Capítulo siete.- Pero sí tú no tienes corazón.
Ethan.
-Hermano, necesitamos hablar.-dijo Sam.
«¿Acaso me llamó hermano?»
-¿D-de qué?-¿estoy tartamudeando? Estoy nervioso, aunque no entiendo el porqué, digo, es como estar hablando con mi reflejo.
-Aléjate de mí.-ordenó mientras se quejaba de dolor, estaba intentado sentarse en la camilla.
-Para, te haces daño.-le advertí casual, pero sí estaba bastante preocupado por su salud.
-¿Desde cuándo eso te importó?-escupió.- ¿Desde cuándo siquiera supiste de mi existencia?
-Somos gemelos.-recalqué algo obvio.- Sé que eres mi hermano.
-Dije mi existencia, no si sabes si soy tú hermano o no.
Empecé a rascar mi nuca, ¿a qué mierda se refería? Sí, no le he hablado por años, pero eso no significa algo, ¿o sí?
-Yo estem...-vacilé.-¿Desde siempre?-intenté.
Él negó, pude ver dolor en sus ojos.
-Desde hoy.- noté como se revolvía incómodo.
«Yo hago eso cuando quiero llorar, aunque no lo haga a menudo.»
-Hermano, mira, puedo explicar...-me cortó haciendo un gesto con su mano, sus ojos cristalinos me hacían sentir como una mierda.
Es que, eso eres Ethan.
-¿Explicar qué?-me retó- ¿Qué dejaste a mamá cuando más nos necesitaba? ¿Qué preferiste el dinero de John?
«¿John? Ah, papá.»
-¿O qué hiciste cómo si no existiera por años? Ni un feliz cumpleaños aunque cumplimos el mismo maldito día, o un feliz año nuevo ni siquiera una Feliz Navidad.
-Yo...-me senté en la silla que habían puesto a un lado.- Extraño a mamá.-admití.- Papá no me dejó ir a su funeral. Papá no me dejaba ir a visitarlos. Papá me alejó de ustedes.
-Papá esto, papá lo otro.-imitó.- Era tú decisión, era nuestra madre, éramos una familia.
-¡Lo sé, joder!-grité- Sólo era un niño, Sam. Me dejé llevar. Pero os quise. Os quiero a ti, y a mamá, aunque eso quizás no sirva de mucho.
Sam me vio con ironía, y dejó salir una risa sin gracia, totalmente fingida.
-¿Cómo es eso posible?-dijo sarcástico.
-Yo en serio los quería, y los quiero.-dije sincero, él notó mi sinceridad, sin embargo, con ojos dolidos contestó.
-Pero, si tú no tienes corazón.
Eso me dolió más que una patada en la entrepierna. Yo sí tenía corazón, yo sí tengo corazón. Le miré dolido, y salí de la habitación, chocando con una chica bastante desaliñada-y torpe-.
-Mira por donde caminas, idiota.-gruño. Intenté ayudarle pero golpeó mi mano a un lado, poniéndose de pie ágilmente. Algo me dice que se ha caído mucho.
-Lo siento.-le dije para seguir con mi camino. Sin embargo, un sentimiendo de una mano pequeña me puso los pies en el piso. Voltee a ver y era Samantha.
Empieza a llamarla de otro modo, es raro que le digan igual que a tú hermano.
Hermano.
-¿S-Sam?-preguntó temblorosa.
Negué.
-Ethan.-rápidamente soltó mi brazo.
-¡¿Qué mierda haces aquí?!-gritó molesta.
-Baja la voz.-le dije a punto de perder mi paciencia. Ya tenía bastante con la charla que me había dado Sam.
-Eres una mierda.-murmuró y siguió caminando, lo cual me dolió.
-Lo sé.-dije normal, ella me escuchó, rápidamente me dio una mirada, y siguió caminando.
No tenía mente siquiera pensar cuan loca está esa chica, ni que me haya murmurado la verdad sobre mí persona.
Solo quería ir a un lugar, donde me sentiría mejor.
