La Historia de el Chico del Pan: En Llamas [PAUSADA]

Capítulo 6

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• RominaMoran7
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• LouMellark03

(Siento que olvidé a alguien D:)

Sin ustedes no habría capítulo. Gracias c':

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Despierto con la leve luz que atraviesa mi ventana. Después de pararme, me doy una ducha rápida, me coloco mi pierna ortopédica y me visto.

Bajo a la cocina y empiezo a sacar ingredientes, en eso tocan la puerta. La abro y Prim me saluda:
-Buenos días Peeta.
-Buenos días Prim, pasa.
Me hago a un lado para que entre y vamos a la cocina.
-¿Quieres desayunar?-le pregunto, a lo que ella asiente- Apenas iba a preparar algo.
-¿Te ayudo en algo?
- No, está bien. Siéntate. ¿Cómo sigue tu pie?
-Ya está bien, cómo si nada hubiese pasado- responde mientras yo tuesto el pan- ¿cómo te va a ti con tu pierna nueva?
-Todavía no me acostumbro, pero supongo que está bien- respondo, en lo que rompo dos huevos y los pongo en el sartén. Nos quedamos callados, formando un silencio agradable; saco el tocino y empiezo a cortarlo, para después freírlo.
-¿Cómo te va en la escuela?
-Bien; aunque todo es muy tedioso, nos enseñan lo mismo todos los años y creo que empiezo a aburrirme- responde con una mueca-tienes suerte de que ya no tengas que ir.
Me río y le doy la razón.
-Por cierto, ¿qué vas a hacer con todo el tiempo libre que ahora tienes?- me pregunta, detengo lo que estoy haciendo y pienso mi respuesta.
-No lo sé- respondo al fin- no lo había pensado hasta ahora que lo mencionas. Puede que horneé, ayudar en la panadería, no sé que otra cosa podría hacer.
-Podrías pintar- me dice haciendo que voltee a verla- Eres muy bueno.
-Sólo en los pasteles- digo yo, restándole importancia.
-Y en el camuflaje. Además, no creo que haya mucha diferencia entre un lienzo y un pastel- dice sonriendo.
-Tienes razón, lo pensaré; aunque de todas formas, aquí no hay donde comprar esa clase de cosas.
-Podrías pedirlas del Capitolio.-Coloco su plato frente a ella y yo me siento a su lado con mi propio plato- Esto se ve delicioso- dice abriendo los ojos y sonriendo, olvidándose de el tema anterior.

La mayoría del desayuno la pasamos en silencio, en ocasiones hablando de cosas triviales.

Poco después de que ambos acabemos, tocan la puerta por segunda vez esta mañana.
Me paro de mi asiento y voy a atender; cuando abro, encuentro esa cabellera rubia que conozco tan bien.
-Hola Peeta.
-Hola Delly.
Dejo que pase y nos dirigimos a la cocina; donde Prim deja el último plato en el secador
-No era necesario que lo limpiaras, Prim.
-Era lo menos que podía hacer, después de tan delicioso desayuno -contesta.
-¡¿Preparaste el desayuno y no me invitaste Mellark?!- grita Delly, haciéndose la indignada.
Ruedo los ojos e ignoro su pregunta, provocando las tiernas risas de Prim, la miro con dulzura y acompaño sus carcajadas; Delly nos ve reprobatoriamente por un rato, pero acaba rindiéndose y se une a nosotros.