Capitulo 8 parte 3

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Sonreí contra los besos de Zayn mientras me llevaba de vuelta a su habitación, que habíamos dejado apenas hace una hora. Jadeando
cuando me di cuenta de dónde nos encontrábamos, lo empujé un poco
lejos de mí y miré a mí alrededor confundida.
—Zayn, ¡no podemos hacer esto aquí! ¿Qué pasa si uno de los
chicos entra? Oh, Dios mío, ¿y si Liam viene a casa temprano? —Podría
haber jurado que estábamos en casa de sus padres, ¿cuando llegamos a
la suya?
—No te preocupes princesa, nadie nos va a atrapar.
Una parte de mí gritaba que era muy probable que alguien nos
atrapase, pero cuando sus labios tocaron mi cuerpo desnudo, no era capaz de preocuparme lo suficiente para detenerlo de nuevo. Pasé mis dedos por su pelo y tiré de su cabeza lejos de mi estómago y de nuevo a
mi cara.
—Supongo que tendremos que tratar de estar silenciosos esta vez —
susurré con voz ronca.
Zayn gimió y se trasladó entre mis piernas, mientras que yo sentía la
presión que deseaba, llamó mi nombre, pero sus labios no se movieron.
Parpadeé y miré más de cerca a su boca cuando oí mi nombre otra vez.
Esta definitivamente no era la voz de Zayn. ¡Oh Dios, Liam estaba
aquí!
—¡Zayn! —susurré—. ¡Zayn tenemos que parar, va a venir aquí!
Sonrió torcidamente y se apretó aún más en contra de mí. —Déjalo.
La puerta se abrió entonces, y la cabeza de mi novio se asomó. —
¡Liam! ¡No!
Liam simplemente sonrió y me miró. —Despierta mi amor.
¿Eh?
—Vamos, mi amor, tenemos que ir a clase.
Miré a Zayn que sacudía mi hombro, y luego de nuevo a mi novio.
¿Qué demonios pasaba?
—______. Despierta. —No tenía ni idea de quién dijo aquello último.

Mis ojos se abrieron de golpe y me senté en posición vertical,
estrellando mi cara contra un pecho desnudo. —Liam. —Estuve a
punto de gritar.
—¡Jesús ______! Cálmate. —Los brazos de Liam se envolvieron a
mí alrededor y besó la cima de mi cabeza—. ¿Estás bien?
Me empujé hacia atrás en su pecho para mirarle a la cara, y luego
alrededor de la habitación. La habitación de Liam. —Creo... que
estaba soñando.
Soñar era un eufemismo. Hasta el final, todo parecía tan real. Todo se
sentía tan real. ¡Todavía seguía completamente volteada por el amor de
Dios! Me sentí mal del estómago por haber tenido un sueño engañando a
Liam. Todavía completamente trataba con la culpa de que en realidad lo había engañado, no quería esto.
—¿Fue malo?
—Um, no. No, estaba bien. —No estaba bien. ¿Por qué no podía
dejar de pensar en él?
—¿Estás segura? Tu corazón late muy fuerte y estás empapada en
sudor, nena.
—Estoy bien, sólo me asusté un poco.
Liam se encogió de hombros. —Bien, bueno, a prepararse, hay
que ir a la escuela pronto.
Me quejé, pero me sacó de la cama y me puso en el baño. Liam
había estado haciendo algunos ejercicios físicos de terapia con su
entrenador para el hombro y estaba mucho mejor. Había dolor sólo
después de hacer ejercicio pero lo tomaba con calma y le había dicho a
Espantapájaros que tenía que perderse las últimas dos peleas. No sabía
cuándo iba a volver, y no pregunté. Honestamente no quería hacerlo,
pero no había manera en que le pediría que dejase de hacer algo que
amaba. Después de haberme alistado para el día, entré en la cocina y me congelé. Zayn se encontraba de pie, de espaldas a mí, hablando con
Bree. Debe haberme oído entrar en la habitación, ya que su espalda se
tensó y se enderezó de cuclillas para hablar con su hermana.
—Uh, buenos días. —Casi sonó como una pregunta.
Bree miró alrededor de Zayn, ampliando su sonrisa. —¡Buenos días,
muñeca! ¿Cómo dormiste?
Zayn apenas lanzó una mirada por encima del hombro, sin decir
nada. Eso dolió.
—Bastante bien, ¿tú?

