Capitulo 8

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Miré por el espejo retrovisor y gemí cuando vi mi reflejo. Tenía un aspecto horrible, pero al menos, en realidad parecía como si hubiera
estado enferma. Después de unas cuantas respiraciones dentro y fuera, puse el dolor hacia atrás en mi mente y me centré en Liam. Él es quien
me quiere y me necesita. No lo merezco, pero siempre y cuando me
quiera, voy a ser suya. Me acerqué a la zona de recogida de equipaje y
después de unos minutos de espera, lo vi caminando entre la multitud de
personas. Mi corazón se apretó y eché a correr hacia él. Le había sido
infiel, y yo era una persona horrible, pero estaba locamente enamorada
de este hombre.
—Bebé ¡Te extrañe! —Me reí cuando inmediatamente me arrastró a
sus brazos.
Me sonrió y me besó en la frente. —Dios, yo también te extrañé.
—Estoy tan contenta de que hayas vuelto.
—¿Cómo estás, cariño?
—Mejor ahora que estás aquí. —Envolví una mano alrededor de su
cuello y arrastré mis otros dedos a través de su pómulo, mandíbula y labios.
—Lamento no haber estado anoche.
—No, no habría sido una noche de diversión para ti. —En serio. No lo
habría sido.
—¿Hay algo que necesitamos conseguir en el camino de vuelta?
Una máquina del tiempo para que pueda volver a hace dos
semanas.
—No, de verdad me siento mucho mejor. Debe de haber sido una
de esas cosas de veinticuatro horas, sólo llévame a casa.
Casi suspiré de alivio cuando vi la entrada del camión de Zayn
vacía, no podía mirarlo a la cara cuando entré en la habitación de
Liam. Mientras que Liam se daba una ducha, me vestí en una de
sus camisetas con botón hasta arriba y un par de ropa interior de corte de
chico y me subí a la cama. Sabía que esto iba a volverlo loco, y tan


horrible como seré por ello, necesitaba tener una sesión erótica con él
para empujar aún más lejos a Zayn de mis pensamientos. Bree tenía
razón, este pobre hombre iba a explotar si no lo llevaba al siguiente nivel
pronto. Pero antes no estaba preparada, y maldita sea si pensé que podría estar lista. ¿Cómo se supone que iba a dejarlo amarme y yo amarlo de esa manera cuando él pensaba que era la primera persona con la que alguna
vez había estado?
—Oh infiernos bebé —gimió mientras sus ojos pasaban por encima
de mí.
Fingí confusión y dolor mientras me bajaba de la cama. —Oh,
bueno, si quieres que me cambie, lo haré.
Me recogió y nos empujó sobre la cama, sujetando mi cuerpo bajo
el suyo. Me besó a fondo y me obligué a no comparar sus besos con los de Zayn. Vacié mi mente y me concentré en nada más que sus labios
cubriendo los míos, y su mano bajo la camisa sobre mi cintura. Su otra
mano se ahuecó debajo de mi rodilla izquierda, enganchándola arriba
alrededor de su cadera, cuando sus dedos se movieron de nuevo a mi
camisa prestada, se detuvo y se apartó de mí. Levantando la camisa hasta
mi cintura, pasó una mano por encima de mi tatuaje y sonrió mientras
llevaba sus labios a los míos.
—¿Te gusta?
—No tienes idea de lo sexy que eres —gruñó contra mi boca.
Pasé las manos por encima de su cabeza y presioné mi pecho con el
suyo. Llevando mi otra pierna hasta su cadera, así, me presionó más profundamente en el colchón cuando Bree entró a la casa gritando mi
nombre.
—Tienes que estar bromeando —gemí y di una palmada en mi cara.
Liam se rió entre dientes con frustración y saltó de mí para
cubrirme con el edredón y luego fue en busca de una camisa. —Tenía que parar de todos modos. —Sonrió y se inclinó para besarme, sus ahora ojos
grises todavía ardían.
—¡______!
—Está aquí, Bree. —Agregó suavemente—: Estás en problemas. —Se
fue de mi lado con un guiño de despedida.
—¿Tienes alguna idea de lo asustada que estaba? ¡Pensé que
habías muerto!
Me eché a reír, y reí aún más fuerte cuando entrecerró sus ojos hacia
mí.

