DEJA VÚ

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Graí

Era libre, Shitala había desaparecido llevándose consigo su maldición hacia mí. Mis memorias ahora estaban completas.

Vania se dio cuenta al instante. La confrontación había terminado, el caos seguía a nuestro alrededor, pero ya no era tan aterrador. Vania era más poderosa ahora.

En un instante las grietas dimensionales fueron cerradas por la espada de Vania. Los seres de lo desconocido dentro de la dimensión eliminados uno a uno.

Al ser liberada de esa maldición, el alma de la ángel Diana salió de mi cuerpo, ya no podía acceder a los poderes de ángel de la muerte.

Vania recolectó las almas bajo mi poder y las mandó a las cuevas. En la espera recorrí el lugar, ángeles heridos por doquier. La arena teñida de diferentes colores provocando escalofríos en mis alas.

A lo lejos divisé unas alas negras, era Fabio, muy mal herido, pero sanando. Esa explosión hubiera hecho añicos a un ángel blanco. Fabio era muy afortunado en ser un ángel de la muerte.

Lo ayudé a volar hasta la torre blanca la más grande construcción en ciudad blanca. De ahí veríamos nuestro alrededor con mayor facilidad. Los ángeles blancos que no fueron heridos de gravedad trataban de Salir de la dimensión sin éxito alguno. El llanto aturdía mis sentidos.

Con trabajos llegamos a la torre blanca. Vania llegó a donde nos encontrábamos casi al mismo tiempo. Al ver el estado de Fabio empezó a sanarlo. Deja vú.

Algunos ángeles blancos se habían acercado a la torre, no se veían muy amigables. Con mucha dificultad puse una barrera protectora alrededor de la torre. Pero un ángel blanco pudo traspasarla.


Las Crónicas del Ángel de la MuerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora