Todo por tu amor (3°temp. MGERS) {Terminada}

16: "¿Cómo podes...?"

-Bueno...-Sonrió-. Siéntense, por favor.

Hicieron lo que Mía les pidió. Ella se sentó frente a ellos y con toda naturalidad comenzó a hablar.

-Tengo que decirles primero, bueno, creo que lo saben, Solange está embarazada.

-¿Qué?-preguntaron asombrados.

-Sip-respondió remarcando la "P"-. Segundo aprobé todas las materias y podemos hacer ese viaje que queríamos.

-Muy bien, lo tenías que hacer, cueste lo que cueste.

-Papá-se quejó-. Bueno, la mala noticia es que Jefferson no nos va a ayudar en el temita ese de la piraña.

-Bue... ¿Y la tercera buena noticia?-pregunto Esperanza.

Mía sonrió como si le hubiera preguntado la verdadera razón a la que estaba allí.

-Tuve mi primera vez-dijo a toda prisa.

El semblante de cada uno se endureció, no sabían cómo reaccionar, eso asusto a Mía, que intentando bromear murmuro:

-Planeta tierra llamando a Esperanza Guzmán y a Romeo Santos.

-¿Qué dijiste?-pregunto Romeo entre dientes.

-Lo que escucharon.

-¿Qué hiciste que?-pregunto histérica Esperanza.

-¿Por qué les molesta? Es mi vida, les dije porque tenían que saber, siempre me dicen que tengo que contarles lo que hago o dejo de hacer. Que confié en ustedes, pero ahora me vienen con esto.

-¿Con Royce?-pregunto Romeo con dolor ante lo que respondería.

-Sí. ¿Por qué?

-¿Qué hiciste? ¿Cómo pudiste?

-Papá, no soy una nenita. Tengo la edad suficiente para decidir qué hacer o no.

-¿Con esa persona tuviste que hacer eso?

-¿Qué tiene? Yo no te pregunto a vos si te acostaste o no con la piraña.

-Eso mismo quería preguntarte.

-¿Qué cosa?

-¿Cómo es eso de que me caso con esa tipa?

-Lo dijo ella.

-¿Por qué crees en lo que dicen los demás y no en lo que te dicen tus padres?-dijo señalándose a sí y a Esperanza.

-Porque ustedes nunca confían en mí. Siempre me tratan como si no supiera nada.

-¿Sabes cuánto tuve que luchar por cuidarte? Siete años te crie sola, cuando menos pensaba que ibas a salir como estas ahora, fue cuando hiciste lo peor que te pudimos advertir.

-Mamá. No hace falta que me digas eso.

-¿Qué no? ¿Qué no?-grito furiosa-¿Soy yo la que no tiene que decir nada en cuanto vos te mandaste el peor error que pudiste hacer en la vida?

-Me trato con delicadeza, ni siquiera me obligo.

-No necesitamos saber eso...-mascullo Romeo.

-Pero, solo estoy diciendo que no es el monstruo que ustedes creen.

-¿Ah, no?-pregunto irónica Esperanza-. Qué raro, pensé que era verdad todo el mal que nos ocasiono. ¡Casi nos mató! ¡Por el amor de Dios, Mía! Tenes que entender que nos quiso matar, a vos también.