—¿Realmente Bree? ¿Pensaste que había muerto?
—Pues bien, pensé que estabas en el hospital, pero siempre
contestas el teléfono, y nadie podía conseguir nada de ti. ¿Qué se supone
que debía pensar?
—Uh... no me sentía bien, ¿no has pensado alguna vez que tal vez
dormía y tenía mi teléfono en vibrador?
—Pensé que habías dicho que lo dejaste en la otra habitación —dijo
sin expresión.
—Así es, y estaba en vibrador.
—Ah, bueno, entonces... No.
Rodé los ojos a mi amiga. —Lamento preocuparlos, y siento mucho
que hayas tenido que volver un día antes. —Miré a Liam—. Bueno, tal
vez tú no —bromeé.
—Deberías, y voy a matar a Zayn. —Me tensé ante su nombre—.
Esto podría haber sido evitado si no hubiera estado follando a una chica
anoche.
Querido Señor, mejor que mis mejillas no estén al rojo vivo ahora
mismo.
—Bree, no es su trabajo cuidar de mí. No puedes estar enojada con
él.
—Simplemente no me asustes así de nuevo, te quiero.
—Yo también te quiero, amiga. —Me acerqué a abrazarla—. Pero
por mucho que te quiera, realmente necesito tiempo con mi hombre.
Soltó un bufido y golpeó mi brazo. —Sé buena. Hemos traído comida
china a casa por si tenían hambre.
Liam cayó a la cama y me metí en su regazo. —Entonces, ¿qué
dirías a agarrar algo de comida, volver aquí y simplemente estar solos el
resto de la noche?
—Diría que es exactamente lo que necesitamos. —Pasó un brazo por
debajo de mis rodillas y me llevó a la cocina.
—Liam —susurré—. No estoy usando pantalones, ¡bájame!
Dejó caer mis piernas rápidamente y tiró de la camisa que llevaba
puesta, así quedaba más larga que la mayoría de las faldas que uso. Cuando tu novio es un pie más alto que tú, sus camisas se convierten
prácticamente en un vestido. Mirábamos las cajas de comida para llevar y
tomamos dos de ellas cuando Zayn entró por la sala de estar. Redujo la velocidad y nos miró, sus ojos se agrandaron y el dolor pasó por ellos antes

de que pudiera componer su rostro y nos dio una dura inclinación de
cabeza. Mi mandíbula se había caído cuando lo vi y me obligué a cerrarla
justo antes de que Liam me mirara. Me volví a agarrar los cubiertos y
me regañé por estar aquí riendo con mi novio, usando nada más que su camisa. Era normal y necesario para mí y Liam, pero exactamente lo contrario de lo que quería hacer a Zayn. Tomando una respiración relajante, regresé y le di un codazo juguetón a Liam para que me
siguiera de vuelta a su habitación.
—¿Cómo estuvo el resto de tus vacaciones? —le pregunté a
Liam, que se encontraba sentado con la espalda contra la cabecera
de la cama, mientras me apoyaba en la pared lateral con las piernas
cruzadas sobre su regazo.
—Bueno, realmente me hubiese gustado que te quedaras allí, pero
fue bueno para ponerse al día con los amigos.
—Me alegro que lo hayas hecho. Gracias por llevarme, me encantó
conocer a tu mamá. —Sonreí para mis adentros, recordando su
personalidad burbujeante—. Es genial.
Asintió con la cabeza y tragó un poco de comida. —Ya te ama. —
Tomó el bocado de pollo de mi tenedor y señaló mi mano—. ¿De dónde
sacaste eso?
Miré el anillo y me picaba para ocultarlo, no que haría mucho bien
ahora. Me encogí de hombros tan despreocupadamente como fue
posible y respondí con comida en mi boca. —Zayn.
Su rostro se ensombreció y se tomó unos segundos antes de
continuar masticando. —¿Zayn te dio un anillo?
—No es gran cosa.
—Un anillo. —Levantó una ceja.
—Todos en la familia me dieron algunas cosas Liam.
—¿Algunas? ¿Qué más te dio él?
Mierda. Me tomé mi tiempo para masticar y tragar el siguiente
bocado, pero obligué a mis ojos a permanecer pegados a los suyos. —Mi
tatuaje.
—¿Zayn hizo tu tatuaje? ¿No creías que eso era algo que me
gustaría saber?
No, sólo sabía que te ibas a enojar. —No pensé que te importaría
tanto. ¿Habría sido mejor para ti que fuera con alguien que no conociera?
—Por lo menos ese chico no tendría antecedentes de tratar de
tomarte de mí.

—Bebé, eso nunca ocurrió, y aunque lo hubiera hecho, no tuvo éxito.
Tienes que terminar con eso.
—No es
—¿Podemos no hacer esto por favor? Acabo de regresar y quiero
disfrutar de mi noche contigo.
—Está bien. Pero la próxima vez, realmente apreciaría que no
dejaras que te toque durante cuatro horas.
Mis mejillas se ruborizaron pensando en el toque de Zayn. Piensa en
otra cosa, piensa en otra cosa, piensa en otra cosa. —Liam no estás
¿estás celoso?
—Extremadamente.
—Bueno, quítalo Hulk. —Me reí y froté su brazo—. ¿De quién es la
cama en la que estoy?
Siguió frunciendo el ceño hacia el anillo. —Mía.
Me arrastré fuera de la cama y recogí las cajas chinas vacías,
odiando el hecho de que acababa de girar esto en torno a sus problemas
de celos con Zayn. Inclinándome para presionar mi frente con la suya, le
sostuve la mirada y hablé despacio antes de dirigirme a la cocina.
—Entonces no tienes nada de qué preocuparte. —Rocé mis labios
contra los suyos—. Te amo Liam. —Juré en ese momento pasar mi vida compensando el error más grande de mi vida. Pero, ¿cómo compensas
algo, cuando la otra persona no sabe sobre el error en primer lugar?


Taking Chances (Zayn, Liam y Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora