*SUSAN (PV)*
Mi plan era ignorar a Harry el periodo de tiempo más largo posible, pero el hecho de tener que hacer que salgo con él no es que me ayude mucho. No me hace ninguna gracia quedar con él cuando podría estar con Lucie y Connor pero bueno, es lo que hay. Por eso ahora mismo me encuentro en el porche de mi casa esperando a "mi novio".
-Hola preciosa -saluda Harry y me coge de la mano.
-Hola Harry -digo algo desganada. Caminamos hasta una cafetería cercana mientras nos persigue la prensa y sin soltarnos las manos. Nos sentamos en una mesa al lado de la ventana.
-Bueno supongo que tendremos que hablar de algo... -dice Harry.
-Dime ¿De qué quieres hablar cariño? -pregunto irónica.
-De lo que tú quieras amor -contesta él de la misma forma y, sin poder evitarlo, explotamos en una carcajada -Esto me parece raro -comenta él.
-A mí también -contesto. Harry acaricia mi mejilla dulcemente y empieza a jugar con mi pelo y yo río tontamente. Sus ojos se clavan en los míos y me pierdo en esos grandes ojos azules que brillan con notable intensidad -Bueno... ¿Y cómo están los demás? -pregunto moviendo la cabeza levemente.
-Según me han dicho ellos casi todos los días habláis -comenta ¿cabreado?
-Ah... Sí, pero hace dos días que no me hablado -me defiendo.
-Están bien -contesta borde.
-¿He dicho algo para molestarte? -pregunto confusa.
-No, nada, solo es que... Nada -dice apartando bruscamente la mano de mi cara.
-Si a ti esto no te gusta a mí menos así que te relajas -digo cabreada y levantándome de la mesa. Harry me coge del brazo y yo me quedo quieta.
-No te vayas, por favor... Lo siento -se disculpa serio y me vuelvo a sentar -Así que tienes hijos... -dice suspirando.
-Un niño y una niña, mellizos -contesto algo nerviosa.
-¿Cómo se llaman? -pregunta Harry.
-Lucie y Connor -contesto.
-¿Y cuántos años tienen? -
-2 años, el 18 de mayo cumplen 3 añitos, dentro de nada -contesto. Creo que iba a decir algo pero el sonido de mi móvil le interrumpe -Hola peques -contesto sabiendo de sobras que son ellos. Noto la penetrante mirada de Harry clavada en mí y eso me incómoda bastante.
-Mami te echamos de menos -dice Lucie con una voz que hace que se me derrita el corazón.
-Lo sé peque, yo también os echo de menos. Mira vamos a hacer una cosa, mañana os voy a dedicar el día a vosotros ¿vale? -propongo.
-¿Todo el día? -pregunta Connor.
-Toooodoo el día -aseguro.
-Bieeen -gritan los dos.
-Bueno me tengo que ir, de aquí a nada estoy de vuelta en casa. Decidle a los abuelos que pueden ir preparando la cena y ¿Qué os parece si después de cenar vemos esa peli que os gusta tanto? -propongo contenta.
-Si si si si si si -dicen ellos contentos.
-Vale pues hecho está, nos vemos ahora. Os quiero -me despido.
-Te queremos -dicen y cuelgo. Harry se me queda mirando con una gran sonrisa.
-¿Qué? -pregunto confusa.
-Se nota que los quieres mucho, tus ojos se iluminan cada vez que hablas con o de ellos -contesta alegre.
-Haberlos tenido ha sido la mejor decisión de mi vida -confieso.
-¿En algún momento te planteaste abortar? -me pregunta curioso.
-Nunca, mis padres me decían que era lo mejor, que no podría compaginar los estudios con cuidar de dos hijos, pero había algo en mi interior que me impedía hacerlo, no sé, por muy difícil que haya sido tenerlos a mi lado cada día me recompensa -contesto pensativa -Bueno Harry ¿nos vamos? -propongo.
-Claro -contesta. Salimos del bar y Harry me coge de la mano. Caminamos unas cuantas manzanas hasta que llegamos a mí casa. Harry me acompaña hasta la puerta y antes de abrir la puerta me despido de él.
-Bueno supongo que nos veremos otro día -bromeo y él sonríe.
-Sí, bueno... Si necesitas algo ya sabes mi número. Adiós Susu -dice dándome dos besos y un abrazo. Se va y hasta que se encuentra fuera de mi campo visual no abro la puerta. La abro y mis dos pequeñines me abrazan.
-Mami -me saludan.
-Peques -contesto alegre. Entramos en casa y cenamos. Ducho a Connor y a Lucie y después me ducho yo y me despido de mis abuelos, ya que se han quedado a cuidarlos.
-Gracias por todo, mañana no hace falta que vengáis porqué me voy a llevar a Lucie y a Connor a dar una vuelta, voy a dedicarles el día entero -les explico.
-Nos parece perfecto, pero si necesitas algo más ya sabes dónde estamos -dice mi abuelo cerrando la puerta. Connor y Lucie bajan las escaleras y ponemos su película favorita, el Rey León. Nos sentamos en el sofá los tres juntos con una manta tapándonos y palomitas. La película termina y llevo a Connor y a Lucie en brazos hasta la habitación. Les arropo, les doy un beso en la frente y voy a mi habitación. Me tumbo en la cama con la intención de dormirme pero el sonido de mi móvil me interrumpe.
-Hola preciosa -saluda Willi.
-Hola Willi ¿Qué quieres? Ahora me iba a dormir -contesto somnolienta.
-¿Mañana tienes algún plan? -pregunta.
-Sí, les voy a dedicar el día a Connor y Lucie -contesto.
-Los managers de Harry dicen que le iría bien que le vieran con tus hijos y contigo, pasando una tarde "en familia" -me dice.
-¿Qué? Él no es mi familia, quiero un puto día con mis hijos y no quiero estar con nadie más -digo cabreada.
-Vamos Susan, hazlo por Harry -
-Espera -digo y le cuelgo. Busco en mis contacto y llamo a la persona que mejor me conoce y mejor me consejos me puede dar -¿Abuelo? -pregunto.
-¿Susi? -pregunta algo preocupado -¿Qué pasa? -
-Necesito consejo con un asunto importante -empiezo -Verás ya sabes que yo quería pasar el día entero con Connor y Lucie, y también sabes lo de la "relación por conveniencia" que tengo con Harry ¿verdad?... Pues me han dicho que Harry tiene que venir con nosotros para hacer de "familia feliz" -le explico -No sé qué hacer...-
-Susan sé que quieres estar con ellos a solas pero debes mirarlo des de otra perspectiva, Harry pasará tiempo con sus hijos y seguramente les cogerá cariño y bueno así no será una situación tan brusca -me aconseja.
-Tienes razón, gracias abuelo. Hablamos mañana. Buenas noches. Te quiero -me despido.
-Buenas noches cariño. Te quiero -se despide y colgamos. Suspiro y antes de dormirme le envío un mensaje a William aceptando su propuesta y después me tumbo. Cierro los hijos y un profundo y cálido sueño se apodera de mí.