*HARRY (PV)*
Clavo mi mirada en Susan y observo atentamente como se va quitando la ropa hasta quedarse en bikini. Primero se quita esos diminutos pantalones tejanos, dejando a la vista sus hermosas y preciosas piernas y, después sube lentamente su camisa, mostrándome su prieta y hermosa cintura para acabar por descubrir sus voluminosos y perfectos pechos. Dios... Madre mía... Su cuerpo es tan perfecto, tan delicioso y provocador que es como si sintiera que mi cuerpo se derritiera. ¿Cómo puede estar así? La última vez que la vi en bikini aún era una niña, estaba bien pero ahora... Dios, está irresistiblemente irresistible. Siento como mi temperatura corporal empieza a subir, pero nada comparado con cuando se agacha para guardar la ropa en la bolsa y puedo ver perfectamente su respingón y delicioso trasero... Lo que daría yo ahora mismo por quitarle el bikini y hacerla mía aquí mismo, en la playa, donde hace mucho tiempo todo esto empezó a tomar sentido. Noto como... Digamos que "la cosa se pone dura" y sobresale notablemente de mi bañador... Y ahí está saludándome, incitándome a hacerla mía, diciéndome que la coja y haga lo que tenga que hacer, que disfrute...
-Papi -dice Connor haciéndome volver a la realidad. Mierda Harry, recuerda que eres padre y que como padre debes controlarte y no dar mal ejemplo. Eso de ser padre sueña extraño, casi increíble, es demasiado fuerte... Harry Styles, el eterno mujeriego, tiene dos hijos preciosos y está enamorado de su amiga de toda la vida, aquella con la que ha compartido tantos momentos, aquella con la que perdió la virginidad, aquella con la que sueña estar por el resto de sus días... Vaya, si que han llegado a cambiar las cosas en tan poco tiempo.
-¿Sí cariño? -pregunto dulce, sin apartar la mirada de Susan.
-La pelota, se ha ido la pelota -contesta Connor. Muevo levemente la cabeza, me centro en Connor y Lucie y hacia donde ellos miran y me doy cuenta de que se les ha ido la pelota en la parte más profunda.
-Esperad aquí un momento ¿vale? No os mováis -digo sumergiéndome debajo del agua y nadando rápidamente hacia la pelota. La cojo y vuelvo al lado de mis hijos... Sigo pensando que suena muy extraño, como muy serio, pero es que esto no es ningún juego, estás hablando de dos personitas de carne y hueso que dependen de ti las veinticuatro horas del día -Aquí la tenéis -exclamo dándoselas.
-Gracias -agradecen los dos a la vez. La parte buena es que he podido darme un chapuzón y así he conseguido normalizar mi temperatura, bueno como mínimo lo hacía hasta ahora, pero ya no. Ahora todo vuelve a ser como antes ya que al levantar la cabeza veo como Susan corre hacia nosotros, como su pelo se mueve suavemente, tapando sus ojos y como se mueven sus pechos, botando y haciéndome perder la cabeza...
-¿Ahora quién está mirando a quién? -pregunta Susan haciéndome volver a la realidad y dándome cuenta de que se encuentra a mi lado, a tan solo unos centímetros de distancia.
-Em... ¿Yo? No... -miento bajando la mirada.
-Tu cosita dice lo contrario -susurra pasando demasiado cerca de mí, tanto que nuestros cuerpos se rozan y "mi cosita", como ella la llama, se pone aún más dura. Susan va hacia Connor y Lucie pero yo cojo su mano, apretándola contra mi cuerpo. Con mis manos rodeo su cintura y la aprieto más contra mi cuerpo, rompiendo los únicos milímetros que nos separan y besando salvajemente sus labios, un beso largo, muy largo en el que los dos respiramos el oxigeno del otro y para nosotros eso es suficiente. El beso no hace más que aumentar mi temperatura y ponerme más contento aún, si es posible.
-Harry -dice Susan aún mis labios -Los niños -me recuerda y se separa lentamente de mí, posando un dulce y corto beso en la comisura de mis labios. Suspiro fuertemente e intento relajarme... *Vamos Harry, hazme caso* grita mi cerebro *No seas estúpido, no arruines esto. El sexo es secundario, Susan no es como las demás, ella te importa, tú la amas*. Tan solo eso me hace reaccionar y asiento moviendo levemente la cabeza para centrarme y, por suerte lo consigo.