15: "Tres buenas noticias y una mala" (parte 1)

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Melanie quedo helada al ver a su ex esposo sentado en el living de su "próxima conquista". Realmente estaba obsesionada en ser la nueva señora Santos. Pero, lo que no sabía es que aunque quisiera, nada le podría salir como ella quiera.

-¿Qué haces acá?-Pregunto furiosa, tirándose a ella.

-Espera, niñita. No me puedes tratar de esa manera, soy más grande que tú.

-Si pudiera caminar, en este momento estarías muerta, bruja.

-Que ricura, siempre los hijastros son así.

Dio tan golpe a la silla que salió disparada hacia la "bruja". Le dio varios golpes. Daniel y Sean, intentaron que Mía no hiciera nada, pero esta era más fuerte. Llego Solange y calmo las aguas obligando a Mía a irse de la sala.

Lamentablemente, Melanie no se fue de la casa hasta que llegaron Esperanza y Romeo, este último intento que las "amigas" no discutan, pero decirle eso a Esperanza era como obligar a un niño a no tocar lo que no debe.

2 meses después

Mía entro apresuradamente corriendo a la cocina, ya no necesitaba la silla de ruedas porque gracias a una operación que pagaron a medias los padres de ella y su "novio", pudo volver a caminar sin ningún impedimento, más que no subir escaleras corriendo y evitar accidentes.

-¡Mamá, mamá!-gritaba mientras la buscaba con la mirada. Al encontrarla largo una gran cantidad de aire y trago otra gran cantidad-. Mamá, ¿te enteraste lo de papá?

-¿Qué paso con tu papá?-pregunto Esperanza lanzándole una fugaz mirada a Solange que estaba frente a ella.

-¿No te enteraste que esta de novio con la bruja y que le va a proponer casarse?

En ese momento el rostro de Esperanza se volvió serio, tomando todas las fuerzas de su interior sonrió falsa y fríamente mientras murmuro:

-Bien por él. ¿Me tendría que preocupar? ¿Acaso me van a pedir ser la madrina del casorio?

-Nunca haría eso-replico Romeo entrando en la cocina-. Buenas tardes a las tres.

-Buenos serán para usted-murmuro fríamente-, para mí son prácticamente iguales, un día más cerca de reencontrarme con mis padres, nada más.

A Romeo eso ultimo le dolió, pensar que un día ya no la tendría le resultaba más complicado que perder la voz en un show, cosa tan inesperada y dolorosa para un cantante; en cambio, Esperanza se sintió segura con lo que había dicho, mostraba una expresión totalmente distinta, no sabían porque había cambiado tanto y ahora era una persona que veía todo en blanco y negro, nada de colores, ni esas cosas, había sufrido tanto que no pudo evitar cambiar de un día para otro.

Romeo volteo para contestar, pero algo lo detuvo. Mía le lanzo una mirada de comprensión y de silencio, para que no dijera algo de lo que se pudiese arrepentir.

-Espero que todo le salga perfecto y que no sea ningún chistecito.

-¿Por qué lo dices?-pregunto Romeo desafiándola con la mirada.

Esperanza se levantó rápidamente de la silla e hizo ademán de irse. Romeo intento seguirla pero al ver que algo estaba mal corrió tras ella. No alcanzo a llegar a la puerta cuando oyeron el golpe que Esperanza se dio contra el frio suelo de madera recién lustrado. No fue por el suelo mojado la caída, sino que, algo dentro de ella fallo y no sintió más que los pasos de Romeo acercándose a ella.

-No puede ser-murmuro el doctor al leer los papeles que su secretaria le entrego-. ¿Cómo puede ser? Todo salió muy bien anteriormente.

El doctor salió rápidamente al encuentro de los familiares de Esperanza. Al ver a Romeo sentado con los ojos cerrados se acercó sigiloso y lo despertó.

Todo por tu amor (3°temp. MGERS) {Terminada}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora