Capítulo 16

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Un golpe en la puerta me despierta. Enciendo el celular y veo la hora, 7:30pm. Vuelven a golpear la puerta, me levanto con desgana y abro.

-Últimamente estas durmiendo mucho, hija... La cena ya está lista -

-Es que en la escuela están dejando muchas tareas.- Me excuso. -En un momento voy, mamá.-

-Te esperamos en la mesa. No te demores.- Asiento. Voy al baño, me lavo la cara y me encamino hacia el comedor. Rosie, que está sentada, me ve por el rabillo del ojo. Entiendo que esté enojada, me siento mal por haberla gritado.

En toda la cena mamá fue la única que habló, sobre su trabajo y demás cosas, nosotras solo le respondíamos con frases con menos de cinco palabras. Terminamos de comer; lavo los platos y me dirijo a la habitación. Debo hablar con Rosie, odio que estemos enojadas. Entro y ella está concentrada en el celular. Aclaro mi garganta, ella me da una pequeña mirada y sigue en lo suyo.

-Rosie... Siento lo de ésta tarde, sé que no debí haberte gritado.- Me siento en su cama. -Por favor préstame atención.- Ella deja su móvil en el regazo y fija la mirada en mi. -¿Me perdonas?- Hago cara de niña tierna.

-Sí, está bien.- Me dice con una sonrisa. Le doy un abrazo. -¿Ahora sí, me vas a contar que te pasó?- Deshacemos el abrazo. No quiero hablar de ello, quiero tener mi mente despejada. Sin embargo ella se preocupó.

-Alex me dijo que Christian llegó ayer. ¿Es eso?- Afirmo, moviendo la cabeza de arriba a abajo.

-Sí. Después de lo que pasó con él, no quería volver a verle, pero... ayer llegó disculpándose y diciendo, el por qué dejo de hablarme. Todo lo que dijo al principio me rompió el corazón.- Digo con la voz temblorosa. Cada palabra que Christian me dijo, la repetí para Rosie. Al final ella me da un abrazo; no me había dado cuenta que yo, ya estaba llorando.

-Lo siento Emma, ese infeliz no volverá a hacerte daño. Supe que él estuvo tomando ayer como barril sin fondo, así que también debe estar muy mal. ¿Qué vas a hacer?-

-No sé, la verdad no sé que hacer, Rosie.- Suelto un suspiro.

-No te preocupes, ya sabrás que hacer, por ahora descansa. Tanto estrés te puede enfermar.- Me da un beso en la frente. Me levanto y camino a mi cama. Mamá tiene razón, he estado durmiendo bastante. Me acuesto debajo de las sabanas y cierro los ojos, esperando a que llegue el sueño.

**

-Chicas, acuérdense que hoy, hay clase de baile.- Nos dice Lucy.

-Uh, sí. Yo he traído la ropa en la maleta.- Dice Ana.

-¡Rayos! se me olvidó, no traje ropa...-

-Tranquila, a la salida te llevo a casa, nos cambiamos y salimos a la clase.- Me dice Ana con una sonrisa. Todavía no le he hablado, sobre la causa por la cual he estado así.

-Gracias.- Doy una media sonrisa. Hoy estoy un poco mejor, a pesar de que no quería contarle a nadie, hablar con Rosie, me hizo sentir más aliviada. El timbre suena para iniciar clases. Me despido de todos y camino hacia el aula.

-Emma, espera.- Escucho a Adam. Giro para verlo. Él se me acerca.

-¿Estás bien? Has estado muy extraña en estos días, me preocupas.- Acaricia mi mejilla.

-Sí, estoy bien. No debes preocuparte, es solo que he estado un poco estresada, eso es todo.- Digo alzando los hombros y sonriendole, con intención de convencerlo.

-No te creo... Pero si no quieres hablar, te entiendo. Ya sabes que estoy para ti en cualquier momento, si me necesitas.- Asiento y le doy un beso en la mejilla. Giro sobre mis talones y camino hacia el salón.

Mi Montaña RusaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora