Todo por tu amor (3°temp. MGERS) {Terminada}

12: "El accidente de Mía"

-Mía-

Sentía mucho ruido, estaba paralizada y me dolía mucho la cabeza. Abrí los ojos y me encontré en una habitación blanca, había una enfermera junto a mí, estaba anotando algo, luego salió y me dejo sola.

-Despertó-escuche a mi lado izquierdo.

Voltee la cabeza como pude y me encontré con papá, junto con mamá y Geo. Sonreí débilmente y volví a ponerme en la postura anterior.

-¿Qué paso?-pregunte.

-Tuviste un accidente-murmuro en voz baja, papá.

En ese momento se oyó un ruido, todos dirigimos las miradas a la puerta y vimos a...

-¿Marc?-pregunte.

-¿Cómo estás?-pregunto con la mirada baja.

En ese momento un recuerdo cruzo por mi cabeza.

*Flashback*

Salió a toda velocidad, oyó un estruendo. Antes de desmayarse vio quien conducía el otro coche, Marc Anthony.

Se oyeron gritos, luego se oyeron sirenas. Mía sintió que alguien la sacaba del coche. Dio una rápida ojeada como si fuera un sueño y el rostro de Marc se encontró con el de ella nítidamente.

*Fin flashback*

-Narrador-

Romeo se acercó a Marc y le dio un cálido abrazo de agradecimiento. Luego lo siguió Esperanza, cunado Royce lo iba a abrazar Marc se desvió y camino hacia Mía.

-¿Estas bien?

-Si-respondió con un hilo de voz.

-Adolescente tienes que ser, ¿Cómo vas a ir a toda velocidad por esa avenida?-pregunto pareciendo tranquilo.

-Lo siento, tenía que ir a...-callo unos segundos y luego prosiguió-, tenía que decirle algo a mamá, importante pero no llegue.

-¿Tan importante era?

-Puff, más de lo que te imaginas.

Marc tosió.-Mmm, hum, bueno, creo que entendí lo que quisiste decir.

-No puede ser, no puede ser-murmuraba nerviosa Solange caminando de un lado a otro.

-Podes dejar de caminar así, vas a agujerear el suelo de tanto taconazo. Ya llamaron, ella está bien. Por suerte no pasó nada grave, solo que el golpe fue tan fuerte que le impacto en la columna, así que por unos meses va a estar en sillas de ruedas.

-Dios me libre, que desgracia. Igual que... bueno, lo que sabemos, pero eso fue mi culpa, esto es culpa de Royce.

-Sí. Pero, espera, Royce estuvo en el casamiento de Romeo y mi hermana ¿no?-Solange asintió-. No puede ser, ahora están por firmar el divorcio y este tipo está en la casa.

-Tenemos que hacer algo, esto no puede ser peor, primero esta desgracia, mi niña. Luego el divorcio de Esperanza y Romeo, por último la relación entre Royce y Mía.

Daniel observo detenidamente el rostro de Solange, luego el cabello, bajo la mirada hasta sus pies. Camino hacia ella mientras no dejaba de ojear detalle alguno.

-Estas, cambiada-murmuro.

-¿De verdad? No lo sabía.

-¿Qué te hiciste?

-Sos mi esposo y no sabes que me hice. Me teñí el pelo de rubio, me lo corte también, me maquille perfecta, me visto de otra forma, cambie mi forma de hablar, de actuar, de ver las cosas y tú no te has dado cuenta.

-Lo lamento, pero, me parece raro tu cambio.

-¿Raro?

-Sí, raro.

-¿Te parece raro que quiera cambiar para llamar tu atención? Ya no somos los mismos de un principio, del principio de la relación. Pasó algo muy grave entre nosotros y ahora no tenemos la misma comunicación. Necesito tu atención, necesito tu apoyo, siempre estás cansado, no tienes tiempo para nada. No hacemos nada juntos, no tienes el mínimo segundo para mí, es un milagro que estemos hablando justo ahora.

-Estoy cansado.

-¿De qué?

-Solange, trabajo, trabajo mucho y vengo cansado.

-No te reclamo eso, yo también tengo trabajo, pero el fin de semana. Quiero aunque sea un fin de semana al mes para nosotros.

-Lo voy a intentar.

Solange suspiro tristemente y volteo, camino hacia el sofá y se sentó.

-Cambiemos de tema. Volvamos a lo más importante, tenemos que descubrir el porqué del accidente de Mía.

-Royce algo tiene que ver, no puede ser que esto pasó justo cuando él estaba acá.

-Sí. De seguro.

-¿De qué hablan?-pregunto Esperanza entrando hecha un puñado de nervios y miles de emociones juntas.

-De... el accidente de Mía.

-Ya me lo imaginaba. No sé qué pensar, estoy tan embolada que ni siquiera tuve tiempo de comer.

-¿Quieres que prepare algo?-pregunto Solange.

-No, no. Gracias Sol, pero no tengo hambre ahora.

-¿Dónde está Romeo?-pregunto Daniel.

-Se quedó con Mía, vigilándola y vigilando al idiota aquel. Vengo a buscar ropa para él y para Mía, para cuando salga, ya tenga todo listo.

-Te ayudo si quieres.

-Bueno, gracias.

-No me agradezcas, ayuda femenina siempre viene bien. Porque no confió en esa amiga tuya.

-Bueno, pero, no hablemos de eso ahora.

-Está bien.

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Demasiado pronto, como lo prometi.

Atte: Ely.