Intentémoslo - Dylan O'Brien & Kaya Scodelario

Capítulo 7 - Boliche

Dylan narra...

El elevador por fin abrió. Y ahí estaba él...¿Thomas?

-Hola chicos -dijo muy desanimado y tosiendo. -¿Qué hacen ahí abajo?,bueno como sea, los acompañaré. -dijo deslizándose en la pared hacia abajo.

*Momento incómodo de silencio*

-¿Has estado llorando Kaya?
-Algo...
-¿Por qu...? ¿Tú también Dylan?
-Larga historia Thomas, te contaré después ¿okay?, primero iremos al boliche.
-Dylan, no creo que sea...
-Vamos Kaya... -le insistí
-¡Si Boliche! ¡Vamos! -Thomas cambió de animo repentinamente y cuando el elevador abrió fue corriendo al coche.
-Vamos... -dijo Kaya, aún un poco deprimida, pero aún así sonrió.

Le di un fuerte abrazo y caminamos al coche, donde ya estaba Thomas en la parte de atrás con sus cinturón puesto.

Le abrí la puerta a Kaya y me metí al coche.

Kaya narra...

Estábamos en el coche y todo estaba muy silencioso, entonces decidí prender la radio.

Al parecer Dylan tuvo la misma idea, pues nuestras manos chocaron, fue un momento tipo Twilight, excepto que él no es un vampiro con la piel fría. Fue algo incómodo, pero no le di importancia.

Al fin llegamos al boliche. Pedimos nuestros zapatos, y empezamos a jugar. Thomas parecía un niño chiquito, estaba súper emocionado.

Yo no jugaba, sólo los veía jugar. Se veían muy tiernos, los dos son muy competitivos, entonces ya se imaginarán lo divertido que era verlos jugar.

Dylan narra...

Mientras Thomas y yo jugábamos, en un momento volteé a ver a Kaya, ella me estaba viendo a mí, le sonreí, y ella sonrió y al mismo tiempo bajó su cabeza.

-Thomas, sigue jugando...
-¿Te rindes tan rápido O'Brien?

Lo único que hice fue apuntar mi cabeza a Kaya, haciéndole entender que iba a hablar con ella.

-Ohhh... -me guiñó el ojo.

-Hey -le dije
-Hey
-Lo siento, no fue buena idea
-Noo, está bien...aparte no soy muy buena
-¿Crees que Thomas y yo sabemos?

Volteamos a ver a Thomas y vimos como tiró su bola al carril del otro grupo, al mismo tiempo se disculpaba con ellos. Kaya y yo nos reímos, pero Kaya dejó de reírse casi al instante.

-Oye... -le dije rodeando su hombro  con mi brazo. -Eres demasiado para él.
-Y tu para ella. -me sonrió. -sé que te duele Dyl, no escondas lo que sientes.
-No lo hago, estoy triste, y al mismo tiempo en shock, pero quién mejor me puede acompañar en éstos tiempos que mis amigos...

Ella sonrió.

-Bueno.... A jugar Kaya. -le dije mientras la jalaba de la mano al estante de bolas de boliche.
-No estoy segura de eso. -ella se trataba de resistir.
-Ven. -ella quedó viendo hacia el carril y yo atrás de ella.
-Agarras la bola así. -le coloqué los dedos en los huecos.

Luego agarrando la bola y su mano, aún por detrás de ella...

-Agarras impulso...-nos hicimos para atrás. -Y la tiras...-Hicimos una chuza
-¡Wow! -Kaya estaba impresionada. -¡Viste eso Dylan!
-¡Lo vi!

Ella saltó hacia mí rodeando mi cuello y yo la cargué agarrándola por la cintura y levantándola.

-Oigan, tengo un poco de sueño, ¿Nos podemos ir? -dijo Thomas tallando sus ojos.
-Pareces un niño -dijo Kaya riéndose. -pero creo que es hora de irnos Dylan.
-Si yo igual, vámonos.

En el camino al hotel nos reíamos de puras tonterías.

Llegamos al hotel, del cual por cierto nos íbamos a cambiar para evitar encuentros incómodos, y fuimos al cuarto de Thomas, él no compartía el cuarto con nadie. Entonces llegamos al acuerdo de compartir el cuarto los tres.

Si lo sé, ¿2 chicos y 1 chica?, sí, Thomas dormirá en una cama, Kaya en la otra, y yo... en el sillón. No es el lugar más cómodo, pero no estaré ahí por mucho.

-Oigan, voy por hielos, ¿Alguien quiere algo? -preguntó Thomas
-No gracias. -respondimos Kaya y yo.
-Ok, ahora vuelvo.

Yo estaba viéndome al espejo de la recamara y vi que me estaba creciendo un poco de barba, y pues para Thomas no puedo tener barba.

Entones fui al baño por un rastrillo y abrí el baño y... Ahí estaba Kaya.

No piensen mal, ya tenía puesta su pijama, pero era un poco provocativa. Era un mini short negro con una playera de tirantes pegada y cuando yo estaba entrando ella se estaba recogiendo el cabello.

-Hola Dylan
-*Me aclaré la garganta* Hola, ehh, ¿sabes dónde hay un rastrillo?
-Mmm...creo que adentro de la tina.

Me asomé a la tina y efectivamente, ahí había uno.

-Gracias.
-De nada.
-Oye, lo siento, otra vez, por todo lo que pasó.
-Lo sé, lo siento también. -me sonrió.
-Buenas noches Kaya.
-Buenas noches. -se acercó y me besó la mejilla, lo cual me hizo sentir, ¿raro?¿confundido?...¿bien?