"La gente no tiene derecho a decidir sobre lo que está bien o lo que está mal en esta realidad porque cada uno tiene una realidad distinta, y cada uno puede decidir lo que está bien o mal en su pequeño mundo."
Esa frase la había comentado mi profesor de filosofía en su clase. Sí. Mi realidad es solo mía y yo decido sobre ella. Me encontraba bajo la ducha. El agua caliente golpeaba mis músculos y los relajaba. Por la mañana tenía una muy importante reunión y quería estar lo mejor posible.
Siempre me gustó bañarme por la noche. Cuando era pequeña, mi abuela me sentaba en su regazo para contarme alguna de sus historias. Durante una de esas veladas, me había dicho: "Al bañarse mientras dura la noche, las tensiones se van; el agua las empuja fuera de tu cuerpo, y todo lo malo que acumulaste durante el día desaparece."
Mi abuela había fallecido hacía ya 5 meses. La habían encontrado muerta en su habitación. Los médicos explicaron que se debía a un paro cardíaco. Estaba a punto de limpiar mi cabello con el shampoo, cuando la luz del baño se apagó. Me quedé paralizada, sin saber qué hacer. Correr no sería una opción, solo tendría que quedarme en el baño hasta que la luz volviese.
Comencé a escuchar un ruido fuera del baño, mi respiración se empezó a acortar, y respiraba más agitadamente. Pensé en gritar, pero tampoco serviría.
-Lia, ¿estás ahí? ¿Estás Bien?
Tan solo era mi madre.
-Sí, mamá. Estoy bien.
-Tan solo fue un apagón, la empresa dice que la luz ya volverá.
Se escucharon pasos alejándose, por lo que supuse que mi mamá se estaba yendo.
Me sentí estúpida. ¿En qué estaba pensando? No lo sé... Era tan estúpida. Ya era lo suficientemente grande como para tenerle miedo a la oscuridad. Coloqué algo de shampoo en mi cabeza y comencé a refregarlo en mi cuero cabelludo para que se generase espuma.
Cerré mis ojos para disfrutar más de la oscuridad y el agua caliente cayendo por mi cuerpo. Pero volví a pensar en lo que se encontraba en esa oscuridad y comencé a tratar de ver algo entre ella. Como mi vista se había acostumbrado, pude ver las toallas en el cajón, la lámpara apagada, la ropa que había dejado para cambiarme.
"¿Por qué me buscas de esa forma? ¿Tienes miedo? ¿Acaso no sabes que es solo oscuridad?"