—Excelente. —Se mordió el labio y su cara se enrojeció.
—Ugh, ¿en serio Bree? Guárdalo hasta que me haya ido por lo
menos. —Zayn hizo un ruido de arcadas y salió.
Mi sueño no había hecho justicia a su voz, para nada. Esa fue la
primera vez que realmente le había oído decir nada en semanas, y por
desgracia, no era dirigido a mí. Le vi retroceder por el pasillo y luego, me
volví a preparar la cafetera.
—Así que ______, ¿algo que quieras compartir? —preguntó Bree
sugestivamente.
Me quedé helada. Mierda. Él le había dicho. ¿Cómo pudo hacerme
eso? ¿Y por qué suena tan malditamente feliz? Mi voz tembló. —¿Qué
quieres decir?
—Hmm... Déjame ver. Tú y Liam están bastante acogedores y él
te llevó a las siete anoche, sus labios completamente cerrados todo el
tiempo. ¿Qué quieres decir tú con "qué quiero decir"?
Oh, gracias a Dios. Exhalé y la tensión dejó mis hombros. —
Estábamos cansados.
—¡Oh, vamos! Ni siquiera intentes decirme que finalmente no hicieron
el baile del conejito en la cama anoche.
—¿El qué? —Me volví hacia mi amiga y se echó a reír—. Breanna.
¿Dónde diablos sacas esas cosas?
—¡Ese no es el punto! ¡Confiesa!
—Lo siento Bree, realmente no hice nada. —Sonreí y agarré el pote
ahora lleno.
—¿Aún? —Su cabeza cayó pesadamente en sus manos—. ______,
¿cómo puedes todavía estar torturando a ese pobre muchacho?
—No estoy lista todavía, y respeta eso. A diferencia de algunas
personas que conozco. —La miré fijamente, y sólo rodó los ojos.
—Tengo la sensación de que simplemente no quieres hablarme de
ello. Mantienes todos los detalles jugosos para ti misma. —Bufó y cruzó los
brazos sobre su pecho.
No tenía ni idea de lo acertada, y sin embargo, equivocada que
estaba.
—Bueno, tengo la sensación de que vas a seguir decepcionada por
un tiempo más. No estoy lista para estar con él de esa manera, fin de la
historia. Serás la primera persona en saber cuando finalmente decida tener
sexo con Liam. Incluso te voy a dar la primicia antes de decírselo a él.

—¿Lo prometes?
Había elegido cuidadosamente mis palabras, así que no le estaría
mintiendo.
—Lo prometo.
Se sentó allí estudiándome mientras echaba crema en la taza. —¡Tal
vez es sólo porque no sabes qué hacer!
—Así que dime, ¿cómo está tu vida sexual Bree?
—¡OhmiDiosincreíble!
Sonreí y me apoyé en el mostrador. Sí, ahora era una profesional en
conseguir sacar la atención de mí. Escuché su vida no tan privada hasta que Liam entró en la cocina para tomar su taza de café también.
—¿Habla de Konrad otra vez? Juro que lo hace parecer más de lo
que hace, y eso es decir algo. —Besó la punta de mi nariz y se movió para apoyarse en el mostrador, con mi espalda contra su pecho. Me retorcí más
en su contra, tratando de moldearme a su cuerpo caliente que sólo podría
haber sido hecho para el mío.
—Para ser justos, yo he sacado el tema, pero creo que está tratando
de compensar nuestra falta de vida sexual. —Reí ligeramente y me volví
para mirarlo.
—Vamos a tenerla cuando estemos listos. —Se encogió de hombros,
pero vi el hambre y la nostalgia en su rostro. Todavía hablábamos algo de
eso, pero no lo habíamos traído de nuevo desde aquella noche en su
Jeep. La tortura era definitivamente una buena palabra para lo que
siempre le hacía.
Bree finalmente cambió a un tema diferente unos minutos más tarde,
cuando yo tomaba mi segunda taza de café, pero apenas podía
concentrarme en lo que decía. Sacudí mi cabeza como para despejarla y
me incliné un poco hacia delante, esperando que de alguna manera
ayudaría. No lo hizo. Juro que sentí como si estuviera en un episodio de Charlie Brown, pero en cámara lenta. Ahora sonaba como si estuviera
hablando bajo el agua y me sentía confundida cuando empezaba a
levantarse de la mesa y caminar hacia mí, con el rostro alarmado. ¿Por
qué se veía tan asustada? Escuché un choque sordo y algo golpeó mi
pierna, picó, pero no podía mirar hacia abajo, aunque me encontraba
definitivamente inclinada hacia delante lo suficiente como para intentarlo.
Liam me agarró justo antes de golpear mi cara contra el azulejo y perdí el conocimiento.
Oí a personas diciendo mi nombre y pensé que debía estar dormida
otra vez, pensé que abrí los ojos para ver quién se encontraba en este

sueño, pero todavía no podía ver la oscuridad. De repente, alguien gritaba
mi nombre en mi oído y mis ojos se abrieron de golpe.  


Taking Chances (Zayn, Liam y Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora