*SUSAN (PV)*
Un beso que me hace revivir los mismos sentimientos que sentí la primera vez que le besé cuando tenía unos trece años, unos sentimientos puros y profundos que se apoderan de mi cuerpo haciéndome sentir cosas inimaginables, notando como las mariposas revolotean en mi barriga y demostrándome que por muchos años que pasen, por mucho quilómetros que nos separen, mi amor por Harry nunca terminará, será así hasta el fin de mis días porque él es y siempre será mi debilidad, la persona que me hace perder la cabeza cada vez que sonríe, que me hace sonreír con tan solo el eco de su voz, que me pone los pelos de punta cada vez que nuestros cuerpos se rozan y que me hace desear con todas mis fuerzas pasar cada día del resto de mis días a su lado. Un sentimiento tan duradero y tan verdadero, tan simple y puro como el amor. Estoy verdadera, loca y profundamente enamorada de él, de Harry, el padre de mis hijos y el chico al que he amado des que tengo memoria.
Nos separamos lentamente y nos quedamos mirando fijamente, con una enorme sonrisa en la cara. Esa sonrisa que tan loca me vuelve y que deja ver esos hermosos hoyuelos tan irresistiblemente irresistibles.
-Harry... -susurro mordiéndome el labio -Yo... -digo con la voz casi rota.
-¡Mami! ¡Papi! ¡Venid a jugar con nosotros! -gritan Lucie y Connor des de el jardín. Dirijo la mirada hacia Harry y me quedo congelada cuando veo que por sus ojos caen unas cuantas lágrimas.
-Harry... ¿Qué pasa? -pregunto preocupada.
-No, nada... Solo es que... Bueno da igual, es una tontería -contesta secándose las lágrimas y levantándose.
-No -digo levantándome y poniéndome delante de él, obligándole a mirarme -No es una tontería... Tú no lloras porque sí, así que dime ¿Qué ha provocado que lo hicieras? -pregunto en un tono dulce.
-Me han llamado papi... Lucie y Connor... Mis hijos... Me han llamado papá -contesta con una enorme y hermosa sonrisa.
-Harry -digo acariciando cuidadosamente su mejilla -Es una cosa hermosa, que acabes de llorar por eso no sabes lo que despierta en mí, creo que no eres el mismo Hazza, me estoy empezando a creer lo de que has cambiado -
-Si lo he hecho no es por otra razón que por ti, pero ya no solo por eso, des de que me enteré de que Lucie y Connor son mis hijos hay algo dentro de mí que ha cambiado, me he dado cuenta de que no puedo seguir así. Vale, seré joven pero tengo responsabilidades y las pienso asumir todas aunque signifique sacrificar lo que sea, ya que la recompensa es mucho mayor que el más duro del sacrificio -
-Eres adorable Hazza -digo sonriendo -Ahora venga, vamos a jugar con Connor y Lucie -añado indicándole que me siga. Cruzamos el pasillo y vamos hasta el jardín, donde Connor y Lucie juegan en el tobogán y los columpios. Harry se acerca a ellos y empieza jugar alegremente con ellos. Puedo escuchar cómo, repetidas veces, tanto Connor como Lucie le llaman papá o papi y Harry sonríe ampliamente, con un fuerte brillo reflectado en sus hermosos ojos azules. Es tan adorable la forma en que les trata, como les mira, como les habla y el sentimiento con que hace cada una de sus acciones. Me encantaría jugar pero ya que no puedo como mínimo podré disfrutar de su compañía y ver como se divierte con su padre.
-Mami mira lo que me ha hecho papi -dice Lucie acercándose rápidamente a mí.
-A ver -exclamo sonriéndole y sentándola en mi regazo -Uy que trenza más bonita que te ha hecho papi, estás preciosa princesita -añado besándola.
-Siii -dice divertida.
-Eh princesa ¿Qué te parece si le hacemos a mamá una trenza igual? -propone Harry acercándose a nosotros, cogiendo a Connor en brazos y haciéndole cosquillas.
-De eso nada -me niego rotundamente.
-Va mami, venga -intenta convencerme Connor.
