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Le sonreí a ese pequeño gatito que encontré afuera de mi casa, era negro con sus patitas y su torso blanco. Lo levante suavemente y me adentre a mi casa.

El gatito ronroneaba con mis caricias y yo reía cuando lo hacía.

-¿Quien es el gatito más mono?- le preguntaba mientras jugaba con sus patitas blancas.

El timbre sonó y mire hacia la puerta. Tome el gatito en mis brazos y camine hacia ella sonriendole al pequeño animalito que tenia entre mis brazos.

-¿Amanda?- Rubén pregunto cuando abrí la puerta.

Me quede congelada unos segundos y luego le sonreí.

-Si, ¿qué te sucede?- pregunte nerviosa por su mirada con esos ojos verdes que te hacian querer mirarlos por un largo tiempo.

-Em... esa es mi gata.- dijo incomodo.

Mire a la pequeña gatita que jugaba con mi pelo y la acaricie lentamente.

-Entonces toma.-dije entregándole lentamente la gatita.

El sonrió y la recibió. Cuando la tuvo en sus brazos le acaricio su pequeña cabeza y esta ronroneo.

-Gracias por encontrarla.-dijo caminando lentamente para atrás.

No me dio tiempo ni de hablarle porque ya se había ido.



Todo por ti -rdg-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora