-¿Saliste con Alex?- gritan al unisono Lucy y Ana. Nos encontramos en clase de atletismo, corriendo alrededor de la cancha.
-Bajen la voz... Sí, ¿qué tiene de raro?-
-Que a ti nunca te ha gustado las citas, ni te interesan chicos de la escuela, solo estás concentrada en tus estudios. Algo más raro que eso, no lo creo.- Me dice Ana.
-Señorita Patterson y compañía, las vuelvo a ver hablando y dan dos vueltas de más.- Nos advierte la profesora Cooper.
-Qué molesta es esa profesora, parece un zancudo que zumbe en tú oído cuando intentas dormir.- Dice Lucy con el ceño fruncido. Junto a Ana, rompemos en carcajadas.
-Es que él ha sido muy tierno conmigo y evitarlo sería muy cruel.- Les contesto.
-Me parece muy bien que ahora pienses así.- Dice Ana, sincera. Le sonrío.
-Bueno, más trabajo y menos charla, no sea que nos toque correr esas dos vueltas de más infernales.- Les digo.
Cambiándonos la ropa de deporte ya algo sudada, Lucy empieza a hacer bailes extraños, mientras yo estallo de la risa. Ana se fue tan pronto estuvo lista porque tenia que hacer unas cosas que no quiso decirnos.
-Eres muy loca Lucy, voy a tener cuidado no sea que me la prendas.- Digo bromeando.
-¿Cuáles son esas cosas que tanto has querido contarme?- Le pregunto.
-Oh sí, es mejor que tomes asiento, no vas a querer caer de rabo al suelo.- Dice un tanto emocionada.
-¿Así de sorprendente es?-
-¡Sí!-
-Bueno, ¿pero me a vas a decir o nos vamos a quedar todo el día aquí?- Le digo elevando mis cejas y en espera de que me cuente lo tan increíble.
-¡Tengo novio!-
-¿Y qué tiene de raro que tengas novio?-
-Qué no es cualquier chico. Es...Sebastián.-
-¡¿Qué?!- Exclamo. -¿Sebastián Thompson? ¿Sebastián, el que solo hace bobadas? ¿Sebastián, nuestro amigo?-
Lucy asiente con una sonrisa gigante.-¿Pero cómo? Nunca los he visto juntos de forma cariñosa o que hagan esas cosas de novios.-
-Pues, todo comenzó por un beso y a los dos nos quedó gustando, seguimos con el juego. Pero finalmente hicimos la relación seria. Hemos quedado en no decirle a nadie y hasta el momento tener nuestra relación secreta, pero creo que ya es hora de demostrar cuanto nos queremos al mundo.- Que cursi está siendo Lucy, sin embargo me alegra mucho lo de su relación con Sebastián.
- ¡De verdad que me hace muy feliz y más si es con Sebastián, que sé que es un buen tipo!- Digo con completa sinceridad. Le doy un abrazo.
-Me alegra que estés de acuerdo, pensé que ibas a enojarte o que no ibas a apoyarme.-
-Claro que no, ¿por qué habría de enojarme contigo? Eso jamás.- Lucy me sonríe y volvemos a abrazarnos.
-Te quiero.-
-Y yo a ti amiga.-
Voy por el pasillo caminando hacia la siguiente clase. Veo a Adam caminando a mi dirección.
-¡Hola Adam! ¿Cómo has estado?-Sonrío.
-Mal.- dice serio y con la mandíbula fuertemente apretada. Frunzo el ceño.
-¿Qué pasa?-
-¿Qué pasa? Pasa que el viernes me declare ante ti y me rechazaste. ¡Ahora vengo a enterarme que ayer has salido con Alex! ¡Eso pasa!-
-Adam, tú no entiendes. Ayer...- Intento explicarle pero él me interrumpe.
-¡¿Qué no entiendo?! ¿Ah? ¡Dime!- Se queda un momento callado y baja la mirada. -Me has decepcionado.- susurra y luego se marcha.
No lo llamé, solo me quedé quieta, intentando asimilar todo lo que acababa de pasar. No entiendo por qué Adam ha reaccionado así, sé que es difícil para él saber esto pero ya todo lo habíamos dejado claro. Él no puede obligarme a hacer algo que no quiero.
