Suspiré y moldeé mi cuerpo al de él aún más. —¿Te he dicho lo
increíble que eres y cuánto te amo recientemente?
—También te amo. —Rozó mi cabello y apretó sus labios contra mi
cuello—. ¿Por qué estas más entusiasmada?
—Por verte a ti enseñándole cosas. Por ejemplo, cómo lanzar una
pelota y el surf... —dije rápidamente, pensando en eso todo el día—. ¿Tú?
—Todo.
—¡Eso no es justo bebe! Tienes que decir algo.
Pensó por un minuto. —Quiero verte sosteniéndolo.
—¿Quieres verme sosteniéndolo? —dije sin humor.
—Sí. La manera en que te sostienes cuando se mueve o si estás
pensando en él, me hace enamorarme de ti mucho más. Es tierno y lleno
de amor a pesar de que aún no ha llegado. Así que no puedo esperar a
ver cuando lo sostengas de verdad.
—Oh. —Y allí me hizo enamorarme más. Me volví para poder hacerle
frente y le di un rápido beso en el cuello—. Vas a ser un padre maravilloso
Liam. Tu padre estaría muy orgulloso de lo que eres.
—Eso espero.
—Sé que lo estaría.
Se encogió de hombros, pero me sonreía. —No creo que él quisiera
verme luchando para vivir. Era un hombre de negocios, siempre pensó que
haría eso.
—¿Quieres? Algún día, quiero decir.
—Realmente no estoy seguro. Probablemente debería darme
cuenta de eso pronto. No puedo luchar para siempre.
Gracias a Dios por eso. —Tenemos tiempo, tenemos dinero suficiente
para durar por mucho tiempo. Quiero que estés conmigo durante los
primeros meses, no quiero que te preocupes por una carrera, todavía, ¿de
acuerdo?
—No es probable, pero gracias. Voy a quedarme en casa contigo
tanto como sea posible durante un tiempo, pero ya he estado
preocupándome acerca de una carrera desde hace algún tiempo, no sé
en lo que quiero entrar.
—Lo averiguaremos.
—Sí, lo haremos. —Me besó a fondo antes de girarme así mi espalda
se presionaba contra su pecho de nuevo.
Nos quedamos allí hasta después de que el sol se puso y nos
recostamos en la manta. Mi camisa rodada todavía por encima de mi
estómago y cada uno tenía una mano apretada sobre él mientras nuestro
bebé trataba de encontrar una posición cómoda para conciliar el sueño.
—Se está haciendo tarde cariño, vamos a obtener algo de Pinkberry
y te llevo a casa.
—Gracias por traerme aquí, incluso si pase la mayor parte recostada,
fue agradable estar fuera cerca del agua. —Dejé que me levantara y le ayudé a doblar la manta.
Fuimos a Pinkberry y mi boca se humedeció, Liam pensaba que
mis antojos de azúcar en los últimos meses eran adorables, pero te juro que
me convertía en un animal enloquecido cuando sabía que iba a tener
algunos. El único problema era que si había opciones, nunca podría
decidir, por lo que por lo general iba solo y elegía para mí. Me quedé
mirándolo todo y Liam se mantuvo paciente, sabía que iba a estar aquí
por un tiempo. Envolvió sus brazos alrededor de mi vientre y su barbilla en la parte superior de mi cabeza, de vez en cuando descendía su cabeza para plantar besos detrás de mi oreja y susurrar lo mucho que me amaba y
a Jacob. Entonces empezaba un camino de besos por mi cuello y tendría
que comenzar el proceso de tomar decisiones otra vez.
—No estás ayudando bebé. —Subí mi mano para correr mis dedos
por la parte de atrás de su cabeza de pelo corto, sabía que eso le
impediría distraerme un rato. Miré hacia la derecha y vi a dos trabajadoras
suspirando con una mirada tonta. Mirando por encima del hombro para ver que la pared era la única cosa a nuestro lado, miré de nuevo y vi que
en realidad nos miraban—. Por Dios, no importa lo que hagas, las mujeres
babean por ti.
—¿Qué quieres decir?
—Luchas en sólo un par de pantalones cortos, y las mujeres
prácticamente trepan unas sobre otras para llegar a ti. Caminas alrededor
en la escuela o en una tienda, y tropiezan para seguir viéndote. Hablas o
te ríes, y sus mandíbulas caen y se les pone la piel de gallina. Luego de
haces algo tan dulce como envolver tus brazos alrededor de tu novia embarazada y susurras palabras dulces en su oído, y comienzan a desfallecer.
Su cuerpo se tensó y casi podía sentir sus ojos mirando a todas
partes, sin mover la cabeza. —Eso es un poco espeluznante. Espera,
¿cómo te das cuenta de estas cosas?
