Preámbulo
Es el año 2014, mi Abuelo Marcell Deux acaba de fallecer y me ha dejado este diario que ,según él, escribió luego de finalizar la guerra, lo que están a punto de leer es algo escalofriante, aún así, lo que mas asusta es que este es el único texto decente en el diario, el resto de páginas están llenas de una peculiar frase que dice "No le temas a la Obscuridad"
Extracto del Diario de Marcell Deux
Corría el año 1943 y vivíamos en una Francia ocupada por la Alemania nazi, eramos una pequeña familia que no tenia interés absoluto en meterse en los asuntos de los demás, sin embargo recuerdo que una noche, mi padre trató de sacarnos del país para evitar que el ejercito nos reclutara, los esfuerzos de mi padre fueron en vano al terminar el día mi padre, mi hermano Laurent y yo fuimos llevados a unas cuantas millas de nuestro hogar para servir en el frente de batalla, hablo de París.
Los días pasaban y la guerra parecía no terminarse cada día escuchaba rumores de soldados desaparecidos, hombres que salían por la mañana y no regresaban, sus cuerpos no eran encontrados, lo más misterioso del caso es que algunos habitantes de las zonas nos contaban que escuchaban las mismas historias por parte del ejercito Alemán. ¿Seria alguna estrategia enemiga?, ¿O seria solo cuentos para asustar a los novatos del escuadrón? el caso es que ninguna de las anteriores hipótesis eran reales y jamás olvidare el día en que estuve cara a cara con el gran misterio que rodeaba a las personas en tiempos difíciles.
Recuerdo que iba caminando una noche solo, estaba patrullando una calle cercana a nuestro cuartel general la brisa parisina refrescaba mi cara y el ruido de las explosiones a lo lejos de la ciudad me mantenía despierto. Recuerdo que algo llamó mi atención. Fue un ruido, similar al sonido de un arma al momento en que se carga, mis sentidos se agudizaron, estaba asustado. Para ese entonces no creía en nada paranormal, lo único que me asustaba era el hecho de que un Nazi hijo de puta saliera de las tinieblas y me atacara.
Como decía, me puse alerta al instante y retrocedí unos cuantos pasos. ¡Otro ruido similar sonó detrás de mi! creí que eran varios Nazis, pero no fue así. Aún hoy deseo que hubiesen sido Nazis lo que vi aquella noche... ¡Algo se abalanzó sobre mi!, el peso de su cuerpo me envistió e hice unos cuantos toscos pasos hacia delante, mi rifle cayó al suelo y a unos tres metros de él caí yo. Esa cosa me tomo de mis pies y comenzó a jalarme hacia él, aún en la obscuridad pude observar los rasgos de su horrendo rostro. Dientes afilados, ojos profundos y sin expresión, su cara estaba tan deforme que sus fosas nasales procedían directamente de la cuenca interior, pues no tenia nariz. Poseía la mitad de su cabeza calcinada, no tenia cabello en la parte izquierda de su sien... Mi corazón parecía una locomotora al ver que ese hombre... Mejor dicho esa horrenda criatura sacó un afilado cuchillo de su bolsa, acercó su cara a la mía y me dijo en una voz tenebrosamente ronca:
"No le temas a la oscuridad, porqué yo siempre te estaré cuidando..."
No sé como lo logre, pero con un esfuerzo sobrehumano logre patear la cara de esa cosa, tome mi rifle y trate de dispararle, aún así, los nervios impidieron recordar que habia que quitar el seguro para poder disparar. con un rápido movimiento golpeé a la criatura con la culata del rifle, aquella cosa hizo caso omiso al golpe y con sus corrugadas manos trató estrangularme luego de esa acción perdí el conocimiento y no recordé más nada hasta que...Me desperté.
Me desperté sobre una mesa metálica, recuerdo que todo estaba oscuro y el eco de las bombas del exterior retumbaban allí adentro; me levante, las tinieblas impedían que mi vista trabajara perfectamente, hurgué en mis bolsillos y encontré una cerilla, con sumo cuidado pero haciendo buena fricción logre encenderla.Mala idea...
