Capítulo 5

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Brooke y Courtney me convencieron de ir al juego de beisbol solo porque sabían que Josh estaría ahí. Siendo sincera si quería ir, pero no quería ser tan obvia así que me negué y ellas me arrastraron hasta la gradas.

Todos estaban muy emocionados al parecer íbamos ganando, como siempre. Nuestro equipo de beisbol es uno de los mejores en todo el estado y sin duda lo que les sobra es talento.

Busque y busque, pero no lo encontraba. Por un momento me di por vencida hasta que lo vi posicionándose para recibir la pelota. Le dio unas cuantas veces al suelo con el bate y cuando alzó la vista, su mirada se encontró con la mía y esbozo una ligera sonrisa. Desvió la mirada y pude ver que volvía a concentrarse. Cuando la pelota llegó a él la bateo e hizo un home run. Corrió pasando por todas las bases y al fin cuando se detuvo me miro y me señalo. Todos se dieron cuenta y empezaron a vitorear. Había dedicado su home run a mí. Todos sus compañeros de equipo también se dieron cuenta. Me sonroje al instante.

Brooke y Courtney pegaban pequeños grititos al lado de mí, aunque no me decían nada. Sabían que me incomodaría un poco. No estaba acostumbrada a ese tipo de escenas. Gracias a Dios, Blake no estaba allí para presenciar lo que acababa de pasar. Sus celos habrían llegado hasta los cielos y sería capaz de lanzarse al campo para estrangular a Josh.

Obviamente ganamos y todos bajamos de las gradas para ir a festejar con el equipo. Esa no era mi idea. Solo fui a ver el juego. No quería que creyera que ya estaba cediendo.

-Vamos a Bee Bee´s a tomar algo –sugirió Court.

-Vayan ustedes. Yo ya estoy algo cansada –les dije.

No discutieron y se fueron.

Había mucha gente y decidí irme a mi dormitorio a descansar, pero antes quería por lo menos ver un poco más de cerca a Josh.

Lo comencé a buscar y por alguna extraña razón me doy cuenta de que siempre que lo estoy buscando nunca lo encuentro…

-¿Buscando a alguien? –él siempre me encuentra a mí.

-Eh… -piensa en algo Erin- A mis amigas, no las encuentro –mentí.

-¿Te dejaron aquí sola?

-Creo que más bien las personas hicieron que nos perdiéramos unas a las otras.

-Oh, ya veo.

-Bueno… Felicidades, por ganar.

-Gracias –sonrió de oreja a oreja.

-Ya me voy –dije evasiva.

-¡No! –exclamó Josh- ¿Sabes? Ese home run fue para ti… Creo que aun no muestras agradecimiento.

-Más que agradecimiento, me gustaría saber por qué.

-¿Por qué qué?

-¿Por qué me lo dedicaste? Apenas nos conocemos.

-Porque quise.

-Vamos, dilo.

-¿Decir qué?

-Que estás algo… loco por mí –le susurré al oído.

Él sonrió.

-Y… Si ese fuera el caso, ¿qué?

-Nada, ya lo sabía. Solo quería escucharte decirlo –le di un beso en la mejilla y me empecé a alejar.

De un momento a otro él me alcanzó y nos alejamos de toda la gente que había. Me llevo hasta detrás de un edificio.

-¿Tienes algo que decirme? –le dije provocándolo.

Me gustaba este juego, mucho. No éramos nada y aun así nos comportábamos de una manera inusual. La verdad creo que no lo podemos evitar. Como si necesitáramos uno del otro. Atracción.

-Creo que eres tú la que necesita admitir algunas cuantas cosas.

-¿Ah, sí? ¿Cómo cuáles?

-Que no puedes quitarme la mirada de encima, que te gusto, etc. Veo todo en ti. Hasta el deseo que salen como chispas de tus ojos en este momento.

Me dejo sin palabras. No lo podía negar. Aunque quisiera. Me había quedado sin habla.

Nos quedamos mirándonos fijamente a los ojos unos largos y eternos segundos hasta que él se acercó y estuvo a nada de mi rostro. Estaba como en un trance. Así me sentía. Cautivada por él. Sus labios estuvieron a punto de rozar los míos cuando entre en razón y me aparte dándole un casto beso en la mejilla.

Sonreí.

-Try harder –susurré.

Lo había tomado por sorpresa. Eso no se lo esperaba. Me sentí poderosa en ese momento. Yo volvía a tener el control. Cuando me di la vuelta y lo vi, él se había recostado en la pared y me observaba alejarme con una sonrisa en su rostro.

Sentía que todo esto se estaba volviendo algo de lo que necesitaba salir ahora, pero ¿cómo algo tan malo podía sentirse tan bien?

Si no paraba ahora con este juego alguien saldría lastimado y estaba segura de que esa sería yo. Pero todo esto me arrastraba como un imán. Sabía que saldría mal, que estaba corriendo un riesgo con alguien como él, y aun así decidí continuar. Quería que me deseara tanto que se volviera completamente loco, y lo conseguiría.

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