CAPÍTULO 14

1.1K 62 7
                                    

Domingo 10 de agosto 1941

Narradora: Astrid von der Sichel

—¡Astrid!— una voz me sobresaltó— ¡Astrid, las pinzas!

—Doctor Haider, disculpe. No me había dado cuenta— dije entregándole el material requerido.

—Esto ya está. Gretchen, trasládenlo con mucho cuidado y suministren la morfina en las dosis prescritas. Cuando este pobre muchacho despierte de la anestesia va a necesitarla.  

—Sí, doctor—. Gretchen, sin más salió del quirófano.

—¿Me puedes decir qué demonios te pasa Astrid? Desde que viniste de Pontivy, estás muy alterada y distraída.

—No es de tu incumbencia Bruno.

—Creo que lo es cuando pones la vida de un valiente soldado en grave riesgo.

—Esto es ya lo último que me quedaba por escuchar...— salí de allí. Necesitaba aire fresco pero, sobre todo, necesitaba a Erik.

Escapar del quirófano me ayudó; la sensación de paz inundó mi cuerpo y mi alma. No podía soportar todo lo que estaba ocurriendo: primero la pérdida de mi pobre hermano y ahora, la de Erik. La guerra me estaba quitando todo aquello que más amaba. De un tiempo a esta parte todo iba mal, o mejor dicho, peor.  Me estaba consumiendo por dentro, me ahogaba. Mi muro de fortaleza había sido derribado. 

El momento de paz se vio interrumpido con los gritos de Gretchen. Junto a ella, de pie, se erguía una figura masculina y uniformada. Erik estaba ahí, justo frente a mí. Su mirada ya no poseía la frescura de antes y unas pronunciadas ojeras demacraban su aspecto. Sufría al igual que yo pero... él se lo había buscado. 

—¿Podemos hablar? — preguntó en apenas un susurro.

—Ya estamos conversando —espeté lo más seria posible.

—En privado. Por favor, es importante.

—Lo que tengas que decir puedes hacerlo delante de Gretchen; a fin de cuentas, es tu hermana.

—Yo me marcho...—dijo Gretchen.

—No, quédate y así sabrás cómo sufre Erik su soledad. ¿Se lo dices tú o se lo digo yo? —la rabia me invadía cada vez más rápido.

—Fue un error. ¡Ella me besó! ¡No me dejas explicarme y ya me lo recriminas!

—¡No hay nada que explicar! ¡Te vi besándola!

—¡Fue un malentendido!

—Me da igual lo que fuera; tan solo dime qué es lo que quieres.

—Me marcho al frente oriental Astrid.

—¿T-e vas?— mis palabras fueron apenas un susurro.

—No puedo quedarme aquí. Han destinado a mi unidad al frente del Este. La guerra se ha desplazado a Rusia y se necesitan allí a todos los hombres. Brest-litovsk ha caído ya; estamos llegando a  Leningrado y tenemos prácticamente ocupada Ucrania. Si esto sigue así, antes de Navidad Moscú será nuestro y la guerra habrá terminado al fin.

—Espero que te vaya bien. Te deseo lo mejor —. Estas tristes palabras fueron las más desafortunadas que jamás pronuncié.

—¿Eso es todo lo que me vas a decir? ¿Qué me vaya bien? Ambos sabemos que no va a ir bien y tu maldito orgullo no lo está mejorando. Lo único que necesitaba saber es si me seguías amando y  tus palabras me lo dicen todo. No debí haber venido y  lamento si te he importunado. Espero que también te vaya bien en el futuro.

—Hermano, no puedes marcharte... al menos no así—. En los ojos de mi amiga brillaba la desesperación y la tristeza.

—Lo sé Gretchen pero, es mi deber. He de cumplir con la patria y no quiero decepcionar a nadie más. Vine a despedirme, mañana a primera hora tenemos que tomar el tren con dirección a Alemania y allí nos re-equiparán y armarán para la nueva campaña. Espere volver a verte ya en casa Gretchen. Hasta siempre Astrid.

Con aquellas simples palabras marchó y no hice nada por detenerlo. Mi amor de juventud se dirigía a un destino incierto y el orgullo me impedía rogarle que se cuidara, que no me olvidara, que siguiera pensando en mí, en nosotros... Nuestra historia había finalizado... O eso es lo que yo creía...



Nota de autora:

¡Buenas a todos/as! ¡¡Hemos llegado a 1K de lecturas!! Gracias a todos y cada uno de vosotros por ayudar a esta novela y que siga en pie. Ahora, a lo que íbamos... ¿Qué os ha parecido lo de Erik? Se marcha... pero no acaba todo aquí. Como dije anteriormente, a esta pareja les esperan muuuuchas aventuras por delante.

Astrid en multimedia

¡Votad y comentad!

Esmeralda❤️


Mi Gran GuerraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora