El alma peregrína

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La carretera estaba practicamente desierta a excepción de esta alma peregrina que camina con lentitud a un futuro desconocido .

El cielo no se muestra indiferente, y en él, un montón de pequeñas y grandes manchas brillantes, como si alguien con un puñado de estrellas recíen nacídas las hubíera arrojado al cielo para acompañar a esa alma viajera.

Divisé también a una luna lejana, pero que observaba el paso del alma, constante.Miró hacia atras y vió que aquél camino que habia recorrido, sin ruta visible, habia desaparecido.

Como si aquello que dejó atras ya no volviera y es hora de mirar hacia delante, correr hacia aquel horizonte invisible que tanto la esperaba.Y asi el alma peregrina, vagabunda de toda ciudad existente, se encaminó  hacia un futuro invisible, pero en cierto momento se preguntó;

                                                   ¿Será una alucinación?

Aunque, aún así, aquella alma peregrina siguió por aquella ruta interminable, la ruta que la llevaría a la felicidad.




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