Capítulo 20

168 14 3
                                    

Cuando aterrizamos en Nueva York, yo era la única persona que estaba tensa. Ni siquiera Ethan se veía molesto. Eso me preocupaba.

Nuestros padres decidieron tomar un taxi.

-¿Seguros que no quieren venir? –insistió mi madre- Vamos a un hermoso restaurante a las afueras de la ciudad, es precioso.

-No, gracias –contestaron mi hermano y Brooke mientras yo me limité a negar con la cabeza al igual que Ethan. –Brooke y yo nos iremos a mi departamento un rato a descansar.

-Bueno, esta bien –dijo resignada.

Nos dio un beso de despedida en la mejilla y se fue. Posteriormente, Logan y Brooke hicieron lo mismo. Me quede sola con él. Decidí aprovechar el momento.

-Piensa bien lo que vas a decir –dijo antes de que yo abriera la boca tomándome por sorpresa.

Ni siquiera sabia lo que iba a decir. Ahora me había quedado sin palabras.

En seguida, Ethan se subió a un taxi y contemplé como se estaba alejando de mí, hasta que entre en razón y al instante me subí a otro.

-Siga ese auto –dije seriamente.

El conductor se me quedó viendo burlonamente.

-¿Qué? –repliqué- Siempre he querido decir eso.

Levantó las manos como gesto de rendición y comenzó a seguir el taxi que iba delante de nosotros.

El taxista se detuvo frente a un lujoso edificio en el Upper East Side. Me ayudo con mi maleta y después de que le pagué me di cuenta de que Ethan estaba sentado en los escalones que dirigían hacia la entrada del edificio.

-¿Qué se supone que crees que haces siguiéndome hasta aquí?

-Así que te diste cuenta…

-Claro que me di cuenta, no soy estúpido –respondió amargamente.

-Nunca dije que lo fueras.

-¿En serio? Porque me tratas como si fuera uno.

-No fue mi intención que nos llevara a esto.

-¿Y que es esto, Erin? –dijo mirándome directamente a los ojos. Podía ver el dolor en ellos y solo pude sentirme peor que antes.

-Tenemos algo especial –contesté acercándome a él.

-Quédate en donde estas. –me detuve estupefacta.

Eso me dolió. Y él se dio cuenta.

-Si te sigues acercando, no podré contenerme y lo olvidaré todo muy fácilmente –continuó.

-Vamos a olvidarlo –propuse.

-No –dijo con determinación- Esto es serio y no me lo voy a tomar a la ligera.

-Es solo que no quiero que nuestros padres…

-¿Qué nuestro padres que, Erin? ¡¿Qué?! –dijo exaltado.

Me quedé callada.

-Vete, por favor. Vete.

Lucky StrikeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora