Después de haber pasado dos días en Connecticut aun no conseguía sacarme de la cabeza todo lo que había pasado. Seguía dándole vueltas. A veces incluso Ethan me tenía que sacar de mis pensamientos. Siempre estaba sumergida en ellos, pero más que todo con dos palabras a las cuales no le encontraba una respuesta “¿por qué?”.
Ya era hora de regresar a Nueva York, pero ahora que lo pensaba, este pequeño pueblo podía ser mi escapatoria.
-Todos deben de estar muy preocupados.
-Llamé a tu hermano.
-¿Le dijiste donde estábamos?
-No, pensé que tal vez no querrías que nadie se enterará.
-Gracias, pensaste bien –le sonreí.
Me devolvió la sonrisa, y me dejó pasar a mi primero por la puerta de la habitación.
-Tengo que admitir que fueron un par de días relajantes –dijo él.
-Lo fueron –aunque no lograba quitarme a Josh de la cabeza.
Cuando estuvimos en Nueva York, Ethan se ofreció a llevarme a comer, pero me negué. La verdad no tenía hambre. Prefería que me dejará en la residencia. Tenía tantas ganas de llorar por todo lo sucedido que me estaba costando muchísimo trabajo actuar como si nada hubiera pasado.
Me baje del Mini Cooper cuando llegamos, y él insistió en acompañarme a la puerta.
Ethan me estaba comenzando a caer muy bien, sobre todo por la forma en que me trataba. La idea de ser amigos sonaba muy agradable ahora, pero no podía pensar mucho en otra cosa porque al instante Josh y esa chica usurpaban mi mente.
-Me la pase bien.
-Yo igual –en parte…
-Luego te llamo –aseguró.
-De acuerdo.
Y me dio un beso en la mejilla a modo de despedida, lo cual me tomo por sorpresa.
Me quedé esperando a que cuando estuviera en su auto arrancará el motor, me despedí de el con la mano. Y se fue.
Escuché un voz que reconocí al instante. Temblé.
-Ahora resulta que estás con él.
-No estoy con nadie.
Me mantuve con calma. No tenía sentido gastar energía en todo esto, ya no. No valía la pena.
Josh se fue acercando a mí mientras yo daba pasos hacia atrás.
-Puedo explicarlo.
-Te escucho.
Tenía curiosidad de saber cual era la excusa que había armado.
-Yo… no quería.
Solté un bufido.
No necesitaba escuchar más. Me di media vuelta para continuar con mi camino, pero el me tomo por el brazo haciendo que me detuviera.
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Lucky Strike
RomansaDespués de una pequeña aventura en un avión, Erin no puede sacarse a Josh de la cabeza. ¿Por qué siente todo ese tipo de cosas con alguien con quien apenas acababa de conocer? Justo cuando pensaba que estaría con él un buen rato, Josh desaparece. Pe...