Ya en clase de Francés. Sentada en mi puesto me sumo en mis pensamientos y no presto nada de atención a la profesora.
-¡Señorita Patterson!- Escucho. Veo a los ojos, a la profesora Miller que está lanzandome una mirada cortante.
-¿Si?- Le pregunto.
-Por segunda vez le digo. Use el verbo dormir en una oración.- Afortunadamente siempre he sido muy buena en este idioma y sé la mayoría de verbos.
-Elle a dormi toute la journée.-
-Ésta vez se ha salvado, pero a la próxima la envío a dirección. Mi clase la respetan.- ¿En serio? Precisamente hoy, cuando menos quiero que me molesten. Esa maldita profesora viene a joder.
-Emma, ¿qué te sucede? ¿Estás bien?- me pregunta Ana al salir de clases.
Al verla, siento mis ojos humedecer y sin pensarlo me lanzo a abrazarla. Rompo en llanto.
-¿Qué pasa? Tranquila, estoy contigo.-Me consuela.
Levanto la mirada y seco las lágrimas que tengo en mi rostro.-¿Qué te parece si te acompaño a casa y me cuentas?-
-Está bien.- Respondo con la voz temblorosa.
***
-Dime, ¿por qué estabas así?- Me pregunta Ana. Estando en mi habitación, sentada a mi lado, sobre la cama. Ahora me siento mejor. Rosie está preparandome una malteada de chocolate.
-Hoy en la escuela Adam me ha gritado, reclamando por qué salí ayer con Alex y dijo que está decepcionado de mi.-
-¿Por qué? Él no tiene ningún derecho ha gritarte y mucho menos reclamarte, por el simple hecho de que saliste con Alex.-
-Él tiene un poco de razón.- Digo. -Es que...el viernes en la fiesta él se me declaró y yo lo rechacé. La verdad, Ana, es que yo no siento nada más que un amor de amistad por Adam. Pero él no entiende.-
-Tranquila Emma. Adam pronto lo va a entender y todo va a estar bien. ¿Vale?- Ana me da un abrazo.
-Gracias, Ana.-
-Soy tu amiga, Emma y siempre voy a estar contigo cuando más me necesites.-
Mientras bebo la malteada Ana y Rosie dicen y hacen cosas graciosas, río a carcajadas. La verdad es que me han subido mucho el animo. Amo a estas chicas.
-Chao amiga, nos vemos mañana, te quiero.-
-Chao Ana, también te quiero y mucho.-
Ana camina hacia su audi A3, sus padres tienen mucho dinero, ella es su única y consentida hija. Cierro la puerta y voy al living donde está mamá.
-Hola mamá.-
-Hola princesa. Ven sientate.- Ella me señala el asiento a su lado.
-¿Cómo te ha ido?- pregunto. Últimamente he estado alejada de ella y no me gusta. Siempre me ha gustado estar compartiendo con ella.
-Bien mi niña. ¿A ti cómo te ha ido?-
-Bien mamá.- Le digo con una sonrisa no del todo convenciéndola.
-Sabes que siempre voy a estar contigo apoyándote mi niña.-
-Lo sé y por eso te amo.- Digo y luego bostezo. - Ya me voy a dormir. Descansa mamá.- Le doy un beso en la frente.
-Descansa princesa. Qué tengas una bonita noche.- Ella sonríe y me devuelve el beso en la frente.
Subo a mi habitación y llamo a Rosie.
-¿Necesitas algo?- Pregunta Rosie.
-No, solo quiero contarte sobre la cita con Alex.- Digo sonriendo.
-Emma, no lo hagas si no quieres. Puedes contarme otro día.-
-Te dije que lo haría hoy y lo voy hacer, además, sí quiero contarte como fue todo.- Rosie se sienta a mi lado y empiezo a contarle todo desde la cita con Alex hasta la discusión con Adam.
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Mi Montaña Rusa
RomansSu vida, atestada de emociones y sentimientos; empieza por una montaña rusa llena de sube y bajas al conocerlo. Durante el transcurso del tiempo, se le presentan obstáculos, los cuales, hacen que recaiga y en momentos se diga así misma que no puede...