-Vale, está bien -accedo a regañadientes. Harry deja a Connor encima de mí, al lado de Lucie, y los abrazo fuertemente, besando dulcemente su pelo. Harry se coloca detrás de mí y empieza a peinar mi pelo con sus dedos y a continuación une los mechones en una trenza, no tiene mala pinta la verdad, siempre se le ha dado bien hacer estas cosas.
-Mami ¿Mañana podemos ir a la playa? -me pregunta Lucie.
-Mañana tengo visita en el médico así que no podrá ser. Pero podemos ir pasado mañana, si os parece bien claro -contesto sonriéndoles.
-¡Siiiiii! ¡Playa, playa, playa! -gritan los dos contentos.
-Ya está -exclama Harry colocando la trenza en mi hombro izquierdo para que pueda verla.
-Eh te ha quedado muy bien Harry -
-Claro ¿No te acuerdas de quien te hacia las trenzas cuando éramos pequeños? Pues ese era yo y ibas guapísima con esas trencitas, eras muy mona, al igual que Lucie -
-Me acuerdo que de pequeño eras adorable y muy dulce, al igual que Connor -añado sonriendo. Pasamos gran parte de la mañana y toda la tarde jugando con Lucie y Connor y disfrutando al máximo de cada segundo, deseando que el tiempo se pare y no acabe nunca, que todo sea tan perfecto como este mismo momento. Harry se queda tanto a comer como a cenar y nos lo pasamos súper bien, siento como si volviéramos años atrás, cuando éramos pequeños y la relación entre Harry y yo era simplemente perfecta, éramos los mejores amigos que uno podría imaginar y nos lo contábamos todo. Incluso en esos días ya me gustaba Harry pero intentaba disimularlo porque pensaba que él no sentía lo mismo y de hecho creo que nunca lo sintió, no creo si quiera que saliéramos, tan solo quería sacar una cosa de mí y cuando la consiguió me dejó tirada y enzima embarazada. Vale, sé que es malo pero todo el mundo se merece una segunda oportunidad ¿No? Pues ahora mismo creo que no hay ninguna otra persona en este mundo que se merezca más una segunda oportunidad que Harry. Cuando acabamos de cenar tanto Lucie como Connor están muy agotados así que Harry los coge en brazos y vamos hasta sus respectivas habitaciones. Primero vamos a la de Connor y Harry le deja suavemente sobre la cama, tapándole dulcemente con el edredón.
-Buenas noches pequeñín -dice Harry besando su mejilla.
-Buenas noches papi -contesta sonriendo.
-Buenas noches cariño -digo abrazándole.
-Buenas noches mami -contesta alegre. Nos alejamos de su habitación y vamos hasta la de Lucie. Harry la deja suavemente sobre la cama y nos colocamos cada uno a cada lado de la cama.
-Buenas noches princesita -decimos Harry y yo a la vez, besando su mejilla al mismo tiempo.
-Buenas noches mami. Buenas noches papi -contesta besándonos. La miramos por última vez y salimos de la habitación, cerrando la puerta detrás de nosotros.
-Son adorables -exclama Harry sonriendo y yo asiento. Bajamos hasta el salón y vamos hacia la puerta.
-Bueno princesa grande, ha sido un día genial, supongo que nos veremos mañana ¿No? -
-Sí, tengo que pedirte un favor. Como ya sabes mañana tengo que ir al médico y no sé... Me da cosa ir sola así que ¿Te importaría acompañarme? -
-Claro que no, te acompañaré con mucho gusto -contesta sonriendo.
-Pero eso no es todo, em... ¿Podrías pedirle a los chicos que cuiden de Lucie y Connor? Es que no quiero molestar a mis abuelos -
-Claro que sí, en cuanto llegue se lo diré pero tranquila, sé que van a aceptar. Bueno pues entonces nos vemos mañana princesa -se despide besándome dulcemente.
-Hasta mañana Hazza -me despido y cuando se aleja cierro la puerta. Vuelvo a entrar y me doy una ducha rápida, volviendo a cubrir mis manos con bolsas y deseando que ya estén curadas. Cuando acabo me meto en la cama y en cuanto cierro los ojos me quedo completa y profundamente dormida.