Di un rápido vistazo para asegurarme de que seguían suspirando y
mirándonos y le susurré—: Me doy cuenta porque sé lo que se siente
mirarte, yo hago lo mismo. Están a las tres en punto, por cierto.
—¿Eso te molesta? —bromeó, y cuando dirigió una rápida mirada a
nuestra derecha se rió en voz baja.
—No, en absoluto, eres mío. Me hace reír, sabiendo lo mucho que
todo el mundo quiere a mi hombre.
—Te estoy dando una advertencia razonable, estoy a punto de
mostrarles lo mucho que soy tuyo.
Me reí. —¿En serio, ahora?
—Oye, si quieren ver, podemos también darles un show. —Me di la
vuelta y capturó mi boca con la suya, moviendo sus labios contra los míos.
Puse una mano en cada lado de su cuello para que mis pulgares
trazaran su mandíbula, sabiendo que podía ver mi anillo gigantesco y casi
me eche a reír al ver lo estúpida que estaba siendo. No es que tuviera
alguna duda antes, pero sin duda sabía que estábamos juntos. Me aparté y le sonreí.
—Eso fue ridículo. —Me agarró la mano y tiró hacia la pared de
yogures.
—Eso fue muy gracioso —corrigió.
—Sí, excepto que ahora van a fantasear contigo besándolas. Cariño,
buen trabajo, estoy bastante segura de que están desahuciadas ahora.
Su risa profunda me hizo estremecer y morder mi labio.
—No te voy a mentir, eso fue divertido. Hago que los chicos sepan
que eres mía todo el tiempo, fue muy divertido permitir que las chicas
sepan que no estoy disponible.
—No es cierto. —Lo golpeé en el pecho juguetonamente.
—Es cierto. Pensé que los chicos se quedaban mirándote mucho
cuando empezamos a salir, debes verlo ahora. Son frustrantes sus miradas
hambrientas cuando te miran.
—Mentiroso.
—______. —Volvió mi barbilla, así miraba sus ojos verdes y habló
suave y bajo—. Tal vez decir que eres hermosa no esté ayudando, así que
voy a tratar de otra manera. Sé que piensas que te ves mal, pero eres sexy
como el infierno. El embarazo te sienta muy bien. Confía en mí. Toma todo
en mí no rasgar tu ropa y finalmente hacerte mía a pesar de lo que dice el
médico. Y cuando otros chicos te miran, veo esa mirada en sus rostros, y sé
que están fantaseando exactamente con lo mismo.
Puse los ojos en blanco, pero le di un beso rápido en los labios de
todos modos. Después de llenar mi taza de yogur congelado, me incliné
hacia él y le susurré—: Fue un poco divertido. Les señalé mi anillo en su
camino cuando me besaste.
La risa cercana de Liam rebotó en las paredes. —Esa es mi chica.
Un empleado ayudó a poner los ingredientes en nuestras tazas y lo
registro, ahora había tres chicas acurrucadas alrededor mirando a
Liam. Liam resopló una risita y negó con la cabeza cuando pasó un
brazo alrededor de mí para sacarme. Nos tomamos nuestro Pinkberry en su
jeep en el aparcamiento y acababa de encender el coche de nuevo
cuando sonó el teléfono. Era Espantapájaros, Liam lo puso en altavoz.
—Hombre tienes que estar ahí, con esto podríamos ganar más de lo
que he recibido antes. Ya tengo algunas apuestas y son altas.
—Voy a estar allí, ¿dónde estás?
Espantapájaros le dio una dirección y Liam maldijo.
—No puedo, tengo a ______ conmigo, ya estamos a diez minutos,
no sería capaz de volver a tiempo si la llevo a casa.
—Vamos hombre, no me hagas esto. Las apuestas sólo serán tan
altas si eres el oponente. Te necesito.
Liam me miró y respiró profundamente por su nariz.
—Bien. Pero mantén un ojo en ella, si algo le pasa, mi próxima pelea
será contra ti. ¿Entiendes?
—¡DEMONIOS SÍ! Sabía que mi chico no me defraudaría. Nos vemos
en un rato. —Colgó antes de que Liam pudiera decir nada más.
—Lo siento cariño, pero tengo que llevarte. Si no quieres que vaya
esta noche, me lo dices y lo llamaré.
—Bueno, no, no quiero que vayas. Pero sé que esto significa mucho
para ti.
Rozó con los nudillos a lo largo de mi mandíbula. —Gracias. Te amo.
—También te amo. Llama a tus chicos, voy a llamar a Konrad y Jeremy.
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Taking Chances (Zayn, Liam y Tu)
Hayran KurguUna novela muy muy linda, espero y les guste