Regresamos a su departamento, pero a pesar de que ya estaba segura con Ethan, no podía dejar de pensar en todas las cosas que me dijo. Que de alguna manera me hirieron. Yo había pensado que tan siquiera una pequeña parte de lo que tuvimos fue real. Pero no. Todo fue una mentira. Hice cosas que nunca habría hecho por una mentira. Se aprovecho de mí, del dinero de mis padres y yo no me había dado cuenta.
-¿Cómo estás? –preguntó Ethan.
Sacudí a cabeza por la repentina salida de mis pensamientos.
-Estoy bien. –fue lo único que logré articular.
Él se acercó a mí y tomo mi brazo herido en sus manos. Lo examinó.
-No, no lo estás –dijo mirándome a los ojos- Estás sangrando.
Vi mi brazo y efectivamente. Aunque la verdad no era un sangrado de muerte, algo muy pequeño para ser honestos. Pero aun así Ethan estaba preocupado, lo note por la manera en que me miraba.
-No es nada. –respondí- Me vendaré.
-Yo lo hago –se ofreció- Espérame aquí.
Me senté en el sofá aun sumergida en mis pensamientos, y un rato después el ardor de mi herida me había traído de vuelta a la realidad.
Ahora que me fijaba, nunca había estado en el departamento de Ethan. Era bonito y extremadamente lujoso. Bueno, en el Upper East Side todo es lujoso. Aunque me gustaba más el West Side, por alguna extraña razón lo consideraba más artístico y este lado más de negocios. Todo lo que debía ser una pared era una enorme ventana y podías ver toda ciudad desde esta altura. Central Park se veía precioso. Me levanté del sofá y contemplé a los pájaros que volaban alrededor de un árbol cercano. Hubiera dado todo por ser como ellos, y volar libre sin preocupaciones.
¿Qué era lo que me pasaba? Ethan era bueno para mí y sentía algo inexplicable hacia él, pero algo me impedía estar con él, y no solo era el hecho del trato de mis padres. Había algo más, algo que no quería admitir, algo que me aterraba.
Después de todo lo que paso, tenia miedo. Tenia miedo de una relación. No quería volviera a pasar lo mismo. No quería que se repitiera la historia. Sé que Ethan no es nada parecido a Josh y que tal vez nunca se atrevería a hacerme algo así, pero no importaba lo que fuera o no. Tenia miedo.
-Bonito, ¿no? –dijo apareciendo atrás de mí.
-Si, nunca había venido a tu departamento –dije volviéndome hacia él.
-No se había presentado la oportunidad.
-Creo que no.
-Ven, vamos a curar eso.
Me senté en el sofá y me quedé observándolo fijamente hasta que se dio cuenta.
-¿Qué? –preguntó.
-Es solo que nunca pensé que supieras curar heridas.
-Tomé unos cursos de primeros auxilios.
-Útil.
No se me ocurrió nada más que decir.
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Lucky Strike
Storie d'amoreDespués de una pequeña aventura en un avión, Erin no puede sacarse a Josh de la cabeza. ¿Por qué siente todo ese tipo de cosas con alguien con quien apenas acababa de conocer? Justo cuando pensaba que estaría con él un buen rato, Josh desaparece. Pe...