El opaco rayo de luz iluminó lo que parecía ser una alcantarilla. Una alcantarilla llena con los cuerpos de los soldados desaparecidos, algunos ya mostraban signos de descomposición, el olor era nauseabundo e impregnaba mis fosas nasales, me vine en vomito sobre aquella mesa de acero, limpié la bilis de mi boca y en un estimado intento de salir de aquel infierno tropecé con el cuerpo de un hombre, al parecer era un oficial de la Wehrmatch, lo pude distinguir por el símbolo en el cuello de su uniforme. Aquel hombre...o bueno lo que quedaba de él estaba en estado de descomposición atroz, su aspecto fúnebre y mórbido hacia que mi estómago se revolcase, habían ciento de moscas rondeandolo y gusanos que salían de sus ojos que en aquel momento no eran más que cuencas vacías.
Tomé la pistola que aún conservaba el cadáver del Nazi, recuerdo que era una Luger 9mm, la pistola reglamentaria del eje, por suerte aún tenia dos balas en su cartucho y sin pensarlo dos veces escapé de aquel infierno. Sin embargo hubo algo que llamó mi atención, era un cuerpo, no era ni Nazi, ni Británico, ni tampoco Americano, era Francés. Era mi padre.
Rápidamente me acerqué a él, aún estaba vivo obviamente aquella cosa lo habia raptado horas después de que me raptó a mi, aún creo que mi padre salió a buscarme y fue victima de la maquiavélica mente de aquella mórbida criatura.
"Cuida a Laurent y a tu madre...porqué yo ya lo hice, ahora te toca a ti"
Esas fueron las ultimas palabras del hombre que me engendró y del hombre que mantuvo a mi familia por mucho tiempo... No pude contener las lagrimas, de repente un estrepitoso chillido perturbó el silencio, aquella bestia se estaba acercando lentamente, no quise enfrentarla, pero tampoco podía huir en su presencia, así que me tumbé detrás de unos cadáveres cercanos a mi.
Lo que vi a continuación nunca salió de mis memorias, de hecho aún sigo teniendo pesadillas con aquella tétrica imagen. La silueta de lo que se suponía que era un humano, arrancando la piel de la cara de mi padre...
Pasaron alrededor de 20 minutos después de que aquella bazofía "humana" dejó en paz al cadáver de mi padre, me levante de mi escondite, me acerque de nuevo al cuerpo de mi padre y arranque su placa de identificación, después de aquella terrible escena huí y logre escapar.
Logré escapar de aquel lugar subiendo las escalerillas que finalizaban con una tapa metálica. Luego de correr varios kilómetros, mi cuerpo cansado y sin aliento para continuar cayó...me arrastre hacia una pared y me recosté en ella, mi mente daba vueltas, y creí que estaba a punto de enloquecer, de hecho me volví loco por minutos, aún veía el cuerpo en descomposición de aquel oficial Alemán y escuchaba la voz ronca de aquella criatura, es más, pensé que era real la voz en ese momento, inclusive el suicidio pasó varias veces por mi cabeza como una opción y así fue... El frío metal del revolver toco mi paladar, el gatillo estaba bajo mi dedo indice y una mínima pizca de presión hacia falta para que la blanca pared que estaba detrás de mi quedara estampada con un motivo floral de color rojo intenso...cerré mis ojos y... Escuche lo que pareció ser un tanque, eran los Británicos, me levante de aquel lugar y extendí mis brazos al aire para que me observaran. Uno de ellos se acercó a mi y me dijo:
"Now you're to save"...
Han pasado 42 años desde aquel entonces; Un día viendo las noticias oí algo que hizo que mi sangre se congelara, aún recuerdo de memoria las palabras que salían del televisor:
"Hasta el momento son más de 65 personas desaparecidas en París, las autoridades francesas están trabajando en el caso. Según las fuentes policíacas las pistas encontradas hasta el momento apuntan a una sola dirección: La Calle de las Termópilas..."
Termópilas: como recuerdo la noche donde solo tu fuiste testigo de mi miedo a la oscuridad.