Cuando aterrizamos en Nueva York, yo era la única persona que estaba tensa. Ni siquiera Ethan se veía molesto. Eso me preocupaba.
Nuestros padres decidieron tomar un taxi.
-¿Seguros que no quieren venir? –insistió mi madre- Vamos a un hermoso restaurante a las afueras de la ciudad, es precioso.
-No, gracias –contestaron mi hermano y Brooke mientras yo me limité a negar con la cabeza al igual que Ethan. –Brooke y yo nos iremos a mi departamento un rato a descansar.
-Bueno, esta bien –dijo resignada.
Nos dio un beso de despedida en la mejilla y se fue. Posteriormente, Logan y Brooke hicieron lo mismo. Me quede sola con él. Decidí aprovechar el momento.
-Piensa bien lo que vas a decir –dijo antes de que yo abriera la boca tomándome por sorpresa.
Ni siquiera sabia lo que iba a decir. Ahora me había quedado sin palabras.
En seguida, Ethan se subió a un taxi y contemplé como se estaba alejando de mí, hasta que entre en razón y al instante me subí a otro.
-Siga ese auto –dije seriamente.
El conductor se me quedó viendo burlonamente.
-¿Qué? –repliqué- Siempre he querido decir eso.
Levantó las manos como gesto de rendición y comenzó a seguir el taxi que iba delante de nosotros.
El taxista se detuvo frente a un lujoso edificio en el Upper East Side. Me ayudo con mi maleta y después de que le pagué me di cuenta de que Ethan estaba sentado en los escalones que dirigían hacia la entrada del edificio.
-¿Qué se supone que crees que haces siguiéndome hasta aquí?
-Así que te diste cuenta…
-Claro que me di cuenta, no soy estúpido –respondió amargamente.
-Nunca dije que lo fueras.
-¿En serio? Porque me tratas como si fuera uno.
-No fue mi intención que nos llevara a esto.
-¿Y que es esto, Erin? –dijo mirándome directamente a los ojos. Podía ver el dolor en ellos y solo pude sentirme peor que antes.
-Tenemos algo especial –contesté acercándome a él.
-Quédate en donde estas. –me detuve estupefacta.
Eso me dolió. Y él se dio cuenta.
-Si te sigues acercando, no podré contenerme y lo olvidaré todo muy fácilmente –continuó.
-Vamos a olvidarlo –propuse.
-No –dijo con determinación- Esto es serio y no me lo voy a tomar a la ligera.
-Es solo que no quiero que nuestros padres…
-¿Qué nuestro padres que, Erin? ¡¿Qué?! –dijo exaltado.
Me quedé callada.
-Vete, por favor. Vete.
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Lucky Strike
RomanceDespués de una pequeña aventura en un avión, Erin no puede sacarse a Josh de la cabeza. ¿Por qué siente todo ese tipo de cosas con alguien con quien apenas acababa de conocer? Justo cuando pensaba que estaría con él un buen rato, Josh desaparece. Pe...