***
Era de madrugada, como las tres o cinco de la mañana. Bajé del auto y apoye mi cuerpo sobre él. Hacía una brisa bastante fría.« Abrigate Ethan, vas a pillar un resfriado- rió.»
Tomé la chaqueta del asiento del condutor y me la puse. Miré al horizonte, lleno de muchas lápidas. Una de esas lápidas pertenecía a mi mamá. El lugar no era feo, sin embargo, era más como un bosque abandonado, un bosque muy grande. Caminé fijandome en cada nombre, buscando el de mí mamá.
«-¿A dónde vas mamá?
-Debo irme, cariño, pero volveré por ti.»Seguí unos metros más, sin encontrar la lápida. Empecé a correr, aún así no la encontraba. El clima cambió repentinamente, haciendo que empezase a llover, volviendo el sólido piso en un barrial.
«¡No te vayas mamá!»
Corrí más y más, pero tropecé. Levanté mi vista, no sabía donde estaba. Estoy perdido. Me senté en el barrial, mientras el agua caía. Vi la lápida que tenía a un costado.
Janneth Cardel.
Amaba hija, hermana y madre.
1965-2011.
Esa era mi madre. Cuatro años habían pasado desde que ella murió, se... suicidó. Enterré mi rostro entre mi piernas, esperando recordar cuando fue la última vez que la ví.
*IFB* (Inicio FlashBack)
Entré corriendo a casa, el día era bastante soleado. Quizás mamá podría salir conmigo y con Sam al parque, a jugar.
-¡Ma!-grité, pero nadie contestó.-¿Mami?
Caminé hacía la sala, ahí se oían voces, visualice a papá, ya que se escuchaba su fuerte voz.
Cuando entré, encontré a ambos, a mamá y a papá con el ceño fruncido. Mamá tenía una maleta. ¿Saldríamos de viaje y yo no estaba enterado?
-Mami.-llamé ambos voltearon a verme, en ese instante, Sam salió con un maleta también. Definitivamente iríamos de viaje y yo no estaba enterado.-¿A dónde iremos?
Una lágrima se escapó por uno de sus ojos. Le miré confundido, ¿por que lloraba? Se arrodilló para estar a mi altura.
-Pase lo que pase,-susurró en mi oído-seguirás siendo ese niño aplicado, y seguirás tus sueños, tendrás una carrera y viajarás por el mundo.-sollozó- E iremos juntos a Italia. Tú país favorito, ¿recuerdas? Serás un gran profesor de literatura, cariño. Volveré por ti.
Dicho eso, besó mi mejilla. No dije nada, solo vi como se fue. Sam me abrazó y se fue con ella.
*FFB* (Fin FlashBack)
Ese día, mis esperanzas de que volviera a por mi fueron floreciendo. Con el paso del tiempo, se fueron marchitando, hasta el día que llamaron a casa, diciendo que mamá se había ido.
Sollocé más fuerte. Escuchando como el clima sentía mi dolor. Los truenos caían, y una brisa me abrazó, haciendome temblar.
-Lo prometo, mamá. Estarás orgullosa de mí.
Me mentalicé ganando ese concurso, y dandole aquel triunfo a mi mamá, que siempre creyó en mí.
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Capítulo emotivo. Y aquí es donde empieza nuestra competencia. El próximo capítulo se anunciará la competencia, y como se desarrollará según el director.
¿Están llorando? ¿Se dieron cuenta que no les dieron a elegir con quién quedarse? ¿Sam está mintiendo? Sigan con la historia y esas dudas desaparecerán.Hasta la próxima.♡
-Me.
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Entre Nerds.
Ficção Adolescente-¡Deja de hacer eso!-gritó la chica de lentes. -¿Qué?-preguntó juguetón.- Es que no puedo dejar de ser tan guapo, preciosa. -Me sorprende que seas un chico inteligente.-dijo ella en tono sarcástico. -El más inteligente.-corrigió él.- Hasta más intel...