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 3 meses ya había pasado del comienzo de clases. Todos los días era lo mismo, levantarse, ir al colegio, tomar un helado con Guille y Samuel y después volver a casa.

 Rubén cada vez que me veía me sonreía y eso hacía que me pusiera feliz.

 Samuel y Guille eran extraños, pero me gustaba que mis dos únicos amigos sean así, sentía que podía ser yo misma cuando estaba junto a ellos.

Un ruido me saco de mis pensamientos, pero no era un ruido, era más bien una voz que me estaba hablando.

-... y bueno, con Willy te tenemos que contar algo ya que eres nuestra mejor amiga.-termino de decirme Samuel.

 Lo miré y me reí de mi misma, no había escuchado absolutamente nada de lo que me había esta diciendo.

-¿De que te ríes?

-De nada Samu... mira, un unicorno.-dije esquivando su pregunta.

 Miro para atrás y lo único que vio fue a un Willy muy contento que caminaba hacia nosotros.

-Amanda, Samuel, ¿qué hacen aquí escondidos?-pregunto con sus ojos achinados.

-Le estaba comentando que le debíamos decir algo muy importante sobre nosotros.-le respondió Samuel sonriendole.

 Los mire confundida y me encogí de hombros.

-Ah, sobre eso.-se acordó Guille- Amanda... lo que te diremos nadie lo puede saber ¿vale?-me pregunto seriamente Guillermo.

 Asentí intrigada por ese secreto que guardaban.

-Nosotros... em... nosotros... mierda, es muy difícil de decirlo.

-Somos pareja.-completo Samuel completando la frase de Guillermo.

 Los mire a ambos con la boca entre abierta y solté un grito de emoción.

-Siempre quise tener mejores amigos gays.-los calme sonriendoles.

 Ellos se miraron y rieron. Era una tonta, ¿como no me podía haber dado cuenta de ese detalle? Era obvio que eran pareja, por la forma en que se miran, la forma en que se hablan... la forma en que intercambian sonrisas llenas de amor.

 Sonreí y baje la cabeza, ese tipo de relación quería tener con Rubén, pero él ya la tenía con alguien más.




Todo por ti -rdg-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora