Todo por tu amor (3°temp. MGERS) {Terminada}

27: "Compromiso del mal"

Entraron en la casa totalmente serios. En la sala estaban Mía y Royce viendo una película romántica. Mía se levantó del sofá al ver a su madre subir a la habitación. Se dirigió a su padre que estaba camino a la cocina.

-¿Qué paso? –pregunto sorprendida.

-Nada –respondió cortante mientras abría el refrigerador.

-¿Estás seguro?

Romeo agarro una botella de agua, luego un vaso de vidrio, se sentó frente a su hija, una vez que sirvió la bebida en el recipiente.

-Dijo que ya no me ama –murmuro antes de tomar la bebida.

Mía rápidamente se llevó una mano a la boca, sorprendida.

-Es... ¿Estás seguro?

-Mía, no me trates de idiota, ella misma me lo dijo.

-Es muy grave –lo miro sombría –Porque estas tomando mucha agua y no acostumbras a tomar tanta agua.

-Me voy a dormir.

Mía asintió y se fue junto a su padre. En la sala se quedó Mía junto a Royce, Romeo siguió su camino, mientras estos seguían viendo la película.

1 semana después.

-No hace falta que me acompañes –gruñó Esperanza –Puedo ir sola a buscar los resultados.

-Te voy a acompañar por los niños –murmuro Romeo colocándose la chaqueta.

Ella asintió sin rechistar, no quería discutir, pero, no estaba de acuerdo. Agarro su bolso y se encaminaron al auto. En el camino se mantuvieron en silencio. Notaban un silencio incomodo, aunque se conocían desde hace ya mucho tiempo.

Solange estaba nerviosa, se sentó en el banco de la plaza a esperar y allí apareció, el mismísimo Sean Jefferson, el mejor abogado de los Estados Unidos. Lo vio y no pudo evitar sonreír.

-Hola –saludo él.

Cambio el gesto y ahora su semblante era de preocupación.

-No, no debería estar aquí –dijo nerviosa.

-Tranquila –dijo agarrándola dulcemente de los brazos –No te hare daño. Me llamaste por algo importante.

-Sí, sí. Quiero que me ayudes... bueno, ayudes a mi concuñado Romeo.

-¿Para?

-Es que, no quiero que mi amiga sufra. Tiene que ayudar a la policía en cierto problema, que tendrías que solucionar tú.

-Respecto a Melanie ¿cierto?

-Si –afirmo –Tienes que hacer algo al respecto. No quiero que la familia se vaya a la ruina otra vez.

-Quieres que me encargue yo de eso ¿cierto?

-Sí. No quiero que la familia se vaya a la ruina, no quiero que Esperanza sufra con algo sin sentido y que Romeo este en un matrimonio sin amor.

-¿A cambio de qué?

-¿Qué cosa?

-Lo voy a hacer a cambio de una cosa.

-¿Cuál?

-Una noche contigo.

-Espera, espera, espera. ¿Qué? Soy una mujer casada, estoy felizmente enamorada de Daniel, aunque la pareja no esté en un buen momento, pero, igualmente lo amo. Estoy esperando un bebé que puede llevarme al borde de la muerte y tú quieres que eche todo esto que logre a perder –Suspiro -. Lamentablemente no. Me gusta lo que conseguí, me gusta el amor que recibo de mi familia y de mi marido, no voy a engañarlo por nada del mundo.