de Camus.

La princesa del hielo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora