—¿Cómo te sientes cariño? —preguntó Liam asomando su
cabeza en el cuarto de baño donde yo terminaba mi maquillaje.
—¡Me siento muy bien! Estoy muy contenta de salir de la casa de
nuevo, no tienes idea.
No es que había pasado mucho tiempo desde que salimos,
estuvimos fuera la noche del jueves, la noche de la pelea, y no era que el
lunes. Pero tenía tanta energía en los últimos dos días, Liam prometió
que si me bañaba, me preparaba y todavía me sentía bien, me llevaría a
cenar y luego a ver a mamá y a papá.
Envolvió sus brazos alrededor de mí y rozó ligeramente sus labios
sobre mi cuello, casi gemí por el caliente placer que de inmediato
zigzagueó a través de mi cuerpo.
—Te ves increíble.
—Tú no te quedas atrás —dije un poco sin aliento, recordando
nuestra primera cita y se rió contra mi garganta.
—¿Estás lista para ir? Porque si no nos vamos pronto, no estoy seguro
que lo haremos. —Presionó su cuerpo más cerca del mío y ajustó sus
brazos.
—Como que odio a la Dra. Lawdry en este momento.
Liam rió y me soltó. —Lo hemos hecho todo este tiempo,
podemos esperar unas semanas más. Ve a cambiarte, estaré en la sala de estar.
Puse mala cara pero salí del baño y me dirigí al armario. Escogí una
de las camisetas que Bree me había regalado para mi cumpleaños. Esas
cosas definitivamente habían durado todo el embarazo. Cogí el azul
oscuro y una falda de algodón blanca fluida hasta la rodilla de sus perchas
y volví a salir del armario.
Enganché los pulgares en la cinturilla de mi sudadera, y empecé a
tirar de ellos hacia abajo cuando sentí algo estallar y mis piernas
instantáneamente se sintieron calidas y húmedas. Oh Dios mío, ¡me acabo
de orinar! Tienes que estar bromeando, he llegado tan lejos en el
embarazo sin tener un accidente y me pongo linda para una cita y ¿me
orino malditamente encima? Ni siquiera tenía que ir. Frustrada lance mi sudadera al cesto, regresé al cuarto de baños, me metí en la ducha, teniendo cuidado de mantener mi pelo y me cabeza lejos del agua. Me acerque a cerrar el agua y me congelé.
Oh. Mi. Dios.
—Liam. —Salí de la ducha y me envolví una toalla a mí
alrededor—. Liam.
Irrumpió por la puerta en menos de un segundo. —¿Qué está mal? —
Sus ojos están abiertos como platos y con pánico—. ¿Estás bien?
Me reí y asentí. —¡Rompí fuente!
ESTÁS LEYENDO
Taking Chances (Zayn, Liam y Tu)
Hayran KurguUna novela muy muy linda, espero y les guste